Proyecto fotovoltaico

Parte del futuro energético de Cuba está en estas grandes inversiones. Así lo cuentan hombres y mujeres que, en medio de problemas, encuentran soluciones y se imponen en Corúa, al este de Holguín.

Victor Guasaya es constructor de la Empresa de Obras de Ingeniería ECOI 16, su vida la ha dedicado a inversiones estratégicas en esta zona de Mayarí.

Después de un rato de conversar con él, me confiesa que extraña los trabajos de la presa Levisa, pues en Corúa el quehacer se ha limitado a montar paneles fotovoltaicos, pero está consciente de que la prioridad en estos momentos son esos parques.

“Yo me levanto a las cuatro y media de la mañana, dice, es algo que aprendí de mis padres y hay que salir temprano a buscar el pan de cada día”.

Explica cómo la lluvia impidió avanzar más rápido. Aunque fue efectiva la estrategia de laborar en varios frentes, con la intención de terminar.

“Soy amante de la fotografía y cada noche, cuando regresamos, hago algunas tomas de cuánto se avanza en cada jornada” asegura Víctor con satisfacción, y bromea: “Como ves, estamos cerca de la termoleléctrica de Felton, yo no soy profesional del lente, pero mira qué buena imagen. Cuando la central está generando somos felices”, y añade que si no está sincronizada al sistema les tensa la noche y madrugada al regreso a casa sin fluido eléctrico.

Recuerda que empezó en la construcción desde muy joven, participó en la ejecución de la presa Mayarí y, antes de empezar en esta obra, laboraba en la inversión del embalse Levisa, pero la dirección del país les convocó y, sin dejar el trasvase Este Oeste, echaron mano a la nueva obra.

“Mi familia me apoya mucho, a veces me reclama”, confiesa y lamenta no tener tiempo casi de verlos, mientras reconoce que los apagones afectan y la gente se molesta, pero sostiene que “hay que ver el esfuerzo de muchos por mejorar la situación”.

Esta mega inversión que a finales de este mes sincronizará al sistema eléctrico cubano, permite avanzar en el cambio de la matriz nacional de la generación, combinando el uso de otras fuentes renovables y los combustibles fósiles. Así nos cuenta el ingeniero Carlos Abreu Junco, director de la Empresa de Obras de Ingeniería ECOI 16. Un soñador con los pies bien puestos en la tierra, de esos cubanos que les gusta hacer las cosas bien a toda costa.

Ellos, como ejecutores a cargo, han liderado un gran equipo integrado por otras empresas del territorio, que han aportado allí muchas horas de intenso quehacer.

Junto al colectivo de operarios y obreros, Abreu es otro de los que está bien temprano en la obra y les ha tocado enfrentar el desafío, trabajar durante 50 días bajo la lluvia.

Hoy ya se ve esta imagen, comenta el ingeniero señalando para el bloque de paneles instalados, pero pocos imaginan cuánto sacrificio ha costado, en medio de todas las necesidades, y expresa: “Hay que decirlo, aquí la gente trabajó hasta descalzos, pues en ese momento no todos tenían botas de agua y lucharon como héroes”.

La Corúa es un parque de 21.8 MW, que anualmente ahorrará al país 8 500 toneladas de petróleo, tiene una extensión de 22 hectáreas donde están ubicadas las 1 638 mesas que componen la instalación, donde se emplazaron los 41 588 paneles fotovoltáicos.

En este momento ya están emplazados en sus bases los siete inversores, además de los contenedores primario y secundario, según explica Abreu y añade que se trabaja en el zanjeado para la elaboración de la malla de tierra, además de todas las instalaciones soterradas, así como la instalación entre paneles con las cajas concentradoras.

Este logro ha sido resultado de la ocupación y preocupación de varios ministerios, de las autoridades de la provincia, del pueblo de Mayarí. Asegura que en 52 días se logró el emplazamiento de mesas y paneles, a pesar de la situación climatológica. “Qué mejor regalo para nuestra gente el poder terminarlo y que, a finales de marzo, este sincronizado al sistema eléctrico nacional”.

(Tomado de Agenda Económica)