Este 23 de septiembre el mundo celebra el Día Internacional de las Lenguas de Señas, proclamado por la ONU en noviembre de 2017 para conmemorar la creación de la Federación Mundial de Sordos, en 1951, organización no gubernamental con carácter de órgano consultivo de las Naciones Unidas y máxima autoridad mundial para la defensa de los derechos e intereses de las personas con disfunción auditiva.
Esa entidad internacional, conocida en inglés como World Federation of the Deaf, está integrada por 135 asociaciones nacionales de sordos que representan aproximadamente a 70 millones de personas sordas en todo el mundo.
En Cuba, cerca de 52 mil 660 personas poseen alguna discapacidad auditiva, según datos de hace dos años del Minsap.
Esta efeméride mundial se celebra de conjunto con la Semana Internacional de la Persona Sorda (del 23 al 29 de septiembre), con el propósito esencial de promover la inclusión social de los usuarios de lenguas de señas con vistas a la plena realización de sus derechos.
Se trata de un empeño que articula de modo muy coherente con los esfuerzos y el accionar para continuar eliminando desigualdades según los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por la Agenda 2030.
Gracias a la conmemoración de este Día Internacional, las leguas de señas han logrado un mayor posicionamiento y prioridad a partir de la implementación de políticas, planes, programas y proyectos desplegados en diversos países para mejorar la educación de las personas con diversidad funcional auditiva.
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La lengua de señas está reconocida como idioma natural y primera lengua de la comunidad sorda en 77 naciones, 18 de ellas de la región de América Latina y el Caribe.
Es así que, como tendencia, se les ha propiciado a los integrantes de esa comunidad un mayor y mejor acceso a la información y a los servicios básicos, incluso en los países en vías de desarrollo, donde antes existían pocas organizaciones no gubernamentales especializadas en el tema.
El lema para las celebraciones de este 2024 es: "Defiende los derechos de las lenguas de signos". Y se trata de una oportunidad significativa para proteger la identidad lingüística y la diversidad cultural de las personas sordas y otros usuarios de las lenguas de signos.
Los lenguajes distintos lenguajes de señas difieren en el conjunto de signos gestuales y en la gramática.
En Cuba
Fundada el 3 de enero de 1978, la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC), es una organización no gubernamental con personalidad jurídica y económica propia, de carácter nacional permanente y reconocidas oficialmente como asociación por el Ministerio de Justicia de la República de Cuba, conforme a la Ley 54, Ley de Asociaciones.
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En la actualidad, la ANSOC cuenta con unos 27 379 miembros y su misión es a la Comunidad Sorda de nuestro país, trabajando por su mayor integración en la sociedad, por elevar su calidad de vida, y sirviendo como mediador con las instituciones gubernamentales, organizaciones sociales y de masas en la materialización de los anhelos, intereses y necesidades de sus miembros.
Existe también, entre otras instituciones relacionadas con dicha comunidad, un Centro Nacional de Superación y Desarrollo del Sordo (CENDSOR), creado el 23 de mayo de 2008 para la capacitación de instructores e intérpretes de la Lengua de Señas Cubanas (LSC).
Entre las proyecciones de Gobierno para este 2024, Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y Primer Ministro de la República Cuba, en el Segundo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su X Legislatura, anunciaba el 20 de diciembre último que “en el año 2024 vamos a reconocer oficialmente la lengua de señas cubana, como la lengua natural de la comunidad sorda del país”.
La Lengua de Señas Cubana (LSC) se introdujo como alternativa pedagógica en las escuelas para niños sordos, a partir del año 1994. De acuerdo con el artículo Aporte a la Educación Especial: lengua de señas cubana y su enseñanza en escolares sordos, publicado a inicios de este año por la Revista Varela, de la Universidad Central de Las Villas, la lengua de Señas Cubana (LSC) es una lengua natural, distinta de la variante cubana del español, posee sus propias reglas gramaticales y sintácticas.
Gracias a los intérpretes de lengua de señas, la comunidad sorda de Cuba puede estar informada del acontecer nacional e internacional.
El pasado 17 de este septiembre el Consejo de Estado aprobó el Decreto Ley "De la Lengua de Señas Cubana", cuyo objeto es regular el reconocimiento y uso de la Lengua de Señas Cubana como idioma oficial de la Comunidad Sorda de Cuba a la par de garantizar un amplio y no discriminatorio acceso de las personas sordas a la información en todos los contextos, promover la educación bilingüe y su inclusión plena en la sociedad, así como los valores de la identidad cultural sorda a nivel social, indicó al respecto la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera.
Dicho Decreto Ley cumple con lo estipulado en la Constitución de la República y demás leyes vigentes, y con la recomendación formulada en ocasión del Informe Nacional presentado por Cuba como Estado Parte a la Convención sobre los derechos de las personas en situación de discapacidad en el año 2019 sobre el reconocimiento de la Lengua de Señas Cubana como lengua oficial de la Comunidad Sorda de nuestro país.
Feitó Cabrera subrayó que "El decreto ley adoptado es una nueva muestra de la vocación humanista de la Revolución Cubana; donde el Estado, la sociedad y las familias tienen la obligación de proteger, promover y asegurar el pleno ejercicio de los derechos de las personas en situación de discapacidad".
Imagen: tomada del perfil de Facebook del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
De “día histórico” calificó la jornada en que se aprobó el mencionado Decreto Ley el presidente nacional de la ANSOC, Alejandro Marzo Peña, quien agradeció la aprobación de esta nueva norma que ratifica la inclusión e integración de la comunidad sorda en esta sociedad a la vez que igual subraya su vocación humanista y los empeños por proteger y asegurar el pleno ejercicio de los derechos de las personas en situación de discapacidad.