Líderes de la comunidad religiosa cubana ratificaron su vocación de servicio a la nación y la voluntad de dialogar y ser parte de la construcción de una sociedad mejor, durante un intercambio con integrantes de la dirección del país.
En un encuentro con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel; el primer ministro, Manuel Marrero, y otros dirigentes del Partido Comunista y el Gobierno, representantes de distintas denominaciones reafirmaron la disposición de ser útiles en los difíciles momentos por los que atraviesa la isla.
Así lo expresó la víspera Carlos Ham, pastor de la Iglesia Presbiteriana-Reformada y rector del Seminario Evangélico de Teología de Matanzas, institución que funciona como extensión del hospital pediátrico de esa occidental provincia, ante el incremento de la Covid-19 en el territorio.
Díaz-Canel, por su parte, comentó que la nación caribeña necesita reforzar la atención en los barrios, y en ese empeño cuenta con la colaboración de la comunidad de fe, sus conocimientos sobre la educación popular, así como sus experiencias acumuladas en los proyectos desarrollados.
El coordinador ejecutivo del Centro Memorial Martin Luther King, Joel Suárez Rodés, pidió ser convocados mucho más, sobre todo en lo relacionado con el trabajo y las políticas sociales para la atención a la vulnerabilidad.
Varios participantes coincidieron en señalar la importancia de comprender que la sociedad cubana es diversa, compleja y tiene multiplicidad de actores, de ahí la trascendencia de buscar caminos de diálogo, no estigmatizar posiciones y sanar juntos las grietas que existen.
Son muchos los temas que faltan por tratar para verdaderamente lograr la transformación que demanda la nación, apuntó el secretario ejecutivo del Consejo de Iglesias de Cuba, Joel Ortega, quien citó a la necesaria autocrítica y la rectificación.
Además, la revisión profunda de métodos y estilos de trabajo que chocan con la voluntad de servicio al pueblo, la burocracia, las trabas y la insensibilidad de algunos, que tanto dañan.
El presidente sostuvo que el intercambio es el primero de otros que se desarrollarán en el futuro, y agradeció la condena al bloqueo económico de Estados Unidos que los líderes de las organizaciones religiosas y asociaciones fraternales hacen en diversos escenarios, así como la defensa de Cuba ante sus iglesias homólogas en el mundo.
Díaz-Canel también anunció la decisión de crear en el Gobierno una oficina para atender los asuntos relacionados con las instituciones religiosas, lo cual contribuirá en gran medida a viabilizar soluciones para las dificultades que actualmente existen.