La Cancillería rusa manifestó este lunes su convencimiento en que las autoridades cubanas están tomando las medidas necesarias para garantizar el orden público en interés de sus ciudadanos y en el marco de la Constitución.
"Estamos siguiendo de cerca el desarrollo de la situación en Cuba y sus alrededores", advirtió el comentario de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, publicado en el sitio web del servicio diplomático de Moscú.
"Consideramos inaceptable la injerencia externa en los asuntos internos de un estado soberano y cualquier otra acción destructiva que fomente la desestabilización de la situación en la isla", subrayó la diplomática.
Cuba amaneció este lunes alerta ante las acciones provocadoras ocurridas la víspera, que generaron el rechazo de amplios sectores de la ciudadanía en todo el país.
Durante la jornada dominical numerosos cubanos salieron a las calles para expresar su respaldo a la Revolución, en respuesta a actos públicos de descontento ocurridos en diferentes puntos de la geografía nacional, instigados a través de las redes sociales.
El presidente Miguel Díaz-Canel, en comparecencia televisiva, rechazó la actuación de quienes alientan esos actos y los calificó de oportunismo y doble moral, pues aprovechan las difíciles circunstancias del pueblo debido a la pandemia de COVID-19 y el recrudecido bloqueo económico de Estados Unidos.
No quieren el bienestar de la gente, denunció el mandatario, y agregó que incitar a ese tipo de desorden en las circunstancias excepcionales del país es una perversidad.
El jefe de Estado, quien estuvo junto a otros dirigentes en San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa (occidente), uno de los sitios donde se produjeron concentraciones de personas con diversos reclamos, recorrió las calles de esa localidad en unión de la población.
Allí se refirió a la campaña mediática organizada desde el exterior para convocar a manifestaciones en la Isla, y dijo que algunos confundidos participaron de esas acciones, mientras otros tenían preocupaciones y dudas legítimas.
No obstante, acotó, también estuvieron mercenarios pagados por agencias estadounidenses, frente a los cuales reafirmó que las calles del país son de los revolucionarios.
(Con información de PL)