Luego de una semana de sesiones en Interlaken, Suiza, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó el lunes el estudio Cambio climático 2023, en el que refuerza la advertencia sobre el alcance del calentamiento global y recalca que es vital una reducción profunda, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero en el tiempo restante hasta 2030.
Las temperaturas ya han aumentado 1.1 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales como consecuencia de más de un siglo de quema de combustibles fósiles, el uso desigual e insostenible de la energía y el suelo.
“Esto ha dado lugar a fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos que han causado impactos cada vez más peligrosos sobre la naturaleza y las personas en todas las regiones del mundo”, señaló el IPCC.
Según el grupo de expertos, se prevé que la inseguridad alimentaria e hídrica provocada por el clima aumente con el calentamiento. Cuando los riesgos se combinan con otros fenómenos adversos, como pandemias o conflictos, se vuelven aún más difíciles de gestionar.
El panel de expertos sobre cambio climático de la ONU afirmó que, si se quiere mantener la temperatura a 1.5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, uno de los objetivos del Acuerdo de París, será necesaria una reducción profunda, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores durante esta década.
“Para que ese objetivo tenga alguna posibilidad de alcanzarse, las emisiones deben reducirse ahora y casi a la mitad de aquí a 2030”, subrayaron en el informe.
El informe del IPCC condensa los seis reportes formulados por el grupo de científicos y expertos desde el 2014. Según el informe:
- Aproximadamente 3 600 millones de personas se encuentran en contextos “altamente vulnerables al cambio climático”.
- Los Gobiernos del mundo se han quedado cortos en la lucha contra el cambio climático y urge una acción conjunta más rápida.
- Ha habido falta de compromiso del sector privado y de los ciudadanos. También, presupuestos insuficientes para la investigación, y poco interés político de los Gobiernos.
- El cambio climático ha provocado un aumento sustancial en la intensidad de los desastres naturales, lo que resulta en daños irreversibles a los ecosistemas y fuertes afectaciones a la vida de poblaciones en riesgo.
- El 2035 es la nueva fecha límite que la humanidad tiene para bajar drásticamente las emisiones de CO2 a la atmósfera.
- Urge reducir los costos de las energías renovables (incluidas la solar y la eólica) para facilitar la reducción del uso de combustibles fósiles, responsables de la mayor parte de emisiones de gases de efecto invernadero.
La solución propuesta por el IPCC es el “desarrollo resiliente al clima”, lo cual conlleva integrar medidas de adaptación al cambio climático y acciones para reducir o evitar las emisiones de gases de efecto invernadero de forma que se obtengan beneficios más amplios.
Entre los pasos para ese objetivo están el mayor acceso a energías limpias, la electrificación con bajas emisiones de carbono, la promoción del transporte con cero o pocas emisiones y la mejora de la calidad del aire, que con su efecto positivo en la salud generaría beneficios económicos del mismo peso, e incluso mayores, que los costos de las acciones para reducir las emisiones.
“Las mayores ganancias en bienestar podrían provenir de dar prioridad a la reducción del riesgo climático para las comunidades de bajos ingresos y marginadas, incluidas las personas que viven en asentamientos informales”, dijo Christopher Trisos, uno de los autores del informe.
“La acción climática acelerada sólo será posible si se multiplica la financiación. Una financiación insuficiente y desajustada está frenando el progreso”, agregó.
Los expertos del IPCC insistieron en el poder de los Gobiernos para ir eliminando los obstáculos a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, con el empleo de financiación pública y señales claras a los inversores, y la ampliación de medidas políticas de eficacia probada.
Destacaron los cambios en el sector alimentario, la electricidad, el transporte, la industria, los edificios y el uso del suelo como vías importantes para reducir las emisiones, a lo que se suman la adopción de estilos de vida bajos en carbono, que mejorarían la salud y el bienestar.
“La transformación tiene más probabilidad de éxito cuando hay confianza, cuando todos colaboran para dar prioridad a la reducción de los riesgos y cuando los beneficios y las cargas se reparten equitativamente”, declaró el presidente del IPCC, Hoesung Lee.
“Este Informe de síntesis subraya la urgencia de tomar medidas más ambiciosas y muestra que, si actuamos ahora, todavía podemos asegurar un futuro sostenible habitable para todos”, añadió.
En un mensaje en video publicado el lunes, el secretario general de la ONU, António Guterres, describió el informe como una “guía práctica para desactivar la bomba de relojería climática”.
La acción climática es necesaria en todos los frentes: “Todo, en todas partes, todo a la vez”, dijo en referencia a la ganadora del Óscar a la mejor película de este año.
El jefe de la ONU ha propuesto al grupo de economías altamente desarrolladas del G20 un Pacto de Solidaridad Climática, en el que todos los grandes emisores hagan esfuerzos adicionales para reducirlas.
Como parte del Pacto, los países más ricos movilizarían recursos financieros y técnicos para apoyar a las economías emergentes en un esfuerzo común para garantizar que la temperatura global no aumente más de 1.5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Guterres anunció que presentará un plan para impulsar los esfuerzos que permitan alcanzar ese pacto mediante una agenda de aceleración, que implicaría que los países desarrollados se comprometan a llegar a cero emisiones netas lo más cerca posible de 2040, y los en desarrollo, lo más cerca posible de 2050.
La agenda de aceleración contempla el fin del uso del carbón, la generación de electricidad con cero emisiones para 2035 en todos los países desarrollados y para 2040 en el resto del mundo, y el cese de las licencias y la financiación para nuevos yacimientos de petróleo y gas, y de cualquier expansión de las reservas de petróleo y gas existentes.
El secretario general de la ONU explicó que esas medidas deben ser acompañadas con protección de las comunidades más vulnerables, aumento de la financiación y las capacidades para la adaptación y las pérdidas y daños por el cambio climático.
Igualmente, por la promoción de reformas para garantizar que los bancos multilaterales de desarrollo proporcionen más subvenciones y préstamos y movilicen plenamente la financiación privada.
La próxima conferencia mundial sobre el clima se celebrará en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre.
Guterres afirmó que, para entonces, espera que las naciones del G20 se hayan comprometido a nuevas y ambiciosas contribuciones determinadas a nivel nacional para el conjunto de las economías, que abarquen todos los gases de efecto invernadero y tengan claros objetivos de reducción absoluta de emisiones para 2035 y 2040.
(Con información de Noticias ONU)