El papa Francisco envió un mensaje a los participantes en la Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, que se desarrolla del 28 al 31 de enero en Cuba, donde llama a buscar la esperanza.
En el texto dirigido a más de 600 delegados de 98 países, el Pontífice expresa que “la esperanza se revela como un valor muy adecuado para este foro que celebran en La Habana, pues, gracias a su aspiración de ser abierto, plural y multidisciplinar, tiene la capacidad de asomarse a las razones que mueven el corazón del hombre de hoy”.
Esta sexta edición del evento, convocado por el Proyecto José Martí de Solidaridad Internacional, inició este martes, cuando se celebra el 172 aniversario del natalicio del Héroe Nacional de Cuba, y tiene lugar en el año en que se conmemorará, el 19 de mayo, el aniversario 130 de su caída en combate, luchando por la libertad de su patria.
En sus palabras, Francisco recordó a los asistentes a ese encuentro Con todos y para el bien de todos, por un diálogo entre civilizaciones y por una cultura de paz, que el tema del Jubileo que celebra este año la Iglesia es, significativamente, la esperanza.
Ella “nace del amor y se funda en el amor” y “nos permite estar dispuestos a participar de los sufrimientos, los cansancios, las desilusiones y los temores que son parte de la vida de todo hombre y toda sociedad”, afirmó.
Ese amor, según expresa el Santo Padre en su misiva, “nos llama a construir, sobre las ruinas que nosotros dejamos en este mundo con nuestro pecado, una nueva civilización”, para que “en medio del desastre que ha dejado el mal, todos colaboremos en la reconstrucción del bien y la belleza”.
Se refirió al llamamiento a la esperanza, que “a nivel social y cultural podemos asumir como hombres de buena voluntad, redescubriendo esta preciosa virtud”, poniendo atención “a todo lo bueno que hay en el mundo para no caer en la tentación de considerarnos superados por el mal y la violencia”.
“Que dicha certeza nos impele a trabajar con denuedo para que esta esperanza se traduzca en paz para el mundo”, y se abandone “la lógica de la violencia, asumiendo un compromiso con el diálogo y la labor de la diplomacia para construir con valentía y creatividad espacios de negociación orientados a una paz duradera”
“Todos estamos llamados a vivir en gratuidad fraterna y cada cosa que hacemos por otro nos repercute como individuos y como sociedad”, por lo que “aprendamos esta lección desde el amor, construyendo la esperanza en ese equilibrio que busca que todos tengan lo necesario, enseñándonos a compartir con el pobre”.
Debemos “abrirnos con generosa acogida al otro, de manera que sepamos contribuir con lo que somos y tenemos al bien común, asevera el Papa Francisco en su misiva a los participantes en esa reunión, y les expresa su anhelo de “que estos deseos puedan ayudarles en los trabajos que emprenden en pro de una sociedad más justa y fraterna”.
En esta conferencia internacional según sus organizadores, se abordarán en paneles, talleres, simposios y otras modalidades de reflexión y debate, temáticas fundamentales dirigidas a contribuir a la edificación de un mundo mejor, más justo y de paz, que permita mirar el futuro con esperanza y no con preocupación.