Durante esta etapa, el bloqueo continuó siendo el eje central de la política del Gobierno de EE. UU. respecto a Cuba, que de modo oportunista se recrudeció en el contexto de la pandemia de la COVID-19.
En el curso del presente año este sistema de medidas coercitivas unilaterales ha permanecido intacto, con severas afectaciones sobre los esfuerzos nacionales para contener la pandemia y paliar las consecuencias económicas y sociales derivadas de la misma.
Cuba vive hace casi 60 años bajo el asedio de un virus tan feroz como el que hoy azota a la humanidad. En sus seis décadas de aplicación, el bloqueo ha sido recrudecido en los momentos de mayor vulnerabilidad para el pueblo cubano. Arreciarlo en el contexto actual obliga a nuestro país a luchar contra la mayor pandemia en décadas y contra el sistema de medidas coercitivas más largo y abarcador de la historia. No existe justificación alguna para tamaña crueldad.
El Gobierno de Estados Unidos identificó en la crisis generada por la COVID-19 una aliada para su política hostil contra Cuba. La malvada intención de fortalecer el bloqueo en esta coyuntura revela su particular rostro inhumano y el marcado interés de aprovechar la recesión económica que acompaña a la pandemia para promover inestabilidad social y rendir al pueblo cubano por hambre, carencias y necesidades.
El bloqueo es real y es el principal escollo para avanzar en la búsqueda de la prosperidad y el bienestar de la población cubana. Desconocer su existencia sería no solo faltar a la verdad, sino también insultar a un pueblo que no ha conocido otro paradigma de desarrollo que aquel marcado por el más cruento bloqueo aplicado contra país alguno.
LEYES ESTADOUNIDENSES QUE SE MANTUVIERON VIGENTES DURANTE EL PERIODO
- Ley de Comercio con el Enemigo de 1917.
- Ley de Asistencia Exterior (1961)
- Regulaciones para el Control de Activos Cubanos del Departamento del Tesoro.
- Ley para la Administración de las Exportaciones (1979).
- Regulaciones para la Administración de las Exportaciones (ear por su sigla en inglés, 1979).
- Ley para la Democracia Cubana o Ley Torricelli (1992).
- Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubanas o Ley Helms-Burton (1996) (Actualmente, permanecen vigentes 34 procesos judiciales al amparo del Título iii de la Ley Helms-Burton).
- Sección 211 de la Ley de Asignaciones Suplementarias y de Emergencia que prohíbe el reconocimiento por los tribunales estadounidenses de los derechos de empresas cubanas sobre marcas asociadas a propiedades nacionalizadas.
- Ley de Reforma a las Sanciones Comerciales y Ampliación de las Exportaciones (2000).
IMPACTO SICOLÓGICO
El impacto sicológico que generan tales afectaciones en el contexto de la COVID-19 rebasa con creces cualquier cifra.
No es posible contabilizar la angustia de un cubano que no puede acceder a un medicamento específico porque una entidad estadounidense se negó o se le prohibió enviar los insumos necesarios para su producción.
No se puede medir la impotencia que causa la imposibilidad de materializar donativos y compras realizadas en el exterior para enfrentar la pandemia, porque las compañías involucradas en su transportación cuentan con una sociedad estadounidense como accionista y temen ser objeto de medidas punitivas.
No hay método que cuantifique el riesgo que implica realizar una transacción en concepto de importación de alimentos, que podría ser congelada o denegada por una entidad extranjera que no desea verse sometida a multas millonarias por no acatar las arbitrarias leyes estadounidenses.
No hay manera de justificar la desesperación de un ingeniero que no puede obtener los softwares que necesita para su actividad profesional.
SALUD
Las afectaciones ascendieron a 198 millones 348 mil dólares entre abril y diciembre de 2020. Esta cifra, si bien abarca un periodo de tiempo más corto (solamente nueve meses), supera en 38 millones la reportada entre abril de 2019 y marzo de 2020.
El Gobierno estadounidense obstaculizó deliberadamente la importación de insumos necesarios para enfrentar la COVID-19.
