Vidal dijo a la prensa extranjera que para enfrentar esta situación Estados Unidos apoya las economías y sistemas sociales de la región, pero en el caso cubano impone máxima presión en el orden económico.
Se trata de una política incoherente y diferenciada hacia la isla, dijo la funcionaria.
Al referirse a las trabas para el visado de quienes desean viajar a estados Unidos, la diplomática señaló que su país no ve ningún tipo de justificación para que todas las visas a emigrantes cubanos no se den en La Habana y se obligue a la mayoría de los cubanos a desplazarse con los costos que eso implica.
La vicecanciller reiteró que junto a la paralización consular, Estados Unidos incumple desde hace cinco años el acuerdo de los años 90 por el que se obliga a otorgar al menos 20 mil visas anuales.
Denunció también que Estados Unidos está ejerciendo presiones sobre países de la región para que establezcan requerimientos específicos para los viajes de los cubanos en tránsito y lo que adicionalmente genera obstáculos.
Este jueves autoridades cubanas y estadounidenses retomarán las rondas de conversaciones sobre temas migratorios que se paralizaron en 2018 durante la administración de Donald Trump.
Con el republicano en el Despacho Oval aumentaron las restricciones a los viajes con el cierre injustificado de los servicios consulares en La Habana y el cierre de licencias de operación o limitaciones a compañías de cruceros y aéreas.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos en los últimos seis meses se produjeron 79 mil 800 detenciones de cubanos.
Por su parte las autoridades cubanas informaron que en lo que va de año fueron devueltos a la isla por vía marítima y aérea mil 680 ciudadanos desde Estados Unidos, México, Bahamas e Islas Caimán.
Alentados por la Ley de Ajuste Cubano, única de su tipo en el mundo, muchos ciudadanos se unen a rutas migratorias irregulares en Centroamérica en las que se exponen a violencia, estafas y la corrupción de grupos dedicados al narcotráfico o la trata de personas.
El Gobierno cubano ha reiterado en múltiples escenarios su compromiso con una migración ordenada y segura, y la disposición al diálogo para que un proceso que constituye un derecho humano pueda ejercerse sin obstáculos ni manipulaciones.