En los campos cubanos las niñas juegan a las casitas y a la hora de cocinar emplean el fruto de una planta de un llamativo color anaranjado y semillas rojas que todos conocen como cundeamor.
El cundeamor reduce los niveles de glucosa Momordica charantia es su nombre científico y los beneficios que brinda a la salud son dignos de elogio; es una hierba anual trepadora de tallos flexibles, resistentes y delgados.
El fruto de esta planta es comestible, aunque muy amargo. Crece en forma alargada y oblonga con verrugas en su cáscara, de color verde primero y amarillo al madurar. En el interior la fruta es carnosa, de color rojo cuando maduran. Su uso en la cocina asiática es muy común.
En el ámbito mundial se le reconocen a esta planta diversos usos etnomédicos como son: antidiabética, antirreumática, antiflatulenta y antimicótica, entre otras; se emplean las hojas, los frutos y las semillas.
Es común en toda la Cuba, en terrenos yermos y cultivados, llanos o mediana elevación. Se la encuentra también en las Antillas Mayores y Menores, en la América tropical continental y en los trópicos del viejo Mundo.
La planta en general contiene moléculas cuyo efecto en el organismo humano es similar al de la insulina, característica que la convierte un poderoso aliado contra la diabetes tipo II, ayudando también a retardar el desarrollo de la retinopatía diabética.
Para el tratamiento de la diabetes se recomienda preparar una infusión con igual cantidad de hojas de cundeamor y hojas de aguacate. Beber este preparado como agua del tiempo durante dos o tres días consecutivos. Para el tratamiento de esta enfermedad también se puede comer una fruta pequeña de cundeamor o beber su zumo.
El uso de esta planta en la medicina tradicional china ha sido milenario. Con fines medicinales se utilizan sobre todo el fruto y las hojas de esta planta, las cuales son ricas en hierro, fósforo y calcio.
También se le atribuyen beneficios en el tratamiento de la hipertensión, infecciones de la uretra, reumatismo, colitis, parásitos intestinales, triglicéridos y colesterol “malo” (LDL) altos, así como en casos de fiebres altas, inapetencia, bacterias intestinales, micosis vaginal, enfermedades del hígado, retraso de la menstruación y dolores menstruales.
El uso tópico de la infusión o decocción de las semillas del fruto de cundeamor en cataplasmas o baños sirven para parar las hemorragias externas, aliviar las quemaduras y úlceras de la piel, y para calmar salpullidos y erupciones cutáneas.
También se utilizan las hojas secas, más bien tostadas y luego molidas, para aplicar sobre las quemaduras. Cocer en agua hojas y ramas de cundeamor sirve para lavar y limpiar heridas de la piel y para aliviar las hemorroides haciendo asientos en dicha cocción.
Para el resto de las afecciones señaladas se recomiendo beber la decocción de un manojo de hojas y ramas por cada litro de agua; no más de tres tazas diarias.
El consumo de esta planta está contraindicado en mujeres embarazadas y en personas con hipoglicemia. Exceder la dosis recomendada puede causar diarrea y dolor abdominal.
Esta es una de las plantas que más aplicaciones tiene en la medicina popular; se emplea también como aperitivo, estomáquica, vermicida y emenagoga.
El cocimiento de sus hojas hace expulsar los tricocéfalos, también es bueno para abrir el apetito, para las enfermedades del hígado y para curar la colitis.
Los frutos y las semillas maceradas en aceite curan las heridas. La decocción de las hojas se usa para las enfermedades del tubo digestivo; se emplea para los eczemas y los herpes. El cocimiento de las hojas en las erupciones cutáneas, y las sumidades en cocimiento contra las enfermedades del hígado y las fiebres.