El 18 de noviembre, el Departamento de Transporte denegó, por indicación del Departamento de Estado, una solicitud de las aerolíneas ibc Airways, Inc. y Skyway Enterprises, Inc. para operar vuelos a Cuba con carga humanitaria.
Continúa obstaculizando el acceso de Cuba a tecnologías médicas con más de un 10 % de componentes provenientes de EE. UU., así como la obtención de más de 30 productos e insumos que se requieren con urgencia para los protocolos de prevención y tratamiento de la COVID-19.
Impide que Cuba acceda a rutas logísticas de transportación más rápidas y expeditas, lo que obliga a trasladar las cargas con suministros médicos por varios países con un elevado costo adicional.
Creciente negativa de instituciones financieras y bancarias en diversos países a tramitar operaciones con Cuba, lo que ha impedido realizar oportunamente las transacciones financieras con los proveedores de los insumos adquiridos, así como la ejecución de donaciones ofrecidas por diferentes organizaciones para el enfrentamiento a la pandemia.
Las empresas alemanas Sartorious y Merck, así como Cytiva y otros proveedores habituales de material de laboratorio, reactivos e insumos, debido al recrudecimiento del bloqueo detuvieron sus suministros hacia Cuba en 2020.
El país no pudo acceder a un total de 32 equipos e insumos relacionados con la producción de candidatos vacunales contra la COVID-19 o con la ejecución de etapas que permiten la culminación de los estudios clínicos de la vacuna, entre estos, equipamiento para la purificación de los candidatos vacunales, aditamentos para equipos de producción, tanques y cápsulas de filtración, solución de cloruro de potasio, timerosal, bolsas y reactivos.
Cuba debió recurrir a otros proveedores como intermediarios, lo que supuso un incremento de precio, el que osciló entre el 50 y el 65 % del establecido históricamente, dada la imposibilidad de contratar directamente al fabricante.
Afectó la labor de varias entidades de la industria biofarmacéutica cubana, incluidas el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Instituto Finlay de Vacunas, la Empresa Laboratorios aica y la Empresa Exportadora Importadora FarmaCuba, vinculadas directamente a los esfuerzos del país por enfrentar la pandemia.
La prolongación de la campaña de descrédito contra la cooperación médica que ofrece Cuba resultó particularmente perversa e inmoral en este contexto.
SECTOR AGROALIMENTARIO
Las afectaciones a la producción y a los servicios en el sector agropecuario, las trabas en las operaciones monetario-financieras, los costos adicionales por la reubicación geográfica del comercio y otros obstáculos para adquirir tecnologías y combustibles, impactaron gravemente en la producción y la adquisición de alimentos en Cuba, generando afectaciones por un valor de 330 millones 466 mil dólares.
SECTOR MONETARIO-FINANCIERO
Las afectaciones monetario-financieras alcanzaron los 404,2 millones de dólares, cifra que representa un incremento del 42 % con respecto a la reportada en el periodo abril 2019-marzo 2020.
El Departamento de Estado de EE. UU. amplió en varias ocasiones la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, con las cuales personas sujetas a la jurisdicción estadounidense tienen prohibido realizar operaciones.
Hasta la fecha, el listado comprende 231 empresas, en su mayoría vinculadas a la red de comercio minorista del país, el sistema de abastecimiento de las necesidades más importantes para la economía y la población, todas las instalaciones hoteleras de la nación y varias instituciones del sector financiero.
La inclusión de las entidades Fincimex y American International Services (ais) en junio y septiembre de 2020, respectivamente, y la imposibilidad de tramitar remesas mediante ellas, eliminó los principales canales formales para realizar los envíos. Los efectos de este anuncio, combinados con las restricciones adoptadas previamente, sirvieron de colofón para imponer mayores dificultades a los vínculos entre las familias cubanas en ambos países, ya fuertemente golpeados por la COVID-19.
La persecución financiera se ha convertido en una despiadada cacería, perjudicando nuestras transacciones con terceros países, nuestra capacidad de pago y cobro, y la posibilidad de acceder a créditos.
