La Habana, 8 abr - Las limitaciones en el acceso a tecnologías de punta para la generación energética, equipos y piezas de repuesto, a medios idóneos de protección y facilidades financieras son algunas de las regulaciones del bloqueo de Estados Unidos (EE.UU.) que han dañado el desarrollo del sector de energía y minas en Cuba, afirmó hoy la Cancillería cubana.
Refiere en su sitio web, Cubaminrex, que las pérdidas en este sector a causa del bloqueo económico, comercial y financiero estadounidense se estiman en 125 millones 282 mil 22 dólares (USD), mientras que en el grupo empresarial de la Unión Eléctrica (UNE) los daños superan los 16 millones de dólares.
Señala el sitio CubavsBloqueo, citado por Cubaminrex, que el hecho de que los principales fabricantes de equipos y piezas de repuesto para el proceso productivo han tenido que suspender sus relaciones con Cuba, es uno de los factores que más afectan la producción y los servicios de la UNE.
Esta situación, señalan, ha provocado un incremento de los costos de mantenimiento, así como pérdidas de tiempo para localizar suministradores sustitutos y mayores gastos de importación.
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Entre las empresas extranjeras que han interrumpido sus vínculos con entidades cubanas se encuentran la empresa Clyde Bergemann, fabricante de los sopletes de caldera instalados en las centrales termoeléctricas Lidio Ramón Pérez, Diez de Octubre y Antonio Guiteras; y la compañía Flender, fabricante de los reductores de circulación de las bombas de la central termoeléctrica Diez de Octubre.
Detalla la nota que la empresa mixta Moa Nickel S.A. registró también un perjuicio en sus exportaciones de aproximadamente siete millones 580 mil USD debido a que en 2019 se dejaron de producir unas 700 toneladas de sulfuros mixtos de níquel y cobalto, como consecuencia de las afectaciones en el suministro de combustible.
Durante décadas, la implementación de la política unilateral y genocida del bloqueo económico, comercial y financiero norteamericano ha causado pérdidas millonarias a la economía cubana y representa el mayor obstáculo al desarrollo de la nación caribeña.