“Naciones Unidas es más que un lugar de reunión. Es una brújula moral. Una fuerza para la paz y el mantenimiento de la paz. Una guardiana del derecho internacional. Una catalizadora del desarrollo sostenible. Un salvavidas para las personas en crisis. Un faro para los derechos humanos”, dijo este martes António Guterres al abrir los debates de la Asamblea General.
El secretario general de la ONU hizo la afirmación ante una audiencia llena de líderes mundiales, jefes de Estado y de Gobierno de 193 países, en un momento en el que los principios de Naciones Unidas están bajo asedio.
“Por cada dólar invertido en apoyar nuestra labor fundamental de construir la paz, el mundo gasta 750 dólares en armas de guerra. Esto no solo es insostenible, sino indefendible. En este momento de crisis, las Naciones Unidas nunca han sido tan esenciales”, subrayó Guterres.
Los horrores que Israel está perpetrando en Gaza ha ocupado parte del discurso del secretario general, que ha recibido una ovación de los líderes de la Asamblea General cuando dijo que las medidas de la Corte Internacional de Justicia dictadas en aplicación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio en la Franja de Gaza deben aplicarse de manera plena e inmediata.
“La cooperación internacional no es ingenuidad. Es pragmatismo sensato. En un mundo en el que las amenazas traspasan fronteras, el aislamiento es una ilusión.
“Ningún país puede detener una pandemia por sí solo. Ningún ejército puede detener el aumento de las temperaturas. Ningún algoritmo puede reconstruir la confianza una vez que se ha perdido. Son pruebas de resistencia a escala mundial: de nuestros sistemas, nuestra solidaridad y nuestra determinación”, afirmó.
También abordó los retos en materia ambiental. “Debemos elegir la justicia climática. La crisis climática se está acelerando”.
Lula: La democracia pierde cuando culpa a migrantes por los infortunios del mundo
Al intervenir en el debate general de la Asamblea General, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que “las democracias sanas están más allá de los rituales electorales. Su fortaleza supone reducir las desigualdades y garantizar los derechos fundamentales alimento, seguridad, trabajo, vivienda, educación y salud”.
Añadió que la democracia pierde cuando “cierra sus puertas y culpa a migrantes por los infortunios del mundo”.
Según el presidente de Brasil, históricamente el encargado de iniciar el debate general, una tradición que se remonta a 1955, la comunidad internacional debe revisar sus prioridades.
Entre las prioridades a atender, mencionó reducir el gasto en armas y aumentar la asistencia al desarrollo, aliviar el pago de intereses de la deuda extranjera de los países más pobres, sobre todo de las naciones africanas, y fijar normas internacionales de tributación mínima para que los superricos paguen más impuestos que los trabajadores.
Señaló que las plataformas digitales ofrecen posibilidades para poder trabajar de consuno “como nunca antes nos lo habíamos imaginado”, pero se han usado para sembrar intolerancia, misoginia, xenofobia y desinformación.
“Internet no puede ser la tierra de la anarquía. Depende de los Gobiernos proteger a los más vulnerables”, recalcó.
Trump: “El teleprónter no funciona. Quien lo esté operando está en problemas”

Trump dijo haber repelido una invasión desde el sur y advirtió a Europa: “Una fuerza de inmigrantes ilegales les está invadiendo y nadie hace nada para expulsarlos”. Foto: Naciones Unidas.
Sin nada nuevo que decir, y autoproclamándose salvador de millones de personas −sostiene que ha hecho la paz en siete u ocho conflictos (entre ellos el de “Aberbaiyán” y Albania, lo dijo así en rueda de prensa conjunta con el británico Keir Starmer, el 18 de septiembre), Trump comenzó repartiendo amenazas, atacando al operador del teleprónter y al multilateralismo.
“El teleprónter no funciona. Quien lo esté operando, está en problemas”, dijo Trump, cuyo Gobierno no dio visas a la delegación palestina para asistir a las sesiones de la Asamblea.
Trump, cuyo país está atrasado en el pago de sus contribuciones a la ONU con varios cientos de millones de dólares, afirmó que “la ONU no funciona, la escalera mecánica no funciona, el teleprónter no funciona y la ONU no me ayuda a acabar las guerras”.
Le salió la veta de magnate inmobiliario, al quejarse de que la ONU no le aceptó materiales, como mármol, cuando los ofreció para la remodelación del edificio.
El presidente estadounidense señaló que estuvo en ese podio hace seis años y dejó el mundo en paz y prosperidad, para después caer en el caos cuando se marchó de la Presidencia, pero ahora, gracias a él, ha conseguido en siete meses terminar siete guerras sin la ayuda de la ONU.
Ahora −comentó− “estoy personalmente involucrado en lograr un alto el fuego en Gaza”.
También paró una invasión desde el sur. “En la frontera sur hemos repelido una invasión colosal. Hace un año eran millones los que venían a nuestro país. El mensaje es muy sencillo: si vienes ilegalmente a nuestro país, vas a la cárcel, a tu país, o más lejos”.
Y alertó a los europeos: “Europa está en serios problemas. Una fuerza de inmigrantes ilegales les está invadiendo y nadie hace nada para expulsarlos”.
(Con información de agencias y Noticias ONU)
(Noticia en desarrollo)