Persiste la imposición de medidas coercitivas por parte de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (ofac) del Departamento del Tesoro de EE. UU. a entidades estadounidenses y de terceros países por supuestas violaciones del bloqueo. Entre 2017 y 2020, el monto total de estas penalizaciones ascendió a unos 3 mil 761 millones 876 mil 629 dólares.
VIAJES
Los viajes constituyeron también un blanco de ataque recurrente en este periodo. A las medidas adoptadas en los últimos años, se sumó la suspensión de los vuelos chárter privados a todo el país, excepto a La Habana, cuyas frecuencias fueron también limitadas.
Igualmente, se eliminó la autorización a personas sujetas a la jurisdicción estadounidense a asistir u organizar
reuniones o conferencias profesionales en Cuba, así como la realización de transacciones relacionadas con actuaciones públicas, clínicas, talleres, exposiciones, competiciones deportivas y de otro tipo.
La prohibición del arribo de cruceros estadounidenses a Cuba desde 2019, las restricciones a los vuelos, la eliminación de las vías expeditas para el envío de remesas, la suspensión del programa de reunificación familiar, así como el cese de los servicios consulares en el territorio nacional y su ubicación en terceros países, han impactado esencialmente al pueblo cubano.
TELECOMUNICACIONES
Las modificaciones a las Regulaciones para el Control de las Exportaciones en virtud de la designación de Cuba como «adversario extranjero» por el Departamento de Comercio en 2020, implicó el recrudecimiento de los controles a la exportación de tecnologías asociadas a este sector.
Estas trabas, junto a las impuestas en los últimos cuatro años, coartan el flujo de información y la masificación del acceso a internet en Cuba, dificultan y encarecen la conectividad, y condicionan la entrada de los usuarios cubanos a diversas plataformas virtuales.
También obstaculiza acuerdos previamente establecidos, como el proyecto de alquiler de capacidad de cable submarino entre Etecsa y la compañía Cable & Wireless Networks. Esta última solicitó la licencia requerida a la Comisión Federal de Comunicaciones de EE. UU. en septiembre de 2018, y en octubre de 2020 retiró esa solicitud, dado que aún no había sido respondida.
La cancelación de cuentas de medios de comunicación cubanos en varios sitios digitales ha sido también recurrente.
Durante la pandemia se han rechazado ofertas para la ejecución de cursos a distancia y la participación en eventos online, debido a que varios sitios de videoconferencias se encuentran bloqueados para nuestro país, como es el caso de Cisco Webex y Zoom. Lo anterior ha obstaculizado también la presencia de Cuba en reuniones virtuales convocadas por organismos internacionales, incluidos los del sistema de Naciones Unidas.
CUBA NO ESTÁ SOLA
En medio de este torbellino de medidas unilaterales, Cuba no ha estado sola. La bandera cubana ha ondeado en las caravanas que, en más de 50 ciudades del mundo, varias de ellas estadounidenses, han tendido puentes para reclamar el fin del bloqueo, y para llamar al actual presidente Joe Biden a revertir las más de 240 medidas que su predecesor Donald Trump impuso contra nuestro país.
Como el virus que causa esta pandemia, el bloqueo separa, asfixia y hostiga. Sortear las vicisitudes que de él se derivan no ha sido tarea fácil sino un empeño en el que el papel primordial lo ha tenido la resistencia del pueblo cubano y su indeclinable decisión de defender la Patria libre, soberana e independiente.
Cada cubano y cubana, dentro y fuera del país, ha vivido en carne propia el ensañamiento injusto y desproporcionado del gobierno de una nación que no concibe la idea de un modelo alternativo en sus propias narices.
Nuestro Gobierno ha ratificado su voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso con Estados Unidos, sin que medien concesiones inherentes a su soberanía e independencia, y sin obviar el papel indiscutible del bloqueo como principal obstáculo para una evolución duradera y sostenida de las relaciones bilaterales.
Cuba y el mundo se pronunciarán nuevamente contra esta política hoy 23 de junio. Su fin sería coherente con el reclamo de la casi totalidad de la comunidad internacional que ha votado de manera sostenida –28 ocasiones– en Naciones Unidas para la eliminación del bloqueo.