Camagüey, 30 oct. - El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), de la provincia de Camagüey, investiga y desarrolla productos para la esfera agropecuaria usando tecnologías de punta, aun con las grandes limitaciones que impone el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.
Nemecio González Fernández, Doctor en Ciencias y director de la citada institución, informó a la Agencia Cubana de Noticias que el equipamiento necesario depende de la compra de dispositivos especializados en el exterior del país, provenientes del primer mundo, específicamente del mercado estadounidense.
Puntualizó que mientras se pueden adquirir estos insumos en EE.UU, muy cercano a la isla, y con una calidad incuestionable, hay que ir a otros lugares mucho más distantes y, en la mayoría de los casos, usar terceros países para adquirir alguna mercancía específica fabricada en la nación norteña, con el consiguiente incremento en el precio y en el tiempo de entrega.
Debido a la globalización cada vez más creciente, señaló que los fabricantes de equipos para la industria biotecnológica emplean componentes y piezas estadounidenses y por el cerco económico no es permitido a la nación cubana utilizar más del 10 por ciento de los mismos.
Es una gran limitante, expresó, porque muchos de los proveedores rehúsan ofertarnos estos medios debido a los riesgos que corren de ser sancionados y eliminados del escenario financiero mundial.
En varias ocasiones se han comprado equipos en otros países a compañías que después son adquiridas por transnacionales estadounidenses, lo cual ha dificultado la adquisición de piezas de repuestos y comprometido los planes productivos de nuestro centro, apuntó González Fernández.
Por otra parte, el acceso a fondos destinados a la colaboración y el desarrollo científico procedentes de EEUU nos están vetados, por lo cual se reduce la posibilidad de acceder a este tipo de financiamientos para el desarrollo de nuevos surtidos que benefician a Cuba y otras naciones que mantienen relaciones comerciales con la isla, aseguró.
El bloqueo genocida repercute también en el pueblo norteamericano, al privarlo al acceso de productos novedosos de la biotecnología cubana con alto reconocimiento a nivel internacional por su eficacia y alcance.
La persecución financiera a la mayor de las Antillas, resulta otro importante tema, lo cual impide el uso de bancos con fondos estadounidenses para ingresar divisas a Cuba o efectuar el pago a los proveedores.
En ese sentido, el director del CIGB aseveró que por esas dificultades existen muchos ejemplos de atrasos en la entrada de insumos a las instituciones, realidad que interfiere en el avance científico y económico.
Los investigadores camagüeyanos laboran incesantemente en mantener la vitalidad de sus elaboraciones como la vacuna Porvac contra la peste porcina clásica, la cual exhibe un crecimiento desde hace varios años, aun sin el equipamiento necesario que permitiría incrementar las cantidades del producto.
El mantenimiento a los equipos y el empleo de recursos y materiales específicos en cada área de investigación, representan otras afectaciones de la injerencia estadounidense a un colectivo de vanguardia que defiende en cada jornada su potencial científico.