Los métodos estadounidenses más crudos para destruir el gobierno revolucionario de Cuba (ataques militares, bombardeos de hoteles, derribo de un avión lleno de deportistas, agresiones contra funcionarios, guerra biológica) no funcionaron. Tampoco el bloqueo económico, que, por supuesto, continúa. Quizás por ello, el gobierno de ese país ha apostado por un enfoque más sutil contra la Isla, que busca generar, de igual modo, la desesperación y la disidencia.
Los funcionarios estadounidenses pagan por la recopilación de malas noticias sobre el gobierno revolucionario de Cuba y por su difusión dentro de la Isla y en los medios de comunicación extranjeros. Proporcionan dinero a los agentes para que lo entreguen a los opositores al gobierno de Cuba, reales o imaginarios, en la Isla y en otros lugares. Los destinatarios encuentran o idean información desfavorable a la imagen de Cuba y la difunden. Entonces las fundadas quejas de los cubanos sobre el desabastecimiento, la burocracia, los bajos salarios y la convivencia con la pandemia se convierten en noticia.
Los grupos que transfieren el dinero desde Estados Unidos a personas descontentas en Cuba y en otros lugares son clave para toda la operación. Uno recuerda al “bagman” que en ciertas ciudades de Estados Unidos entrega sobornos de punto a punto dentro de una red criminal. Estos grupos que transfieren dinero —tal como lo autorizó la ley Helms Burton de 1996— son repartidores del imperialismo.
Se siente un olor a criminalidad. Interferir en la conducción de Cuba de sus propios asuntos viola las normas del derecho internacional relativas a la soberanía nacional. Y resulta que, a partir de 2011, “ acusaciones de fraude, distribución imprudente de fondos y desvío de dinero a grupos anticubanos en Estados Unidos han provocado suspensiones temporales en el desembolso de fondos”.
El National Endowment for Democracy (NED) es uno de los dos grandes pagadores de EE.UU. Fundada en 1983, es una organización no gubernamental financiada exclusivamente por el Congreso de los Estados Unidos. Los proyectos financiados por la NED son similares a los realizados anteriormente por la CIA.
El diario Granma, del Partido Comunista de Cuba, presentó el 18 de enero de 2022 una lista publicada en el sitio web de la NED el 23 de febrero de 2021. Se nombran los grupos “que recibieron financiamiento para intervenir en Cuba durante el año 2020, con sumas que van desde los 20 000 hasta los 650 000 dólares.”
La lista incluye 42 grupos; el monto total dispensado fue de $5 077 788. A continuación se relacionan los grupos que recibieron $146 360 o más, la cantidad de dinero que cada uno recibió, su base de operaciones y la supuesta deficiencia en Cuba que necesita ser reparada.
Los principales destinatarios de los fondos de NED fueron:
- Cubalex: $150 000 – Memphis, Tenn. (derechos humanos)
- Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI): $500 000 – Washington, DC (derechos de género)
- Observatorio Cubano de Derechos Humanos: $150 000 – Madrid (derechos humanos)
- Asociación Diario de Cuba: $215 000 – Madrid (acceso a la información)
- Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa: $146 360 – Hialeah, Fla. (acceso a la información)
- Directorio Democrático Cubano: $650 000 – Miami (acceso a la información)
- Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE): $309 766 – Washington, DC (sector privado que necesita apoyo)
- Clovek v tisni, ops (Personas necesitadas): $150 882 – Praga (acceso a la información)
- Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba: $230 000 – Miami (derechos laborales)
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), del Departamento de Estado es otro pagador. El 23 de octubre de 2021, el sitio web “Cuba Money Project” de la periodista Tracey Eaton informó sobre los desembolsos anunciados por USAID durante el mes anterior. El total entregado a 12 organizaciones fue de $6 669 000. La lista, construida como la lista anterior, incluye:
- Instituto Republicano Internacional: $1 006 895 – Washington, DC (derechos humanos)
- Fundación Panamericana de Desarrollo: $800 000 – Washington, DC (explotación laboral)
- Fundación por los Derechos Humanos en Cuba: $717 000 – Miami (trabajadores médicos explotados)
- Asociación de Noticias Digitales: $604 920 (abuso militar)
- Grupo de Apoyo a la Democracia: $625 000 – Miami (presos políticos)
- Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos: $546,00 – Washington, DC (derechos humanos y racismo)
- Fundación en Memoria de las Víctimas del Comunismo: $545 573 – Washington, DC (democracia)
- Directorio Democrático Cubano: $520 179 – Miami (trabajadores turísticos explotados)
- Outreach Aid to the Americas: $500 000 – Miami (crisis humanitaria)
- Noticias Cubanet: $408 003 – Coral Gables (trabajadores turísticos explotados)
- Observatorio Cubano de Derechos Humanos: $250 000 – Madrid (presos políticos)
- Libertatis: $166 430 – Houston, Texas (derechos humanos)
Los cubanos en muchas ciudades, predominantemente jóvenes, salieron a las calles el 11 de julio de 2021. Protestaban por la escasez de suministros médicos, alimentos y otros bienes; la falta de llegada de las remesas del exterior; y, en algunos casos, discriminación racial. Siguieron arrestos y detenciones y, más recientemente, juicios y sentencias de prisión. Las redes sociales desempeñaron un papel importante en la movilización de los manifestantes y, posteriormente, en la difusión de noticias sobre arrestos, lesiones, daños a la propiedad y reacciones en el extranjero.
Al igual que con las pruebas de las redes sociales en campañas anteriores de propaganda anticubana, algunos de los fondos del gobierno de los EE. UU. entregados por los intermediarios sin duda se destinaron a ampliar el papel de las redes sociales en el reclutamiento de manifestantes y en la publicidad de las consecuencias adversas.
A medida que las malas noticias de Cuba llegan a los políticos anticubanos en los Estados Unidos y Europa, adquieren un valor agregado. Surgen nuevos pretextos para acciones administrativas y legislativas que, encaminadas a la desestabilización en Cuba, imponen sanciones y endurecen las reglas del bloqueo. Estos, a su vez, generan reportes de nuevos duelos en Cuba.
El Secretario de Estado Antony Blinken respondió recientemente a los juicios de algunos de los líderes de las protestas del 11 de julio y las penas de prisión resultantes al anunciar restricciones de visa contra ocho funcionarios cubanos. Una propuesta legislativa presentada recientemente por los congresistas del sur de la Florida llama al presidente Joe Biden a instar a las Naciones Unidas a imponer sanciones contra Cuba. El título del proyecto de ley es “Atrocidades y Genocidio en Cuba”.
La historia aquí es sobre el socialismo de asedio. En su Blackshirts and Reds , Michael Parenti muestra a los revolucionarios rusos bajo Lenin recortando sus aspiraciones debido a las presiones de la guerra civil y la invasión de las naciones capitalistas: “En mayo de 1921, el mismo Lenin que había fomentado la práctica de la democracia interna del partido y luchó... para dar a los sindicatos una mayor medida de autonomía, ahora pidió el fin de la Oposición de los Trabajadores y otros grupos fraccionales dentro del partido.”
Fidel Castro ofreció una vez una vívida caracterización de una sociedad socialista que se tambaleaba bajo los ataques del enemigo, mientras que esos enemigos la anunciaban como lo mejor que podían hacer los socialistas (como si las circunstancias pacíficas prevalecieran). Declaró: “Durante 40 años han tratado de estrangularnos. Y luego nos critican por la forma en que respiramos”.
(Tomado de People´s World)