Las zonas sur y suroeste de Puerto Rico recibieron este domingo el impacto directo del huracán Fiona, cuyo ojo tocó tierra entre Lajas y Cabo Rojo, destruyendo estructuras con vientos en ráfaga de hasta 103 millas por hora y provocando inundaciones y deslizamientos de terreno por la acumulación de entre ocho y 13 pulgadas de lluvia, en lo que ya se perfila como una catástrofe de multimillonarias pérdidas.
Fiona, cuyos efectos se sintieron en todo Puerto Rico y auguran una larga recuperación, también causó un apagón general, deterioró las condiciones marítimas y dejó, al menos, 1.325 refugiados, una cifra que amenazaba con aumentar anoche.
Debido a la crecida de ríos, cientos de personas fueron desalojadas y rescatadas, tanto por la Guardia Nacional como por autoridades municipales, en pueblos como Caguas, Cayey, Maunabo, Yabucoa, Salinas, Guayama y Bayamón, entre otros.
En Utuado, familias quedaron incomunicadas por el colapso de dos puentes; y a través del país, decenas de carreteras permanecían intransitables por derrumbes y árboles y postes caídos.
El Gobernador Pedro Pierluisi informó que, a partir de hoy, iniciará el análisis de daños, con la expectativa de tener un cuadro detallado los próximos días.
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés), el ojo de Fiona entró por Punta Tocón, a las 3:20 p.m., con vientos máximos sostenidos de 85 millas por hora. Fue el primer huracán en tocar suelo boricua desde María, cuyo quinto aniversario se cumple mañana.
La ráfaga de 103 millas por hora se registró en Ponce, detalló Ernesto Morales, coordinador de avisos del Servicio Nacional de Meteorología (SNM). Añadió que las lluvias asociadas al ciclón continuarán hoy y posiblemente mañana, pudiéndose acumular hasta 30 pulgadas.
El presidente Joe Biden aprobó ayer mismo una declaración de emergencia, que permitirá a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) asistir al gobierno estatal en medidas de protección inmediatas. Luego, pudiera emitirse una declaración de desastre para asistir en la recuperación.
Al cierre de esta edición, no se conocían incidentes significativos en la zonas este y noroeste, mientras que alcaldes del sur y suroeste no habían podido salir a la calle a actualizar sus reportes de daños porque las condiciones seguían deterioradas.
“Esto es un desastre”
Más temprano, el alcalde de San Germán, Virgilio Olivera, anticipó que los efectos de Fiona en el suroeste serían devastadores. A las 5:00 p.m., los ríos Guanajibo y Duey se habían salido de sus cauces y gran parte de las carreteras en este pueblo estaban incomunicadas. “Esto es un desastre, honestamente. La situación en esta zona va a ser bien fuerte”, lamentó.
Su homólogo de Maricao, Wilfredo Ruiz, informó que de 300 a 400 familias de su municipio y Sabana Grande estaban incomunicadas porque la carretera PR-120, que conecta a ambos pueblos, estaba obstruida.
Olivera, Ruiz y el alcalde de Lajas, Jayson Maldonado, lamentaron que pocos ciudadanos respondieron al llamado de movilizarse a los refugios, pese a residir en áreas susceptibles a inundaciones, deslizamientos y otras amenazas.
En Guánica y Yauco, la preocupación de los alcaldes Ismael “Titi” Rodríguez y Ángel Luis Torres, respectivamente, eran los daños de Fiona sobre las estructuras afectadas, en 2020, por los terremotos. En ambos pueblos, hay familias que aún esperan por nuevas residencias.
“Somos un pueblo que está lastimado por lo que son los terremotos y huracanes anteriores, y esa es una de nuestras preocupaciones. Pero, también somos un pueblo resiliente, y esas experiencias nos han enseñado”, dijo Rodríguez.
De otra parte, el alcalde de Maunabo, Ángel Omar Lafuente, informó que un hombre de 70 años perdió el techo de su residencia de madera, en la comunidad Hemajagua, a causa de los vientos. El hombre, que estaba en buen estado, fue escoltado hasta la casa de un familiar.
Lafuente añadió que personal de la Oficina de Manejo de Emergencias Municipal (OMME) de Maunabo rescató a una familia que quedó atrapada en la PR-759. Contó que el agua del río Maunabo estaba entrando a su residencia y decidieron salir, pero quedaron pillados.
La Guardia Nacional y la OMME de Salinas desalojaron parte de las comunidades Playa, Playita y la urbanización Las Margaritas, ya que el río Nigua amenazaba con desbordarse.
Carlos Reyes, director de la Zona de Guayama del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Nmead), añadió que unas 20 personas también fueron desalojadas en la comunidad Mosquito, en ese pueblo, debido a la marejada ciclónica.
En Juana Díaz, seis familias también perdieron sus techos, en los barrios Jacaguas, Arús, Río Cañas Arriba y Río Cañas Abajo, indicó el director de la OMME, Ángel Feliciano. Reconoció que el acceso a las casas se veía dificultado por la cantidad de árboles caídos en las carreteras.
Mientras, en Villalba, Jayuya y Adjuntas, la preocupación eran los deslizamientos debido a las lluvias.
(Con información de El nuevo dia. com)
Fiona transita sobre extremo este de República Dominicana
Sus vientos máximos sostenidos continuaron ascendiendo hasta 150 kilómetros por hora, con rachas superiores y su presión central descendió a 977 hectoPascal, sin embargo, continúa siendo un huracán categoría uno en la escala Saffir Simpson, de un máximo de cinco.
A las seis de la mañana, la región central de Fiona se estimó en 18.6 grados de latitud Norte y 68.7 grados de longitud Oeste, posición que lo sitúa sobre el extremo oriental de República Dominica, a unos 40 kilómetros al este de Punta Cana. Continúa desplazándose al noroeste ahora a 13 kilómetros por hora.
En las próximas 12 a 24 horas el centro del huracán Fiona continuará moviéndose sobre el este de República Dominica, con similar rumbo y velocidad de traslación hasta emerger a los mares al norte de este país en la tarde, en donde se espera que continúe fortaleciéndose.
El próximo Aviso de Ciclón Tropical se emitirá a las seis de la tarde de este lunes.