Miguel Díaz-Canel Bermúdez

La Habana, 16 nov.-  «No basta con que los jóvenes sueñen el futuro, sino que tienen que aprender a disfrutar construir ese futuro». Desde esa esencia, expresada por el reconocido doctor Gerardo Guillén Nieto, director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (cigb), pueden comprenderse y aplicarse mejor en el país muchas de las ideas y conceptos expresados en la tarde del  lunes, durante un encuentro del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con miembros de la Academia de Ciencias de Cuba y jóvenes asociados a ella.

Hace poco más de un mes, en el primero de estos intercambios con ese sector, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista les había pedido sistematizarlos para tratar varios temas asociados al desarrollo de la ciencia que pudieran perfeccionarse en Cuba.

En esta ocasión, los análisis estuvieron encaminados en torno a los recursos humanos y a la preparación de los jóvenes, a quienes, se coincidió en el encuentro, es «necesario motivar más por las ramas de las ciencias».

Díaz-Canel: Construir el futuro desde la Ciencia

Acerca de esas motivaciones y la importancia de seguir buscando maneras para retener a nuestros jóvenes profesionales, una vez que los formamos, comentó el doctor en Ciencias Orestes Llanes Santiago, vicerrector de Investigaciones y Postgrado de la Cujae.

Es ese –consideró– uno de los problemas fundamentales que tenemos para la formación de los recursos humanos. Lo imprescindible es que se sumen al desarrollo del país, dijo, no importa si formamos doctores que no van a trabajar a un centro de investigaciones o a la Universidad y deciden ir a una empresa o al sector no estatal.

Esa es la vía natural por la cual nosotros vamos a fortalecer el desarrollo del pensamiento científico de las empresas, no es a partir de la formación de las personas directamente en ellas, porque para ser científico hay que tener vocación, destacó.

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El país está llevando a cabo una política muy inteligente, –valoró– porque está creando los espacios de manera tal que no importa el sector, lo importante es trabajar por la Patria, lo importante es trabajar por el país, no importa si usted es privado, cooperativista o estatal.

Precisamente, sobre el aporte de las investigaciones en una empresa habló durante el encuentro la doctora Heidy Méndez, directora de la División de Investigaciones del Centro de Aplicaciones de Tecnologías de Avanzada (Cenatav), perteneciente a la empresa Datys, donde hacer ciencia es un reto grandísimo.

Lo que nosotros hacemos allí, señaló, es un buen ejemplo, aparte de BioCubaFarma, que demuestra que es posible cerrar el ciclo de investigación-desarrollo-producción-comercialización. «Es importante saber que existen jóvenes con ganas de hacer y con ganas de seguir aportando, aunque no siempre en el sector empresarial es comprendida la actividad científica», subrayó.

Otro de los temas ampliamente analizado este lunes estuvo relacionado con la colaboración académica en el exterior. En tal sentido, la doctora Karina García Martínez, perteneciente al Centro de Inmunología Molecular, explicó sobre lo que está sucediendo con muchos de los doctorados que se realizan en el extranjero.

A veces enviamos a los estudiantes al extranjero a hacer un doctorado que no tiene ninguna vinculación con los proyectos aquí. Los enviamos cuatro años, a que se formen en algún proyecto, y la mayor parte de las veces no regresan, porque están haciendo fuera su proyecto profesional, refirió.

De ahí su énfasis en que cuando se promuevan doctorados en el extranjero –que son muy útiles para el país– se realicen con una colaboración científica real, con proyectos que desarrollamos en Cuba.

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En el profundo debate –que contó con la presencia de los vice primeros ministros Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Perdomo Di-Lella, así como del presidente de la Academia de Ciencias, Luis Velázquez Pérez–, se evaluaron también temas asociados a la necesidad de fortalecer la formación vocacional entre los jóvenes; la importancia de realizar una labor científica ágil, de manera que pueda correr al ritmo de los tiempos actuales, y la necesidad de insertar más a la escuela en el entorno comunitario.

Muchos temas de los planteados –reconoció el Presidente de la República– demuestran que todavía son limitadas las interconexiones entre el sector del conocimiento, el sector productivo de bienes y servicios, el sector de la administración pública y el desarrollo territorial para el desarrollo de la ciencia y la innovación.

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En tal sentido, enfatizó en la urgencia de ir desarrollando –a partir del sistema de Gobierno basado en ciencia e innovación– una cultura de la comprensión, tanto en la administración pública como en el sector productivo de bienes y servicios, como en la dirección territorial, de afrontar todos los problemas que tengamos desde la investigación científica, y que realmente la innovación se convierta en la solución de esas problemáticas.

Insisto –acotó– en la orientación que debemos tener en la ciencia y la innovación hacia el desarrollo territorial, para que los municipios conozcan en realidad las potencialidades que tiene allí el sector del conocimiento, y se empleen en función de una mejor gestión de gobierno.