La mujer cubana este lunes 23 de agosto está de aniversario. Se cumplen 61 años desde que el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, fundara una organización de masas, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), integrada por féminas, jóvenes y adultas, obreras y licenciadas, blancas y negras, mujeres todas dispuestas a aprender, superarse, integrarse y aportar a la sociedad y al país desde los sectores en que se desarrollan.
En plena Covid-19 las mujeres han enfrentado la pandemia desde diversos espacios, las enfermeras y doctoras atendiendo directamente a los pacientes positivos, las investigadores y científicas que han participado en la elaboración de nuestras tres vacunas, las técnicas de rayos X haciendo placas, las laboratoristas con las muestras para el análisis de PCR, las encargadas de garantizar la higiene en centros de aislamiento y hospitales, las cocineras.
Por más que intentemos definirlas, nos quedaríamos cortos porque las mujeres cubanas se caracterizan por su sentido y dinámica multifacética. Cuando emerge una situación difícil, las féminas cubanas pasan con total naturalidad y armonía de una faceta a otra. Siempre que se lo proponen y lo hacen con el corazón en la mano, las federadas cubanas son capaces de hacer cualquier cosa incluso al mismo tiempo como pasa ahora con el teletrabajo.
Las mujeres en Cuba tienen otra oportunidad en sus vidas gracias a la FMC. Así es el caso de Elizabeth quien además de llevar su trabajo en una empresa, asistió al mismo tiempo a cursos de medicina natural y tradicional, y también de masajes. Una materia le llevó a la otra por la buena química entre profesores y educandos. Mujeres de todas las edades comprendieron que más allá de los años de escuela existen otras vías abiertas al conocimiento.
Fue para ella una agradable experiencia, aprendió sobre tipos de masajes que existen, también a aplicarlos y con ello un poco más sobre la naturaleza del cuerpo humano. Con la medicina natural y tradicional se apropió de técnicas que como bien dice el curso, extrae de la naturaleza poderes curativos, relajantes. Son saberes que hoy día le complementan como un ser más enriquecido, culto, hábil, el conocimiento no importa la edad, siempre es bien bienvenido.
Así le sucedió a Martha, con más de 60 años y ya estando jubilada, sintió en una de esas tardes vacías que sus manos podían hacer mucho más de lo que hacían diariamente. Nunca tomó antes una aguja e hilo, pero un buen día decidió acudir a la sede de la FMC para asistir a un curso de corte y costura. No pensó ella en un inicio poder crear con tales instrumentos, sin embargo, fue capaz de coser para sus sobrinas nietas muñecas únicas con el cariño de una tía.
Ojitos, boquitas, orejas, era increíble como desde la simpleza de un tejido o un hilo salían animalitos, útiles para la cocina como agarraderas. Tanto Elizabeth como Martha encontraron en los salones de la FMC, por muy modestos que fueran físicamente, la grandeza de alguien dispuesto a compartir sus saberes, colmado de paciencia y cariño. Ellas dos hallaron nuevas oportunidades para sus vidas y también para sus familias que las vieron realizarse un poco más.
Pero la federación cubana es más que eso. Cuando llegó a Cuba la Covid-19 y todos en los barrios se pusieron en función de crear nasobucos con telas como sábanas o blusas, Dalgis, una matancera bien activa engrasó su máquina de coser para darle duro al pedal por tal de hacer lo mayor cantidad de mascarillas posibles para los trabajadores y médicos del hospital militar en esa provincia que se sitúa en su misma cuadra.
Como Dalgis, otras del vecindario se dieron a la tarea como si fuera en plena olimpiada, no tenían tiempo que perder porque lo importante era cuidar la salud de su pueblo. El orgullo de sus familiares fue inmenso. Sin estar en un hospital ella dio su aporte en el enfrentamiento a la pandemia y cuidándose sin salir de su casa. Aquellos nasobucos fueron confeccionados con la alegría y energía de una mujer dispuesta a lucha por los suyos.
La federación es mucho más de lo que nos imaginamos cuando hallamos historias de vidas como estas, aunque también las hay en féminas bien jóvenes, aunque es de apuntar que no siempre los cursos y talleres que oferta la FMC tienen la promoción necesaria como para involucrar aún más no solo a las jóvenes que buscan emprender su camino laboral, sino al grupo de abuelas que aún no saben cómo son capaces de aprender y crear lo que se planteen.
En Cuba existe una Federación de Mujeres Cubanas capaz de aglutinar a féminas desde los 14 años de edad. La FMC está presente y actúa de un punto a otro del archipiélago. Sus cursos son de los más variados pues tratan desde la repostería, hasta la peluquería, costura, podología, fisioterapia, podología, artesanía e incluso conocimientos básicos para el trabajo por cuenta propia. Son la oportunidad indicada para las jóvenes desvinculadas del estudio y el trabajo.
Nuestro presidente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez dijo este sábado, a raíz del aniversario de esa organización de masas, “que una obra tan grande como la Revolución, no hubiese podido existir de no haber contado con la entrega y el heroísmo de la mujer”. De acuerdo con Cubadebate, el mandatario expresó a las mujeres, “los que estamos agradecidos somos nosotros”. “Confiamos en nuestras mujeres”, resaltó Díaz Canel.
Hoy lunes 23 de agosto la FMC está convocando a hacer un tuitazo desde las 9 de la mañana hasta las 12 del día en honor a su aniversario 61. Las redes sociales funcionarán como plataforma ideal para compartir fotos, historias de vidas y comentarios relacionados con la organización, desde la cuenta en Twitter @FMC_Cuba, y en Facebook por Federación de Mujeres Cubanas con #MujeresenRevolución, #ALaFMCPonleCorazón, #Aniversario61FMC y #MujerCubana.