La Habana, 20 jul. - El Estado y el Gobierno cubanos no pueden estar ajenos a la ocurrencia de actividades ilícitas, la indisciplina social, las manifestaciones de corrupción y delito que destruyen el tejido de nuestra sociedad, señaló Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, al intervenir hoy en los debates de la sesión plenaria de la I Sesión ordinaria de la X Legislatura.
El Presidente de la República hizo referencia al manifiesto empeño imperial de crear un clima de inseguridad y desconfianza ciudadana que fracture la unidad popular en el país.
Por eso constantemente se exagera cualquier hecho delictivo que ocurra aquí, fundamentalmente lo relacionado con la violencia de género, denunció.
Existe, refirió Díaz-Canel, una mirada incisiva hacia nuestra sociedad, y sin embargo hay total complacencia ante el deterioro social, la brutalidad policial, la criminalidad, los asesinatos, los hechos de armas en escuela y otros desmanes que se acrecientan cada día en la sociedad norteamericana.
El mandatario resaltó que en la jornada ha sido patente el rechazo de los diputados a estas actitudes, en un debate que ha sido sincero y honesto, como muestra del conocimiento de la realidad del país, pero también del anhelo por alcanzar la prosperidad y la mayor justicia social posible para el pueblo.
A la nueva legislatura la caracteriza el modo en que se están discutiendo sin tapujos y con enorme compromiso los problemas que preocupan al pueblo del que somos parte, esa es la Asamblea Nacional que necesita el país, recalcó.
Ahora nos corresponde lo más importante, advirtió el jefe de Estado, que es actuar con rigor, con la dirección del Partido Comunista y la participación de todas las instituciones, las organizaciones de masas, la sociedad civil, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior.
Siempre junto al pueblo, para enfrentar la actividad especulativa, la corrupción, la vagancia, la burocracia, la vulgaridad, la indecencia, pero siempre trabajando no solo sobre las consecuencias, sino tener en cuenta las causas que provocan estos comportamientos disfuncionales, aclaró.
No podemos permitir que quienes no trabajan ni aportan ganen más y tengan mejores condiciones de vida que aquellos que laboran honradamente, aportan y protagonizan la historia de heroísmo cotidiano del pueblo cubano, sentenció el mandatario.
Será imprescindible promover el comportamiento limpio y responsable de todas nuestras instituciones y en particular de la familia cubana, que tiene mucho que aportar a este combate al que estamos convocados.
Y lo vamos a enfrentar, afirmó, con unidad, coraje, justicia, determinación, orden disciplina y efectividad, para lograr lo que nos decían los amigos de la solidaridad de Portugal, Bruselas y el resto del mundo: Cuba vencerá.