Cinismos y Bloqueos

El presidente estadounidense Donald Trump optó en un principio por el negacionismo sobre la amenaza que se cernía sobre su país y el mundo. Alabó su “inteligencia” y habló de una simple gripe y de alarma basada en noticias falsas. Su manejo de la crisis ha sido muy criticado por errático y poco efectivo. Estados Unidos tiene hoy mas de 59 mil casos positivos por COVID-19 y 804 fallecidos. Nueva York, en especial, vive tiempos de zozobra.

Llegó incluso a ordenar que prohibieran o limitaran las pruebas de identificación para mostrar si la persona está o no contagiada de COVID-19 y se rehusó a dejar atracar un crucero infestado frente a las costas de California porque no quería elevar las estadísticas de enfermos de los Estados Unidos.

Es el mismo mandatario que recortó en 20% los Programas Federales para Urgencias Infecciosas, eliminó la unidad de pandemias dentro del Consejo de Seguridad Nacional e hizo grandes recortes en la investigación de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), incluyendo investigaciones en los coronavirus.

Cuando la alarma cunde en la ciudadanía y la opinión pública se cuestiona el rumbo de la Casa Blanca, Trump sale a diario en la tele para intentar dar la imagen de saber timonear el barco, utilizando un lenguaje ultranacionalista que llama a la movilización en contra del “virus extranjero” enviado por un país hostil, China. Su mirada no anda en la tragedia de marzo sino en la posible debacle electoral de noviembre.

Su prepotencia imperial lo lanzó a ofrecer millones para apropiarse de una posible vacuna desarrollada en Alemania como cura “sólo para Estados Unidos”, según denunciaban medios de la nación europea.

Al ritmo de sus mensajes muy “americanos” se multiplican los desvaríos bárbaros en la gran nación del Norte. Un vicegobernador de Texas ha dicho que para salvar la economía las personas mayores deben estar dispuestas a morir.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, en Washington, EE.UU., el 23 de marzo de 2020

A la par de ese panorama trágico en lo interno, la administración imperial insiste en mantener las draconianas sanciones contra países como Cuba, Venezuela e Irán. El bloqueo y las medidas económicas contra esas naciones cobran mayor viso de genocidio en medio de la pandemia. Alimentos, medicinas, medios de bioseguridad para quienes enfrentan la enfermedad y otros materiales necesarios se hacen difíciles de adquirir para estos países y limitan su capacidad de enfrentamiento a una tragedia que es global.

El Servicio Mundial de Iglesias instó este martes al gobierno de los Estados Unidos a levantar el bloqueo que mantiene contra estos países. "El tiempo es crítico. La urgencia de actuar se intensifica cada día, y cada vida que se puede salvar, debe salvarse. Todas las personas son igualmente importantes para Dios, ya sean estadounidenses, iraníes o venezolanos", dice el comunicado de la institución religiosa.

El vicepresidente ejecutivo del CWS, Maurice Bloem, reconoció que las diferencias políticas e ideológicas existentes entre los gobiernos de los países bloqueados y el Gobierno estadounidense, no deben ser razón alguna para considerar a sus pueblos como enemigos.

Una campaña de firmas encabezada por el profesor cubanoamericano Carlos Lazo a través de plataformas digitales ha solicitado al presidente estadounidense que “ante la emergencia mundial por la plaga del coronavirus, le imploramos que levante las restricciones comerciales y financieras establecidas por los Estados Unidos hacia Cuba. Estas limitaciones, entre otras cosas, dificultan o impiden que Cuba adquiera equipos médicos, alimentos y medicinas. Le rogamos que, al menos durante el tiempo que dure esta calamidad, el gobierno norteamericano extienda una mano amiga y solidaria al pueblo cubano”.

Mientras, el Secretario General de la ONU Antonio Gutérrez llamó, en una carta dirigida al Grupo de los 20, a levantar las sanciones impuestas a diferentes países para garantizar el acceso a alimentos, suminstros de salud y asistencia, ante la pandemia de COVID-19 que enfrente hoy el mundo.

Cinismos y Bloqueos

También la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió a todos los países que «En este momento decisivo, las sanciones sectoriales deberían atenuarse o suspenderse, tanto por razones de salud pública como para reforzar los derechos y defender las vidas de millones de personas en esos países. En un contexto de pandemia mundial, las medidas que obstaculizan la atención médica en cualquier país incrementan el riesgo que todos afrontamos”.

