Exactamente está en Arroyo Naranjo, La Habana, capital de Cuba. Es el Jardín Botánico Nacional. Con sus 478 hectáreas de colecciones de plantas científicamente ordenadas, es el más extenso del mundo. Así lo soñó Fidel.
Sorprende pensar que hace 55 años eran sus áreas tierras para ganado, y hoy con sus más de 3000 especies de plantas y 400 mil individuos, constituye un espacio privilegiado para la conservación de la flora y la fauna en nuestra capital.
Su biodiversidad acoge 128 especies de aves, más de la mitad de los tipos de mariposas que habitan en Cuba, así como gran variedad de otras especies de la fauna.
Pero no solo esto lo hace un sitio muy especial, sino que su condición de institución científica, académica y recreativa lo ubican en un campo amplio de posibilidades de aporte al desarrollo económico y social del país.
Desde su fundación, y por la visión del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, forma parte de la Universidad de La Habana, con cuyos profesores y estudiantes se concibió y construyó. La hoy Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE), y otras instituciones jugaron un papel fundamental en su desarrollo.
Impartir docencia a más de 500 alumnos universitarios de pregrado en 13 asignaturas, gestionar la única Maestría en Botánica del país, así como parte importante de los doctorados en esa rama del conocimiento concentra su esfuerzo docente. Continuar desarrollando el más moderno herbario del país, y su actualizada biblioteca especializada, hacen crecer el patrimonio de los cubanos.
Su investigación está directamente relacionada con prioridades del país: la flora de Cuba, la conservación de las plantas, y otras líneas de alta significación para la economía y la biodiversidad. Su revista científica es consultada anualmente desde más de 100 países, y sus investigadores colocan más de 20 artículos en no menos de 12 de las revistas de mayor prestigio internacional en el mundo de la Botánica cada año.
Palma corcho (Microcycas calocoma) en uno de los pabellones de exposición del Jardín Botánico Nacional. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Promueve la educación ambiental y su labor extensionista ha alcanzado más de 300 mil personas en un año. La recreación sana, y la educación en un ambiente de accesibilidad es uno de sus objetivos fundamentales.
Para conocer y disfrutar de la institución, se diseñaron espacios que permiten recibir servicios complementarios. Cuatro restaurantes con 1200 asientos, dos cafeterías, parque de diversiones para niños, recorridos por sus carreteras en equipos especializados, brindan un servicio de calidad a sus visitantes. Un Centro de Convenciones con 250 capacidades, posibilidades de alojamiento y otros permiten el desarrollo de eventos científicos con las condiciones requeridas.
Una familia almorzando en el restaurante El Bambú, del Jardín Botánico Nacional. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Sus más de 350 trabajadores garantizan la protección y mantenimiento de las colecciones, el buen estado de las infraestructuras, y ejecutan todos los procesos fundamentales y de apoyo que desarrolla la institución. Su sostenibilidad económica alcanzó en el año 2023, una cifra superior a los 118 millones de pesos. ¿Y cómo se financia todo esto?
El Jardín Botánico Nacional es una entidad estatal, presupuestada por el estado cubano a través del Ministerio de Educación Superior. El gobierno ha promovido el autofinanciamiento de la institución, lo cual se ha ido logrando y en el 2023 sólo 16,48 millones de pesos fueron financiados por el presupuesto; 86 centavos por cada peso de gastos fueron ingresados por las actividades fundamentales que se desarrollan en el jardín. Un crecimiento sostenido en los últimos años del 50% anual, permite este resultado.
La fuente principal de ingresos tradicionales son los visitantes y los servicios gastronómicos. Entre ambos alcanzaban más del 98% de los ingresos hace solo 5 años. En la estrategia para la sostenibilidad, se han potenciado esas formas tradicionales de ingresos, y al mismo tiempo el estudio y proyección para el desarrollo de otras fuentes, fundamental las que ponen en valor las capacidades científicas y académicas desarrolladas a lo largo de 55 años y generan valores agregados.
En los resultados del año que concluyó, un 25% de los ingresos correspondieron a nuevas fuentes, lo que se duplicará para el 2025. Se ingresan 5,2 millones por financiamiento de proyectos de investigación, 11 millones por venta de servicios científico técnicos y producciones, y otros servicios no tradicionales aportan 2 millones adicionales.
Zunzún en el Jardín Botánico Nacional de Cuba, marzo de 2023. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
Con las dificultades generadas por la baja disponibilidad técnica del transporte público y el combustible, así como la ubicación al Sur de La Habana del Jardín Botánico Nacional, ha caído en un 80% la cifra de visitantes tradicionales. Estos viajaban en las rutas de ómnibus urbanos, así como refuerzos que salían fines de semana de varios puntos de la ciudad.
