No existe ni una sola comida que resulte sabrosa y apetecible al paladar si no tiene el punto que da la sal a los sabores que la llevan.
La sal es un mineral compuesto básicamente de cloruro de sodio que se ha convertido en la figura protagonista de la cocina; es uno de los grandes secretos del sabor de los platos.
No existe ni una sola comida que resulte sabrosa y apetecible al paladar si no tiene el punto que da la sal a los sabores que la llevan.
La sal es un mineral compuesto básicamente de cloruro de sodio que se ha convertido en la figura protagonista de la cocina; es uno de los grandes secretos del sabor de los platos.
La sal tiene la capacidad de realzar el sabor natural de las verduras, carnes y pastas; por lo tanto, está presente en nuestra alimentación, es parte indivisible de nuestra dieta. De sólo pensar en una ensalada de aguacate a la que le añadió un poco de sal a cualquiera se le hace agua la boca agua, como se dice cuando algo gusta mucho.
Resulta indispensable para la vida, pero también puede ser nefasta para la salud si se consume en exceso. Nuestro cuerpo sólo necesita pequeñas cantidades para que funcione adecuadamente. Es vital para controlar la cantidad de agua del cuerpo humano, manteniendo el PH de la sangre.
Es por eso que resulta importante limitar el consumo de sal para cuidar la salud, ya que es conocido últimamente que su ingesta excede muchas veces las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de cinco gramos por día.
Se sabe que el exceso de la sal puede provocar presión alta, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud; países que tienen una ingesta alta de sal en sus dietas, como Estados Unidos o Australia, presentan un mayor promedio de pacientes con hipertensión
como dañinaEl exceso de sal también puede afectar a personas con diabetes, enfermedades renales o sobrepeso: el exceso en el consumo puede provocar: Insuficiencia cardíaca, cáncer gástrico, y osteoporosis.
Algunos alimentos naturales tienen un porcentaje de sodio entre sus componentes y otros alimentos procesados, contienen un alto nivel de sal.
El pan tiene un alto porcentaje de ese producto; algo curioso es que las galletitas dulces suelen tener la misma cantidad de sal que las galletitas saladas; los quesos secos y duros son más salados.
Algunos consejos para disminuir la cantidad de sal de nuestra dieta son:no salar la comida mientras se le cocina y luego en la mesa; es preferible hacerlo después de cocida; prestar atención a la etiqueta de los productos; consumir frutas y verduras , así como, carnes, aves y pescados frescos; eliminar los alimentos enlatados o procesados, reemplazar el exceso de sal con especias: pimienta en grano, hierbas aromáticas y cocinar la pasta y el arroz sin sal.
Es recomendable evitar los alimentos ahumados, debido a su alta concentración de sodio para conservarlos. Además, es necesario no consumir alimentos embutidos, ya que suelen tener gran cantidad de sodio en su composición.
Los caldos concentrados contienen comúnmente glutamato monosódico, también llamado sal china, un aditivo rico en sodio que concentra el sabor y por ello, con sólo un poco aliña las comidas.
Según los especialistas, es preferible incorporar una alta cantidad de verduras en la dieta. Las hortalizas aportan un alto contenido de sodio por sí mismas, por lo que es recomendable que si se quiere reducir la sal en un plato, se incluya una ensalada fresca.
Agregar hierbas y condimentos a las comidas puede darles sabor sin la necesidad de incorporar sal. Lo que tendría un beneficio adicional, si se piensa que muchas especias benefician la salud y pueden calman el apetito por su sabor.
Para reemplazar de manera saludable el consumo de sal, se recomiendan aquellos alimentos ricos en sodio que son catalogados como “sin sal agregada”, es decir, que sólo poseen su sodio natural. En ese caso, las galletas, los quesos, el pan y los aderezos con esa etiqueta pueden ayudar a sustituir el consumo de sal extra y por ende, la retención de líquidos y los problemas cardíacos. Por todo lo anterior, se hace necesario utilizar la sal con mesura pues está demostrado que es tan necesaria como dañina.