No hay edad para las tecnologías

Con frecuencia se aduce como un impedimento para el uso y acceso a las tecnologías la cuestión generacional o de la edad de las personas. Y aunque resulta lógico que quienes desde su infancia se desenvuelven en un ambiente digital posean mayores destrezas, resulta un estereotipo y hasta una discriminación, negarle ese derecho al adulto mayor. 

Una de las experiencias que pudo conocerse recientemente en el X Taller de Atención Ciudadana, Protección al Consumidor, Comunicación Institucional y Calidad (Caliprot 2022), que realiza el Ministerio de Comunicaciones, apunta hacia la ruptura de ese enfoque incorrecto: el Geroclub. 

Los Geroclubs constituyen uno de los servicios o programas novedosos que despliegan en el país los Joven Club de Computación, al desarrollar cursos y actividades de aprendizaje y socialización con personas adultas mayores de la comunidad. 

En particular, en Caliprot 2022 se expuso el caso de los Joven Club en la provincia de Villa Clara, aunque no es una iniciativa exclusiva de ese territorio central, comenta para Haciendo Radio, el periodista Francisco Rodríguez Cruz. 

 


Foto: tomada de Twitter

Grisel Cruz Cerza, una de sus impulsoras, explicó la acogida positiva de esas idea en todos los municipios villaclareños, al sumar a abuelas y abuelos en la adquisición de habilidades con programas informáticos, la telefonía celular y el acceso y consumo de productos propios de los Joven Club como La Mochila, un servicio de compendio de materiales audiovisuales para consumir en el hogar sin necesidad de conexión. 

Música, cocina, literatura, manualidades, son algunas de las opciones que las personas ancianas en Villa Clara pueden disfrutar, a través de las tecnologías de la comunicación y las enseñanzas en los Joven Club, de modo gratuito y desde otra perspectiva, en lo que se convierte además en una forma de socializar y mejorar su calidad de vida. 

En un país con una población envejecida, con un porcentaje de mayores de 60 años ya superior al 20% y una expectativa de vida superior a los 78 años, es necesario además que ese segmento con más experiencia vital y madurez en sus análisis tampoco quede fuera de la participación en redes sociales y otras plataformas participativas de Internet. 

Por ese motivo, cada vez hay que crearle a ese segmento poblacional en expansión mejores condiciones para su participación digital, tanto para continuar su aporte concreto en trabajos que puedan y quieran hacer, como para su propia realización y esparcimiento. 

Y aunque el nombre de Geroclub tal vez no sea el ideal, sin dejar de resultar original, es muy loable ese proyecto de los Joven Club de Computación que se suma a la informatización de la sociedad cubana, sin dejar atrás a nadie, mucho menos a quienes en muchos aspectos de la vida -y no solo en el uso de las tecnologías- deberíamos siempre, como hacemos en muchos espacios digitales, “seguir”, darles “me gusta” y “compartir” sus enseñanzas y valores.