La Habana, 25 feb (RHC) El índice de boscosidad de Cuba ascendió a 30,6 % en el 2016, con la incorporación de más de cinco mil hectáreas a la floresta, de las cuales mil 471 constituyen plantaciones en fajas hidroreguladas para la protección de los cuerpos de agua.
El Ministro de Agricultura Gustavo Rodríguez, en el balance anual de esa entidad, precisó que hubo un incremento de cero coma ocho por ciento en ese indicador con respecto al año precedente gracias a una mayor efectividad en las plantaciones y su posterior atención.
De acuerdo con expertos, el patrimonio forestal constituye un recurso estratégico para el desarrollo de cualquier nación y su preservación constituye una garantía para las futuras generaciones.
Cuando los bosques son protegidos, manejados y explotados adecuadamente, pueden aportar diversos y cuantiosos bienes materiales a la sociedad y la economía, así como contribuir al mejoramiento y sostenibilidad del medio ambiente.