Las autoridades iniciaron la búsqueda una semana atrás en la zona por donde se estima que Díaz ingresó al mar para realizar su habitual entrenamiento de apnea, según informó el periódico local Girón de la demarcación.
El joven fue visto por última vez en un lugar próximo a la salida del canal de Paso Malo, en la península de Hicacos, Matanzas.
Díaz, de 22 años de edad, solía realizar este tipo de ejercicio en esa franja de agua no muy lejos de la orilla.
El teniente coronel William González Hernández, jefe de la Defensa Civil de la Región Militar Matanzas, había confirmado a los medios locales que en las labores de búsqueda no se escatimaron esfuerzos ni recursos.
En la pesquisa submarina participaron el Grupo de Rescate y Salvamento del Cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil, buzos de rescate de la Marina Marlin y fuerzas de la Cruz Roja.
También estuvieron presentes especialistas de Medicina Legal, y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente para identificar los movimientos de las corrientes y la marea.
En declaraciones al periódico Granma, Yuri Díaz Montenegro, su padre, argumentó la posibilidad de que el joven permaneciera demasiado tiempo bajo el mar durante el entrenamiento.
«Quizás se confió demasiado y estuvo mucho tiempo en el agua con los contrapesos, sin percatarse del cambio de tiempo unas horas más tarde», comentó el progenitor del fallecido.