Grupo Agroforestal en Cuba busca alternativas para el desarrollo
La Habana, 29 jun. - Algunas de las aspiraciones del Grupo Agroforestal en Cuba están centradas en generar electricidad mediante la biomasa, diversificar y otorgar mayor valor agregado a sus producciones y contribuir con el medioambiente.

En entrevista con Prensa Latina, el jefe del Departamento de Energía del Grupo Agroforestal del Ministerio de la Agricultura, Gustavo Carbonell, explicó que aunque parezcan objetivos ambiciosos pueden ser alcanzados a partir del aprovechamiento adecuado de la biomasa, ya sea cafetalera, cacaotera o forestal.

Hoy, dijo, el Grupo tiene proyectos para aprovechar los residuos no utilizados como parte de su actividad. Por ejemplo, de los árboles -bolos- llevados al aserrío solo se utiliza el 52 por ciento, el 48 restante es desaprovechado y, precisamente, constituye una parte de la biomasa forestal.

La otra, está compuesta por lo que queda en el bosque, árboles envejecidos u otros, denominados biocombustibles.

A partir de esos restos, sería muy provechoso obtener energía eléctrica, pues constituyen riesgo de incendios y, a su vez, son contaminantes de los suelos. Ello les permitiría cubrir una demanda su energética y recortar sus gastos.

Es una opción obligada y se conjuga con la necesidad de desarrollar las fuentes renovables de energía en el país, asi como disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, remarcó.

BENEFICIOS

Para el Grupo Agroforestal significaría diversificar su objeto social, recibiría dividendos por la venta de sus producciones tradicionales madera, café, cacao, y, además, beneficios por el uso de la biomasa para la generación eléctrica.

Con la consiguiente posibilidad -una vez satisfecha sus necesidades- comercializar el excedente a la Unión Eléctrica Nacional, enumeró.

Es otra forma de captar ingresos para el grupo que se revertiría en aumentos salariales para los trabajadores.

Pero la visión es más allá, explicó, las astillas de madera resultantes del procesamiento de los bolos en los aserríos pueden transformarse en briquetas o pellet –comprimidos para la combustión-, este último, es un producto más pequeño con potencialidades para exportar.

Tal como vendemos carbón a Europa, el pelle podría convertirse en un producto exportable, es más limpio y tiene uso en la calefacción doméstica, acotó.

Entonces, la biomasa luego de transformada adquiere valor agregado. Es decir, se obtiene un producto con características particulares y con un uso determinado, un importante nicho de mercado.

Otro beneficio de utilizar la biomasa forestal, continuó, sería abaratar los costos de la madera porque a su valor se suman todos los gastos del proceso y actualmente se pierde el 48 por ciento.

La venta de briquetas y pellet también puede satisfacer las necesidades de la industria nacional como puede ser la cárnica, es una forma de sustituir los combustibles fósiles, agregó.

El grupo aportaría un combustible nacional a buen precio, reflexionó, en ocasiones el programa alimentario está limitado porque algunos procesos industriales necesitan energéticos fósiles y mayormente se utiliza diesel.

Esa alternativa podría ser una solución y a corto plazo contribuir con la sustitución de carburantes fósiles, reiteró Carbonell.

Esos proyectos requieren financiamientos y la II Feria Internacional de Energía Renovables –del 22 del 25 de junio- fue una oportunidad para contactar posibles compañías extranjeras interesadas en invertir en Cuba e igualmente relacionarse con las entidades nacionales.

Un ejemplo es el memorando de entendimiento rubricado entre seis entidades, una de ellas la compañía india Ancur con presencia en Cuba desde 2011 y especializada en la tecnología de gasificación, asimismo se encadenaran con otras entidades nacionales. Al final todas estas acciones tributarían a las proyecciones del país de lograr para el 2030 el 37 por ciento de la generación electrica mediante el empleo de las fuentes limpias, concluyó