Esta realidad hubiera impactado severamente en el cuidado de la institución, pero se desarrollan iniciativas que favorecen nuevas actividades y mantienen la funcionalidad. Usar las capacidades e infraestructuras han permitido desarrollar cerca de 500 eventos institucionales y familiares, garantizando solo en el mes de diciembre la visita de 10 mil personas e ingresos considerables.
La organización de excursiones, el descanso de colectivos de trabajadores, talleres y reuniones, favorecen las visitas que cumplen con objetivos principales, y permiten sostener los gastos.
Solo para financiar la fuerza de trabajo en el 2023 se dedicaron 16,33 millones de pesos, lo que evidencia la alta responsabilidad que implica la gestión económica, de cuyos ingresos depende prácticamente toda la capacidad financiera de la institución. Su incremento ha permitido mantener una política expansiva de gastos, ya que los recursos financieros que se obtienen, quedan en el JBN para su sostenibilidad y desarrollo.
Una primera idea relacionada con la sostenibilidad, está asociada a tener la capacidad de financiar las necesidades de funcionamiento, incluido el mantenimiento de la infraestructura. No puede obviarse el necesario proceso inversionista que permite el desarrollo, que en nuestro caso también financia el presupuesto del estado.
En el año 2023 más de 20 millones de pesos se dedican a la atención de las colecciones de plantas en las 478 hectáreas que abarca el jardín. Una parte de ellas se encuentran protegidas por pabellones gigantescos de acero cubiertos por cristales o mallas especializadas, viveros y otras edificaciones. Más de 19 millones se dedican al mantenimiento constructivo de los 39 objetos de obra, que suman estaciones de bombeo de agua, canales de exposición, lagos artificiales y cascadas, edificios de hormigón, carreteras y caminos, panadería y restaurantes, iluminación y señaléticas. Los tractores y carretas, cargadores, camiones, ómnibus y camionetas, así como una amplia diversidad de equipos que se utilizan demandan unos 6 millones de pesos para su mantenimiento.
El Jardín Botánico Nacional de Cuba cuenta con tres pabellones, con condiciones de humedad y temperatura controladas, donde se aprecian cactus, suculentas y plantas tropicales que habitan en ambientes de alta humedad. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
La adquisición de alimentos superó los 30millones de pesos, y es válido señalar que el jardín produce como parte de sus colecciones de plantas, prácticamente el 100% de las hortalizas y los frutales que consumen sus trabajadores y visitantes, con un importante ahorro de gestiones, recursos financieros, de transporte y combustible. Hortalizas y frutales que se consumen constituyen producciones kilómetro cero de la institución.
En el 2024 el Jardín Botánico Nacional debe superar los 100 millones de ingresos y disponer de un complemento en la subvención estatal de 24,85 millones de pesos, crecimiento asociado a los pagos por antigüedad en la educación superior (que abarcan a 125 trabajadores) y las políticas asociadas a corregir distorsiones en la economía. Estas cifras de presupuesto son aun insuficientes para la sostenibilidad, por lo cual debe hacerse el mayor esfuerzo y desarrollar iniciativas para generar la mayor cifra de ingresos alcanzables. Todo ello sosteniendo la intensa actividad académica y científica, así como los compromisos estatales de la institución.
La necesidad de reponer poblaciones y especies envejecidas, así como incrementar la biodiversidad e impactar en la conservación de plantas, demandará montos y recursos millonarios, para lo cual se trabaja sin descanso. Las necesidades de medios y equipamientos actuales y en el futuro, no pueden verse aisladas de las que demanda el Plan para el Manejo del Verde Urbano de La Habana, con cuyo gobierno se trabaja en estrecha cooperación. En nuevos viveros del jardín, crecen más de 30 mil individuos de especies seleccionadas, los que serán cientos de miles de árboles para la capital y el propio jardín en los próximos años.
En 50 ha, el Palmetum permite apreciar más de 200 especies de palmas de Cuba y regiones tropicales del mundo.
Recuperar el Turismo Internacional como oferta extrahotelera, el crecimiento de las investigaciones y los servicios científicos, el acceso a nuevos fondos de la cooperación internacional y donativos, así como proyectos que se desarrollarán en la capital, aportarán recursos crecientes para el desarrollo.
La aplicación consecuente de las políticas aprobadas en los últimos años, han permitido a esta institución estatal crecer y desarrollarse. Es importante participar en el desarrollo económico y social del país para aportar y recibir, así como cuidar una Joya de la Nación Cubana, como definió en diciembre del 2010 el General de Ejército en su visita al jardín.