Con la llegada de octubre comenzará el retorno escalonado a las aulas para la reanudación presencial del curso escolar 2020-2021 en la enseñanza general, y los educandos asistirán a clases con el uniforme que tienen en casa y casi no han usado en este año académico tan singular.
Sobre esto, vale recordar que el periodo lectivo empezó tarde: la mayoría de los territorios en noviembre, aunque provincias hubo, como La Habana, donde la arrancada fue después y Pinar del Río, incluso, apenas si había comenzado cuando a mediados de enero el fuerte rebrote de COVID-19 tornó imprescindible el regreso a las actividades docentes televisivas.
No se trata de un nuevo curso escolar, de manera que no habrá ahora venta de uniformes y los estudiantes utilizarán el que tienen, reiteró días atrás en un intercambio con la prensa la Doctora Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación.
Sabemos de la preocupación de no pocos padres, sus hijos crecieron, hasta engordaron, y el uniforme no les sirve, y en la escuela habrá que analizar estos casos puntualmente y desde el Ministerio daremos las indicaciones necesarias para que, quienes en verdad están en esa situación puedan, aunque con otra prenda, pero vestidos adecuadamente, asistir a clases, enfatizó.
No es decir “no tengo uniforme” e ir con cualquier ropa al aula, sino algo que en cada institución educativa ha de verificarse, señaló la titular, y tras referirse a la fuerte interrelación familia-escuela, reflexionó que alternativas siempre hay y habrá quienes, como ha ocurrido otras veces, “heredarán” de algún familiar, vecino o amigo.
Los uniformes que ahora mismo están confeccionándose son para el venidero curso escolar, aseguró la Doctora Velázquez Cobiella, y destacó que, a pesar de las dificultades económicas derivadas del duro azote de la pandemia y el recrudecimiento del genocida bloqueo imperial, el país ha desembolsado los fondos para adquirir en el exterior el tejido necesario para garantizar la producción.
Una parte está en camino, otra, incluso, ya está en Cuba, en los talleres de confecciones, precisó la Ministra de Educación y también significó que el año lectivo 2021-2022, que debe comenzar -igual de forma escalonada- a fines de febrero e inicios de marzo, atestiguará un cambio en el diseño de los uniformes escolares.
Que las blusas y camisas para los educandos de todos los niveles y tipos de enseñanza sean blancas y las prendas inferiores para los de secundaria básica y el nivel medio superior, de color azul (pre-escolar y primaria mantendrán el rojo), es algo que favorece y sin dudas facilitará el proceso productivo, enfatizó la titular.