La temporada ciclónica, que se extiende del 1 de junio a 30 de noviembre, pone en alerta constante a las autoridades, especialistas y sistema de Defensa Civil para minimizar los posibles daños económicos y, en especial, preservar la vida de las personas.
En la materialización de todo ese sistema de aviso temprano desempeñan un papel de primer orden las estaciones meteorológicas y, muy en particular, el radar de Punta del Este, donde los expertos monitorean el área geográfica del Caribe las 24 horas de los 365 días del año.
Somos los encargados de transmitir la información precisa y sistemática en tiempo real al Instituto de Meteorología y, por supuesto, al Centro Meteorológico Municipal con el pronóstico a corto y muy corto plazo sobre la trayectoria y evolución de los fenómenos meteorológicos que nos afecten, refirió el ingeniero Andrés Guevara Rincón.
Agregó el especialista en radares que además mantienen comunicación e intercambio de información con otros centros de observación meteorológica de países vecinos.
Por su ubicación en el punto más oriental del territorio pinero es, en todo el país, el más cercano al área donde se forma la mayor cantidad de huracanes al final de la temporada ciclónica: el mar Caribe central, al sur de Isla de la Juventud y lo más complejo es que entre su formación, desarrollo y paso por el territorio o sus cercanías, transcurren muy pocas horas, lo que acorta el tiempo para adoptar medidas necesarias para la prevención de riesgos, explicó.
Acotó Guevara Rincón que al radar de Punta del Este le llaman, y no sin razón, los “Ojos del Caribe”. Por su alcance —con un radio de 500 kilómetros— es uno de los más importantes vigilantes meteorológicos en esta parte del mar Caribe y un poco más allá.
La combinación de tecnología avanzada y la dedicación de los especialistas aseguran la eficacia de la información y que Isla de la Juventud esté siempre preparada para enfrentar la furia de los huracanes, en esta temporada cada calendario.