El sector sanitario es uno de los más afectados por el bloqueo estadounidense contra Cuba. Entre abril de 2018 y marzo de 2019, las sanciones le costaron a la salud cubana 104 148 178 de dólares y le impidieron a las instituciones asistenciales acceder a medicamentos y equipos médicos producidos sólo en los Estados Unidos.

Cinismos y Bloqueos

En Venezuela, los servicios de salud han sido duramente golpeados por los cinco años de sanciones económicas de Washington y las instalaciones hospitalarias sufren desabastecimiento y contingencias. Grandes montos financieros le han sido confiscados y robados a Venezuela por los Estados Unidos, el Reino Unido y otros países europeos.

En Irán, donde al menos 1.800 personas han fallecido ya a causa del COVID-19, los informes de derechos humanos han insistido reiteradamente en la repercusión de las sanciones sectoriales sobre el acceso a equipos y medicamentos esenciales, incluidos los respiradores y el material de protección que necesitan los trabajadores sanitarios. Más de 50 médicos iraníes han fallecido a causa del virus.

Pese a tantas carencias, Cuba da nuevas muestras al mundo de su solidaridad con el mundo en medio de la tragedia. Un crucero inglés y sus pasajeros enfermos con COVID-19 son rescatados con la colaboración decisiva de Cuba, ante la negativa anterior de otros países, entre ellos Estados Unidos; un medicamento producido en Cuba (un interferón recombinante) ayudó en el tratamiento de la mortal enfermedad en China; una brigada médica cubana ha instalado un servicio sanitario de campaña en medio de la región italiana de Lombardía (la más golpeada por la enfermedad); otros cientos médicos y enfermeros cubanos han llegado a naciones del Caribe, Venezuela y Nicaragua para aportar modestamente en el decisivo combate contra el nuevo coronavirus.

En una carta dirigida al Presidente cubano, el líder brasileño Luiz Inácio “Lula” Da Silva ha escrito: “Es en los momentos de crisis que conocemos a los verdaderamente grandes. Y en estas horas el pueblo de esa isla siempre se agiganta ante el mundo. La solidaridad activa, militante y revolucionaria de Cuba ya se hizo patente en diversas partes del planeta, en respuesta altiva y soberana a los que intentan imponerle el bloqueo económico y el aislamiento político.”

Pero al imperio le es casi imposible, y a esta administración más, bajarse de su prepotencia. Lejos de reconocer y apoyar el esfuerzo solidario cubano con otras naciones, el Gobierno estadounidense por medio de su embajada en La Habana Cuba difunde mensajes que atacan a la cooperación médica de Cuba y hasta amenaza a aquellos países que reciben ayuda de brigadas de salud de la nación caribeña.

    #Cuba ofrece misiones médicas internacionales a afectados por #COVIDー19 sólo para recuperar el dinero perdido por países que abandonaron este programa abusivo. Los países anfitriones que busquen la ayuda de Cuba deben examinar los acuerdos y poner fin a abusos laborales https://t.co/wZ8JhIQkUO

    — Embajada de los Estados Unidos en Cuba (@USEmbCuba) March 24, 2020

El director general para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, señaló que, en un momento de crisis, cuando Estados Unidos se está desmoronando debido a la negligencia y la avaricia de su Gobierno al tratar con la Covid-19, el Departamento de Estado norteamericano critica a las naciones que apelan a Cuba por asistencia médica. "Terrible decadencia moral", subrayó por medio de su cuenta en Twitter y reafirmó la voluntad de Cuba de prestar asistencia médica a los más necesitados en cualquier parte del mundo.

    Access to health care is a human right, above all in times of crisis. #US gov commits a crime when it attacks #Cuban medical cooperation for countries in need that request it to fight #COVID19 . Solidarity, not political greed should; that should be the moral standard. #Cuba

    — Carlos F. de Cossio (@CarlosFdeCossio) March 25, 2020

No es tiempo para el odio, la avaricia ni la irracionalidad política. En estas horas difíciles de la humanidad, solo la cooperación y la solidaridad entre las naciones y los seres humanos puede librarnos de la pandemia. Como reafirmó el Secretario General de la ONU: “Es el momento de la solidaridad, no de la exclusión”

Cuba seguirá aportando sus esfuerzos con la divisa martiana de que “Patria es Humanidad”. Como dijo el viernes pasado en la Mesa Redonda el Presidente cubano, nuestro país ayudará con modestia a “humanizar la Humanidad”.

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