Naciones Unidas, 8 oct.- La embajadora de Cuba en ONU, Ana Silvia Rodríguez, expuso los avances de su país en materia de igualdad de género y el compromiso del Gobierno de seguir trabajando en el tema.
Para avanzar hacia la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer es preciso un orden internacional más justo y equitativo, que erradique la pobreza y el hambre, ponga fin a los conflictos bélicos, privilegie al ser humano por encima del capital y preserve el medio ambiente, destacó.
Mi país, que muestra resultados tangibles en el avance y empoderamiento de mujeres y niñas, fue el primero en firmar y el segundo en ratificar la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, recordó al intervenir en la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU.
Ahora, la nueva Constitución mantiene y reafirma el principio de igualdad y no discriminación, y asegura a las mujeres el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, y las protege de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones y espacios al crear mecanismos institucionales y legales para ello, señaló la diplomática.
Todo esto, añadió, refuerza el compromiso del Estado cubano con el principio de igualdad de género.
En Cuba, continuó, la presencia de las mujeres en la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) asciende a un 53,22 %: el segundo del mundo con mayor participación femenina.
Además, la educación universal y gratuita es fundamento estratégico para impulsar la participación y empoderamiento de mujeres y las niñas, así como avanzar en la erradicación de prejuicios y todo tipo de discriminación y violencia, destacó.
Los derechos sexuales y reproductivos, incluidos el derecho al aborto y la elección libre y responsable sobre su fecundidad, están garantizados y forman parte de los servicios de salud, indicó Rodríguez.
Pero la eliminación de la violencia contra mujeres y niñas requiere acabar con la imposición de las medidas coercitivas unilaterales que impiden el completo desarrollo de ellas, recalcó la diplomática cubana.
En este sentido, el recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba por casi 60 años es un gran obstáculo y constituye una forma de violencia directa e indirecta que impacta y entorpece el disfrute de los derechos fundamentales de las mujeres cubanas, incluyendo su derecho al desarrollo.
Casi 25 años después de la Declaración y Programa de Acción de Beijing, en todo el mundo se registran avances: el número de niñas escolarizadas aumentó, así como el de mujeres que trabajan de forma remunerada y las que son elegidas para tener responsabilidades públicas y funciones de liderazgo, detalló.
Las mujeres han adquirido mayores derechos de propiedad y herencia de bienes al casarse y divorciarse en los mismos términos que los hombres y de acceso al empleo. Sin embargo, observó, pese a que estos logros son importantes, todavía no puede decirse que, a nivel mundial, hombres y mujeres disfruten de iguales derechos.
Para concluir, la representante permanente alterna de Cuba ante la ONU reafirmó la voluntad política de su país de cumplir con los acuerdos internacionales adoptados en materia de derechos de la mujer.