A Omara Durand no le asustan ni los propósitos más lejanos. Dueña de una seguridad a prueba de todas las adversidades no le conforma el hecho de participar en unos juegos paralímpicos y cada cuatro años se aparece a ganar medallas de oro como si de la conquista del Dorado se tratara.
Al menos eso se proyecta en la cita estival del deporte para personas en situación de discapacidad que acoge esta ciudad (París): no solo ha venido a ganar una sino tres coronas, así lo ha dicho a JIT apenas al culminar el entrenamiento de este sábado.
No le presionan las expectativas que hay sobre su actuación, asegura: «estoy tranquila, entrenando, muy enfocada en la preparación, ultimando cada detalle y esperando que llegue el momento de la competencia».
Sabe que no será fácil, cada cuatrienio debe sobreponerse a las que llegan a desafiar su reinado en las pistas, sucede que cuando ella mira a los tiempos y la meta, los demás persiguen su dorsal y se conforman con alejarse lo menos posible.
«Respeto a todos los rivales, para mí todos son fuertes, me preparo siempre para decidir en la pista porque la última palabra se dice corriendo», reconoce.
La humildad, sin embargo, no le aleja de la sana ambición de ganar, «vine aquí con el objetivo de mantener mi estatus de campeona paralímpica en los tres eventos en que participo, pero eso es apenas la expectativa, puesto que como he dicho, en la pista se decidirá si es posible».
Para ello entrenó durante mucho tiempo, sabe que no sería posible de otra manera, entiende que el esfuerzo es proporcional a la complejidad de su cometido y eso la llena de confianza.
«Me siento muy bien física y sicológicamente para la competencia, solamente espero que llegue el momento con mucha tranquilidad».
«Compito desde el 2 de septiembre hasta el 7, todos los días y mi primera prueba son los 400 metros planos».
Aprovecha la ocasión y envía un mensaje a su gente, a Cuba, sostiene las altas ilusiones que tienen quienes le siguen, para ello se apoya en el cariño que se ha ganado entre todos y se siente arropada. Bien lo merece.