Una representación del pueblo, junto a las autoridades políticas y gubernamentales de la provincia de Granma, recordaron hoy la entrada a esta histórica ciudad del Comandante en Jefe Fidel Castro y su gloriosa Caravana de la Libertad, hecho acaecido en igual fecha, pero de 1959.
En ocasión de cumplirse el aniversario 63 de aquel suceso, a partir del cual inició una nueva etapa en la historia de Cuba, niños, jóvenes, combatientes, artistas y ciudadanos protagonizaron un acto político-cultural en la emblemática Plaza del Himno, escenario del estreno del canto patrio, el 20 de octubre de 1868.
Federico Hernández Hernández, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y primer secretario de la organización política en el oriental territorio, reiteró la denuncia al injusto y recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, principal obstáculo para el desarrollo de la nación.
Mientras el mundo vive un despiadado acaparamiento en el comercio internacional de vacunas, los cubanos hemos recibido, gratuita y equitativamente, las tres dosis de nuestros inmunógenos contra la pandemia de la COVID-19, lo que evidencia la grandeza de la Revolución, resaltó.
Por esa y muchas otras razones, agregó, debemos defenderla, concentrar esfuerzos, asegurar tareas estratégicas en el ámbito económico-social y trabajar para que siga triunfante.
El acto que también festejó el advenimiento del aniversario 63 del triunfo del primero de enero de 1959, incluyó la entrega a Bayamo de la condición de municipio Vanguardia en la emulación provincial por la efeméride.
La historia refiere que los bayameses no durmieron en la noche del 2 para el 3 de enero de 1959, cuando ofrecieron un grandioso recibimiento a Fidel y los combatientes rebeldes, en la primera plaza denominada de la Revolución en Cuba, donde también el 20 de octubre de 1868 tuvo lugar la firma del acta de rendición de las tropas colonialistas españolas en la Isla.
Como parte de aquella entusiasta bienvenida, la Banda Municipal de Conciertos regaló a la Caravana de la Libertad la Marcha del 26 de Julio, estrenando una versión instrumental para ese formato, nunca antes realizada en el país.
La agrupación fue dirigida entonces por Rafael Cabrera, hijo de Manuel Muñoz, quien tuvo a su cargo la instrumentación original del Himno Nacional, y con ella acompañó al Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes y sus hombres, en los días gloriosos de 1868.
Tras llegar a la indómita urbe, Fidel Castro habló a sus pobladores desde el balcón del Ayuntamiento local, ubicado en el sitio que antes ocupó el primer gobierno de patriotas cubanos, bajo el liderazgo de Céspedes, en la clarinada de las luchas antiesclavistas, anticolonialistas y por la independencia de la mayor de las Antillas.