Manual para padres impacientes: Las vacaciones o tengo hambre, estoy aburrid@

Qué calor, ¿verdad? Aunque ya los termómetros hacía rato que lo anunciaban, llegó el verano y con él las vacaciones, al menos para los que estudian.

Pero no es un secreto para nadie que los padres y madres trabajadores solo pueden salir un mes en el año y eso claro, dividido en dos quincenas, lo cual hace imposible permanecer en casa al tiempo que nuestros hijos e hijas. Julio y agosto terminan por convertirse en la jornada: trae tu hijo al trabajo o llama cada cinco minutos para saber qué está haciendo.

Supone un reto para la imaginación y muchas veces el bolsillo y las reservas en el refrigerador, mantener ocupada a esta banda de veraneantes domésticos que saquean despensas y elevan el costo de la factura de la electricidad pues se la pasan pegados a la televisión, metidos de cabeza en las neveras como si lo que vieron dentro hace cinco minutos fuera a variar por arte de magia; despatarrados sobre los sillones hartos de ensayar posturas diversas para evadir el calor con los ventiladores en las caras; masticando galletas, mangos, chucherías, chupando anoncillos y sorbiendo ávidos cuanto jugo o batido salga de las frutas tropicales.

Pero siempre, a pesar de los días de playa, los viajes a las casas de los abuelos, primos y mejores amigos, las piyamadas, las carreras en la acera jugando a los escondidos, la pelota o el fútbol; pese a los arañazos por aterrizajes forzosos con la bicicleta o los patines, las 24 horas de programación televisiva y los megas de la biblioteca digital que tienes en casa, oirás esta frase, palabras más palabras menos: tengo hambre, estoy aburrido.

Manual para padres impacientes es un podcast coproducido entre el periódico ¡ahora! y Cubadebate y presentado por la periodista holguinera Liset Prego.

Puede escuchar los episodios anteriores aquí: