Varadero está siendo remozado para recibir a los delegados a la 40 edición de la Feria Internacional de Turismo FITCuba 2022 en mayo próximo. Vacacionar en el invierno cubano es la preferencia de muchos turistas debido a las bondades del mar y del clima, pero el mayor atractivo para los visitantes es la seguridad que brindan los hoteles de esta isla ante la rutina de convivir con personas ajenas en medio de una Pandemia que ha lastrado la vida de todos los habitantes del planeta.
No sé cómo ha sido en otros hoteles, ni en otros lugares de la isla o del mundo, puedo hablar por lo que vi en el Blau Varadero, un hotel con un equipo de empleados proactivos, que transmiten seguridad en todos los sentidos.
El despliegue de la prevención sanitaria se percibe desde que llegas al hotel: una enfermera toma la temperatura, un maletero recibe el equipaje y lo desinfecta antes de que pase a las habitaciones. Luego se guarda la distancia establecida entre los clientes y el mostrador de la carpeta. Todos con mascarilla, algo que exigen también a los turistas. El personal que hace el check in -protegido y distante- da atención de uno en uno.
Desde el Lobby hasta el ascensor, cada dos metros, existe un dispensador de alcohol para higienizar las manos, sin contacto alguno, pues posee un sensor eléctrico que de solo mostrar la mano cae el líquido.
Como el hotel no tiene un alto por ciento de ocupación, las familias pueden mantener un aislamiento considerable, tanto en la edificación como en la playa.
En los espacios de cafeterías, snab, bar, mesa Buffet, y otros, las medidas se extreman al punto de que al levantarse un consumidor, el dependiente acude e inmediato para limpiar silla y mesa con solución desinfectante.
El restaurante Buffet exige el uso de mascarilla que sólo se puede retirar cuando te sientas a comer. Los alimentos son servidos por empleados, está prohibido al cliente tocar los platos de oferta, ni siquiera con cubiertos o pinzas.
A la entrada de estos establecimientos un trabajador indica la obligatoriedad de la limpieza de las manos, del uso de mascarilla, y muestra la conducta a seguir, cada vez que entra un turista.
“En las playas de mi Cuba yo me baño todo el año”, fue uno de los primeros slogans aparecidos en la publicidad del turismo luego del triunfo de la Revolución, y pretendía demostrar que el clima de nuestro país mantiene una temperatura y ambiente veraniego durante los 12 meses del año.
En los años 60, bañarse en la playa durante el invierno era una especie de sacrilegio, pues además de que las temperaturas eran muchísimo más frías, el mar estaba revuelto y las olas enormes. Nuestros padres decían que era ésa la época en que venían a las costas las “aguas malas” y diversos bichos raros que podían agredirnos.
La posición geográfica de Cuba, en el medio del Mar Caribe, hace que el clima sea tropical durante casi todo el año. Según comentaron algunos turistas, de diciembre a abril es ideal, pues no existe el calor excesivo que a veces molesta, y si proceden de Canadá, Inglaterra, Alemania o Rusia, mientras en sus países se congela todo, las temperaturas del invierno cubano les ofrecen un ambiente agradable.
Desde otro ángulo, vemos cómo el trabajador del turismo se agota más, trabaja el doble, y hasta el triple de lo de que hacía antes, pero están felices porque la mayoría de ellos estuvieron más de un año lejos de su trabajo, en medio de todos los cambios ocurridos en la economía nacional.
El Blau Varadero es la construcción más alta de todo el polo turístico, con 30 metros sobre el nivel del mar y ostenta una categoría de cuatro estrellas. La instalación se ubica en Carretera Las Morlas, kilómetro 15, municipio de Varadero.
La Pandemia impidió que el pasado año se efectuara la Feria Internacional de Turismo en Varadero. En medio de las dificultades que conocemos este polo turístico ha restaurado instalaciones y creado nuevas ofertas.
Ivis Fernández Peña, delegada del Ministerio de Turismo (Mintur) en Matanzas, declaró a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que del 3 al 7 de mayo sesionará la Feria Internacional dedicada a los destinos de sol y playa, con Varadero como anfitrión y Rusia como país invitado. Aseveró que hasta el momento se cumplen las inversiones con vistas al evento, y se alistan nuevos objetos de obra.
La Feria internacional de Turismo es un espacio ideal para el contacto entre especialistas, directivos y empresas turísticas con presencia en Cuba. Dicha feria ha permitido trazar estrategias, políticas y acciones en el mercado turístico; familiarizarse con destinos y productos cubanos, así como conocer la cultura y el turismo del país invitado.
Fernández Peña declaró a ACN que el Boulevard, ubicado en el centro de Varadero, es un novedoso producto al cual le faltan algunos elementos por sumar, y que se ha puesto en marcha para recuperar la inversión y dar a los vacacionistas la posibilidad del disfrute de esa nueva oferta. El Boulevard se distingue por la variedad de servicios gastronómicos, comerciales y culturales.
Recalcó Ivis Peña, la consagración de los trabajadores en la seguridad de las instalaciones desde la reapertura de los servicios en junio último, primero para la temporada de verano y luego para la llamada temporada alta, en la cual se recibieron los primeros clientes foráneos a partir del mes de octubre.
La Feria Internacional del Turismo es el evento profesional más importante de la industria turística cubana, y en su edición 40 reconocerá a la Federación de Rusia como mercado emisor.
Según declaraciones de Ivis Fernández Peña, al periódico Trabajadores, más de 60 mil turistas rusos visitaron Varadero en el 2021, desde el pasado 18 de abril de ese año, fecha del reinicio de la reapertura turística con ese país.
Según la representante del Mintur, durante los últimos seis años, Rusia exhibe el crecimiento sostenido más elevado con 38 por ciento como promedio, y en 2021 escaló la posición número uno en la barra de mercados foráneos emisores, debido a la confianza en los protocolos sanitarios implementados en Cuba para mantener controlada la Covid-19.
Puedo imaginar la reacción de muchos lectores quienes entre las cuentas domésticas y lo que cuestan los hoteles, ni soñar con vacaciones. Pero es bueno saber que si hay seguridad en estos lugares, vendrán más turistas y la economía de Cuba podrá seguir enfrentando el embate de los altos precios de productos esenciales en el mundo, y aunque lentamente, daremos pasitos defendiendo nuestras vacunas, nuestra salud, y las conquistas a las que los cubanos no queremos renunciar.