Han llegado el lunes, como lo hacen los buenos amigos; en el momento oportuno: cuando la Casa Blanca, los ultraderechistas y los grandes medios de comunicación intentan a todo costo desacreditar los esfuerzos del Gobierno de la Isla en la búsqueda de una Cuba mejor. Por tanto, cuando más la nación caribeña necesita que el mundo conozca su verdad. Han bajado del avión con un pequeño farol encendido, símbolo del mensaje que en esta ocasión trasmitirán al mundo: “Cuba lights the way” (Cuba alumbra el camino).
“Estamos felices y es un placer para nosotros estar de regreso aquí en Cuba. Traemos caravanistas de 20 estados diferentes y esto es un trabajo que ha estado en proceso por muchos meses. Pero esto no se trata solo de Pastores por la Paz, se trata de toda la comunidad norteamericana que quiere estar aquí con ustedes hoy, que quiere compartir con ustedes esta apertura. Tenemos una caravana muy variada que representa diferentes estados, diferentes etnias, diferentes preferencias sexuales…
Representamos a los diferentes grupos sociales de los Estados Unidos que luchan contra este arcaico bloqueo que se opone a las relaciones con Cuba. Y hemos venido acá precisamente en este día de nueva apertura al mundo, para compartir con ustedes estos nuevos retos y para ver cómo a pesar de todo lo que han enfrentado, han podido superar las dificultades y ver todo lo que han logrado en este tiempo.
Hemos traído con nosotros esta luz (farol) porque Cuba es la luz, Cuba alumbra el camino. Cuba es un ejemplo luminoso de la salud, de la educación, en todos estos campos Cuba es la luz que nos ilumina. Cuba no está sola, Cuba tiene amigos. No importa lo que digan los que nos odian, los que dicen que odian a Cuba o no la quieren. Nosotros estamos aquí para seguir esa luz y ayudarla”, comentó Gail Walker, directora ejecutiva de la Fundación e hija del Reverendo Lucius Walker (ya fallecido).
Están aquí porque son conscientes que “estos tiempos definen, con hechos altruistas o miserables, no solo a los hijos de Cuba, llamados a escoger entre la rosa blanca y el cardo; retratan también a los amigos que la quieren y a los adversarios que la desprecian”. Y en medio de un mundo donde priman las personas con ideologías y tendencias amorfas, ambiguas; estos 75 caravanistas de los Estados Unidos quieren que se conozca que al igual que en la fe, son fríos o calientes, pero nunca tibios.
En muestra de solidaridad con el pueblo cubano y reclamo contra el bloqueo impuesto por el gobierno estadounidense a Cuba, durante más de 60 años, una vez más Pastores por la Paz llegan con medicamentos, alimentos y otros recursos donados por ellos y cientos de personas, que el proyecto, de alguna manera, ha convertido en amigos de la nación antillana, al hablarles de ella y darles la oportunidad de venir a conocerla con sus propios ojos.
Nuevamente burlan el cerco y también el odio de todo lo anticubano, no solo de la mafia de Miami. Corren el riesgo de ser multados o encarcelados al regresar a Estados Unidos, y vienen sin pedir aprobación, fieles al principio del fundador del proyecto, el Reverendo Lucius Walker, de que “el amor no requiere licencia”.
Uno de los caravanistas es el joven Manolo de Los Santos, director de The People's Forum en New York, quien conoció por primera vez a Cuba de una forma muy peculiar y años después, cuando vivió en ella, se enamoró de su gente. Y ahora le habla a los que no la conocen sobre esta isla del Caribe.
“Yo conocí a Cuba en el vientre de mi mamá, que vino acá en el 1988 a un encuentro con Fidel. Ahí nació mi amor por Cuba. Y después de muchos años de compartir y acompañar el proceso de Cuba. No solamente porque estamos en solidaridad con Cuba, sino porque necesitamos a Cuba para las luchas sociales nuestras en medio de lo peor del capitalismo norteamericano.
Tener a Cuba como lumbrera es lo que nos permite seguir teniendo esperanza, seguir luchando, seguir creando e innovando por un mundo diferente. Viví acá unos seis años estudiando en el Seminario de Matanzas, trabajando en La Habana, conociendo a profundidad lo que es el pueblo cubano. Caminé de punta a punta hablando con la gente y me enamoré de este país.
Y regresé y le conté la experiencia, porque me parece que hay mucha gente en Estados Unidos, que no es que odia a Cuba, sino que simplemente no la conoce. No conocen bien que aquí existe un pueblo vivo, que tiene su cultura, sus costumbres, que se monta en la guagua todas las mañanas, que va al trabajo, que va a la escuela. Y creo que nuestro trabajo allá ha sido contar esas historias, contar de la humanidad del pueblo cubano”.
Pastores por la Paz es un proyecto de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO, por sus siglas en inglés), en respuesta a la política agresiva del expresidente Ronald Reagan contra los países latinoamericanos. La Caravana nació en 1988 y viaja a Cuba desde el 1992. Esta es la trigésima primera expedición de amor, paz y solidaridad que traen a La Mayor de las Antillas.