La Habana, 7 dic.- Los cubanos evocan hoy el aniversario 127 de la caída en combate del mayor general del Ejército Libertador, Antonio Maceo y Grajales, conocido en la isla como el Titán de Bronce.
El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, recordó hoy en su cuenta en X, la caída en combate de Antonio Maceo.
"Hoy recordamos a aquel que nos mostró la intransigencia, la gallardía y que "no nos entendemos" cuando se intenta mancillar nuestra bandera. Honremos hoy la inmensidad de Maceo, quien cayó en combate el 7-12-1896 junto a su valiente ayudante Panchito Gómez." escribió Marrero Cruz en la red social.
El Partido Comunista del país caribeño destacó en la misma red social X la destreza táctica militar de Maceo, al recordar que intervino en más de 600 acciones combativas, la mayoría de ellas victoriosas, que dejaron 26 cicatrices de guerra en su cuerpo.
La secretaria general de la Unión de Jóvenes Comunistas, Aylín Álvarez, compartió en la plataforma valoraciones del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, sobre el general mambí que convocan a continuar honrando su memoria con «nuestros deberes internacionalistas y fundamentalmente con nuestro patriotismo».
En tanto, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) Esteban Lazo, evocó en X al Titán de Bronce y a su ayudante Panchito Gómez y señaló que el pueblo cubano también rinde homenaje este jueves a sus mártires de misiones internacionalistas.
A propósito de la efeméride, cada 7 de diciembre la isla conmemora el Día de los Caídos en las Guerras de Independencia y en Misiones Internacionalistas, en recordación a la repatriación y entierro en suelo caribeño de los cuerpos de más de dos mil combatientes cubanos muertos en África, como parte de la denominada Operación Tributo.
Antonio Maceo, nacido en 1845, fue considerado todo un maestro en el empleo de la táctica militar y un jefe de elevado prestigio en las gestas por la independencia: la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y la Necesaria (1895-1898).
Protagonizó en 1878 la conocida como Protesta de Baraguá, en oposición al Pacto del Zanjón, tratado que terminó con la Guerra de los Diez Años sin garantizar el cumplimiento de los principales objetivos de la contienda: alcanzar la independencia y eliminar la esclavitud.
Sobre él, Máximo Gómez escribió a su viuda María Cabrales: “Con la desaparición de ese hombre extraordinario, pierde usted al dulce compañero de su vida, pierdo yo al más ilustre y al más bravo de mis amigos y pierde en fin el Ejército Libertador a la figura más excelsa de la Revolución”.
Maceo cae en combate el 7 de diciembre de 1896 en San Pedro, provincia de La Habana, y sus restos descansan en el monumento de El Cacahual.