No a las colillas de cigarros, contaminantes para el medioambiente

Hasta hace poco tiempo se consideraba que el cigarro sólo era perjudicial para la salud de las personas, sin embargo, investigaciones realizadas recientemente dan cuenta que las colillas que generan son sumamente contaminantes para el medioambiente.

Abundan quienes al terminar de fumar arrojan las colillas al suelo que son transportadas hacia el mar desde zonas terrestres debido a la lluvia, el viento o las alcantarillas.

“En el mundo se fuman unos seis billones de cigarros al año. Unos 4,5 billones acaban tirados en espacios públicos. En los últimos años las campañas sobre el cuidado del ambiente han puesto el foco en la contaminación por el plástico, pero según estudios, éste no es la principal causa de generación de basura en el mundo, sino que lo son las colillas de cigarros”-afirma un artículo sobre el tema-.

    “Las sustancias presentes en las colillas al entrar en contacto con el agua se expanden produciendo efectos perjudiciales en la naturaleza. El acetato de celulosa es uno de ellos; se trata de un termoplástico del que están fabricados los filtros y alberga sustancias tóxicas: hidrocarburos policíclicos aromáticos, nicotina, arsénico y otros metales pesados”.

Se comprobó que el acetato de celulosa no es biodegradable, sino fotodegradable, lo que significa que los rayos ultravioletas del sol pueden llegar a fragmentar el filtro en piezas mucho más pequeñas.

Según fuentes consultadas en internet, la Organización no Gubernamental Ocean Conservancy de 2017, elaboró un informe donde dice que las colillas suponen el 13 por ciento de los residuos del mundo. Su ligereza las lleva a recorrer miles de kilómetros, llegando a contaminar diferentes ecosistemas lejos de su punto de origen.

Perduran en el ambiente entre siete y 12 años, aunque algunos afirman que sus efectos dañinos pueden durar hasta 25 años. Debido a la degradación de los hábitats naturales, algunas aves se ven perjudicadas a la hora de fabricar sus nidos. Ante la falta de recursos naturales se ven obligadas a buscar nuevos materiales entre los que se encuentran las colillas, que ponen en peligro su salud y la de sus crías.

Algunas especies de pájaros no ponen la colilla completa en los nido sino que toman fibras de las colillas y las escogen de la misma forma que seleccionan ramitas, hojas o plumas.

Según estudios, los pájaros tienen como estrategia el uso de las fibras de colillas usadas para repeler los insectos que pudieran afectar sus nidos, como las garrapatas.

El estudio también determinó que los nidos con mayores cantidades de fibras de nicotina presentaban polluelos con mayores enfermedades y desórdenes genéticos.

En los ecosistemas marinos las colillas también contaminan el agua y alteran el ciclo ecológico de las especies animales y vegetales, poniendo en riesgo su salud por la acumulación de sustancias tóxicas en su organismo-afirman estudios al respecto-.

Las colillas incrementan las tareas de limpieza en las ciudades, generando un costo a todos los ciudadanos por el mantenimiento de espacios públicos. Pese a los esfuerzos, sean los métodos de recogida, tanto manuales como mediante maquinaria, no son suficientes para eliminar por completo los pequeños residuos.

Las playas son afectadas también, ya que las personas tienen el mal hábito de enterrar las colillas bajo la arena convirtiéndose así en el principal componente de la basura de esos espacios que tanto el hombre disfruta.

La agresión que ocasionan los restos del cigarro a los entornos constituye una razón más para abandonar la dañina adicción. La naturaleza se los agradecerá a todos.