La Habana, 4 may (Prensa Latina) Poco más de 60 mil dólares solicitó la organización Cultura Democrática a la estadounidense Fundación Nacional para la Democracia (NED) para promover en Cuba la libertad de expresión a través del arte.
Dicho proyecto subversivo, previsto del 1 de abril de 2020 al 31 de marzo de 2021, no es sin embargo el primero financiado por esa agencia del gobierno de Estados Unidos a través de Cultura Democrática, como evidencian documentos publicados anoche en el sitio www.canalcaribe.icrt.cu.
Tampoco es el primero en el que se involucran Luis Alberto Mariño y Anamely Ramos, dos cubanos que sirvieron de coordinadores en el caso de Espacios de la Memoria: Promoción de Investigación y Creación de Arte Cubano, dirigido a potenciar a Ánima, un grupo de artistas contrarios al gobierno del país antillano.
En este último, Ramos fue responsable de la gestión administrativa y tuvo a su cargo la organización de convocatorias, reuniones de trabajo, colaboración en la redacción de informes trimestrales y el monitoreo del cumplimiento de indicadores y objetivos propuestos, según los documentos publicados.
¿Quiénes son estos actores? Cultura Democrática, organización con sede en Argentina, recibió fondos de la NED por más de 47 mil dólares en 2019 y otros casi 50 mil en 2020 para sus acciones contra Cuba, de auerso con la misma fuente.
Además, su coordinadora Micaela Hierro, fue denunciada como agente de inteligencia estadounidense debido a su activa participación en la organización de foros y eventos subversivos en Nicaragua, Venezuela y la isla caribeña.
En tanto, Mariño, quien reside actualmente en Argentina, es un músico cubano con amplia participación en campañas subversivas en su país de origen, según consta en los propios documentos divulgados.
Ramos, por su parte, en estos momentos radica en México, pero fue una de las protagonistas de la falsa huelga de hambre protagonizada en noviembre pasado en el barrio habanero de San Isidro.
Desde entonces ha sido una de las caras visibles de la instigación a la movilización popular contra el gobierno, tanto con sus mensajes a través de las redes sociales como en sus publicaciones en varios sitios web financiados por agencias estadounidenses.
Ella misma encabeza un proyecto denominado El parque horizontal, nacido del programa Iniciativa Cubana para la Innovación Social y Cultural (InCuba), que dio capacitación y financiamiento a 'iniciativas innovadoras' de jóvenes cubanos, pero también exigía reportes de sus acciones.
Diseñado para una etapa de preparación entre los meses de abril y julio de 2019, y luego una fase de aplicación de lo aprendido entre agosto de 2019 y agosto de 2020, InCuba promovía la creación de medios digitales y la expansión territorial de una organización social o cultural.
También las investigaciones y publicaciones, obras culturales, exposiciones y audiovisuales acerca de temas sensibles y preocupaciones sociales, todos con un corte crítico de la sociedad cubana.
Ramos, por ejemplo, reportó a InCuba como actividades de su proyecto la organización de la campaña por la liberación de Luis Manuel Otero en marzo de 2020, cuando fue acusado por ultraje a los símbolos patrios.
Otero, quien recientemente volvió a ser noticia por realizar otra supuesta huelga de hambre y sed, en el 2019 llevó a cabo un 'performance' en el cual mostraba la bandera cubana, uno de los principales símbolos nacionales, en situaciones que violan lo establecido en las leyes del país, proceso que lo llevó a prisión.
Ramos y los colaboradores de El parque horizontal, según consta en los documentos publicados, buscaron testigos para el juicio, se reunieron con artistas e intelectuales, y elaboraron contenidos para la web y las redes, todo lo cual incluyeron en la nómina.
La activista reportó además la elaboración de dos textos suyos, uno con salida en Rialta Magazine y otro en la revista Hypermedia, relacionados con la campaña a favor de Otero.
Contradicciones de quien promueve movilizaciones espontáneas, mientras recibe pagos por sus acciones; e imagina concentraciones populares inexistentes en La Habana protestando contra el gobierno, desde su ventana en México.
Tampoco es el primero en el que se involucran Luis Alberto Mariño y Anamely Ramos, dos cubanos que sirvieron de coordinadores en el caso de Espacios de la Memoria: Promoción de Investigación y Creación de Arte Cubano, dirigido a potenciar a Ánima, un grupo de artistas contrarios al gobierno del país antillano.
En este último, Ramos fue responsable de la gestión administrativa y tuvo a su cargo la organización de convocatorias, reuniones de trabajo, colaboración en la redacción de informes trimestrales y el monitoreo del cumplimiento de indicadores y objetivos propuestos, según los documentos publicados.
¿Quiénes son estos actores? Cultura Democrática, organización con sede en Argentina, recibió fondos de la NED por más de 47 mil dólares en 2019 y otros casi 50 mil en 2020 para sus acciones contra Cuba, de auerso con la misma fuente.
Además, su coordinadora Micaela Hierro, fue denunciada como agente de inteligencia estadounidense debido a su activa participación en la organización de foros y eventos subversivos en Nicaragua, Venezuela y la isla caribeña.
En tanto, Mariño, quien reside actualmente en Argentina, es un músico cubano con amplia participación en campañas subversivas en su país de origen, según consta en los propios documentos divulgados.
Ramos, por su parte, en estos momentos radica en México, pero fue una de las protagonistas de la falsa huelga de hambre protagonizada en noviembre pasado en el barrio habanero de San Isidro.
Desde entonces ha sido una de las caras visibles de la instigación a la movilización popular contra el gobierno, tanto con sus mensajes a través de las redes sociales como en sus publicaciones en varios sitios web financiados por agencias estadounidenses.
Ella misma encabeza un proyecto denominado El parque horizontal, nacido del programa Iniciativa Cubana para la Innovación Social y Cultural (InCuba), que dio capacitación y financiamiento a 'iniciativas innovadoras' de jóvenes cubanos, pero también exigía reportes de sus acciones.
Diseñado para una etapa de preparación entre los meses de abril y julio de 2019, y luego una fase de aplicación de lo aprendido entre agosto de 2019 y agosto de 2020, InCuba promovía la creación de medios digitales y la expansión territorial de una organización social o cultural.
También las investigaciones y publicaciones, obras culturales, exposiciones y audiovisuales acerca de temas sensibles y preocupaciones sociales, todos con un corte crítico de la sociedad cubana.
Ramos, por ejemplo, reportó a InCuba como actividades de su proyecto la organización de la campaña por la liberación de Luis Manuel Otero en marzo de 2020, cuando fue acusado por ultraje a los símbolos patrios.
Otero, quien recientemente volvió a ser noticia por realizar otra supuesta huelga de hambre y sed, en el 2019 llevó a cabo un 'performance' en el cual mostraba la bandera cubana, uno de los principales símbolos nacionales, en situaciones que violan lo establecido en las leyes del país, proceso que lo llevó a prisión.
Ramos y los colaboradores de El parque horizontal, según consta en los documentos publicados, buscaron testigos para el juicio, se reunieron con artistas e intelectuales, y elaboraron contenidos para la web y las redes, todo lo cual incluyeron en la nómina.
La activista reportó además la elaboración de dos textos suyos, uno con salida en Rialta Magazine y otro en la revista Hypermedia, relacionados con la campaña a favor de Otero.
Contradicciones de quien promueve movilizaciones espontáneas, mientras recibe pagos por sus acciones; e imagina concentraciones populares inexistentes en La Habana protestando contra el gobierno, desde su ventana en México.