La Habana, 1 mar. - La población cubana mantuvo en 2023 la tendencia al envejecimiento y el decrecimiento natural, con apenas unos 90 mil 300 nacimientos, la cifra más baja de las últimas seis décadas, avalan hoy datos del Gobierno.
El comportamiento inercial de los indicadores demográficos plantea numerosos desafíos para las autoridades territoriales, organizaciones, instituciones académicas y actores sociales en general, reconoció la Comisión Gubernamental que atiende el asunto.
Según reveló el periódico Granma, el equipo de trabajo discutió la necesidad de realizar una “mirada profunda e integral” a cuestiones asociadas al decrecimiento de la tasa global de fecundidad y la atención al adulto mayor, el único grupo poblacional que creció en los años más recientes.
Ante ese escenario, “la comprensión, atención y control de la situación demográfica requiere de un cambio de mentalidad”, afirmó el primer ministro del país, Manuel Marrero, citado por el diario.
“Hablamos, indicó, de proyecciones de Gobierno para corregir distorsiones, y aquí hay muchas distorsiones, y reimpulsar la economía en esta materia es cumplir todo lo que nos hemos propuesto, porque todo esto impacta, directamente, en la población.”
El primer ministro aseguró que la Comisión redoblará su sistema de gestión, con el establecimiento de evaluaciones mensuales sobre cada uno de los aspectos vinculados al tema, sujetos al control de varias subcomisiones.
En opinión del dignatario, siempre habrá insatisfacciones por “aquellas cosas que no podamos lograr, pero eso nos tiene que hacer crecer para buscar soluciones alternativas”.
Limitaciones financieras y materiales inciden negativamente en la implementación de la Política para la Atención a la Dinámica Demográfica en Cuba, pero es preciso analizar de manera exhaustiva las causas de los incumplimientos en programas e indicadores de mayor impacto en la población, orientó.
De acuerdo con la viceministra primera de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo, el plan aprobado para 2024 contempla la atención a las casas de abuelos y hogares de ancianos, así como el incremento de las capacidades en los círculos infantiles.
La subdirectora del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, Matilde Molina, explicó que una investigación en 33 municipios ofreció nuevas luces sobre la complejidad del fenómeno.
En dos municipios, ejemplificó, el grupo etario de 15 a 19 años es el primero que aporta a la fecundidad, y en otros 19 territorios el segundo grupo que más contribuye al indicador es también el de 15 a 19 años, es decir, “hay 21 territorios a los cuales hay que ponerle una mirada directa para saber qué sucede en ellos”.
Sobre el adulto mayor, precisó, que la cuestión no es solo el envejecimiento, sino la alta proporción de personas en las edades más frágiles, de 85 años y más.