representante de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) en CUba, José Moya
 
La Habana (Prensa Latina) Mientras que la región de las Américas presenta hoy una compleja situación por el impacto de la Covid-19, Cuba vive un escenario favorable en el control de esa letal enfermedad provocada por el coronavirus SARS-Cov-2.
 
En entrevista exclusiva con Prensa Latina, el representante de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) en este país caribeño, José Moya, valoró de muy positiva la estrategia cubana contra la pandemia.

Desde antes de la aparición del padecimiento en Cuba, donde se confirmaron los tres primeros perjudicados el último 11 de marzo, existía un plan intersectorial de respuesta al SARS-Cov-2, destacó el funcionario.

La iniciativa que se ha puesto en práctica, agregó, tiene entre sus bases el logro de una inmediata identificación de los casos de la Covid-19, clínicos y sospechosos, por la red de atención primaria de salud de la nación.

Según Moya, las pruebas moleculares de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real realizadas a esas personas y a sus contactos han permitido conocer a los grupos de afectados y controlarlos.

Más de tres meses después del inicio en Cuba de la dolencia, que surgió en China a finales de 2019 y afecta actualmente a casi el mundo entero, la mayoría de los eventos abiertos en la mayor de las Antillas se ha controlado, expuso.

Nos llama favorablemente la atención la disminución de los casos, con uno, dos, cinco al día, en la última semana, elogió el epidemiólogo peruano, quien laboró antes en Venezuela, Argentina, República Dominicana, Brasil, México y Haití

Sin dudas, resulta una respuesta positiva, y el reto es mantenerla, recalcó Moya antes de sugerir a la población que siga cumpliendo las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública (Minsap), como el uso de la mascarilla facial o el nasobuco, la higiene de las manos y las superficies, y el distanciamiento social.

Comentó que la pandemia no ha concluido, pues sigue existiendo trasmisión en la región y en otras partes del orbe, y ese es un mensaje claro a tener en cuenta por todos, no hay que bajar la guardia, subrayó el galeno.

Moya ponderó como fortaleza de Cuba en la lucha contra la Covid-19 la capacidad de organización de su sistema de salud pública, y precisó que la comunicación estratégica es fundamental.

Todos los días vemos al doctor Francisco Durán, director de Epidemiología del Minsap, informando sobre los casos que se han detectado, su distribución, y además ofrece recomendaciones al pueblo, ilustró.

Observamos al ministro del sector, José Ángel Portal, presentarse semana tras semana en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda para divulgar la estrategia a seguir, las indicaciones, y también otros titulares y el propio presidente del país, Miguel Díaz-Canel, abordan frecuentemente el impacto de la Covid-19, añadió.

A esto le sumamos, puntualizó, la labor del grupo de Ciencia y Tecnología, que aporta al país y apoya la respuesta contra la dolencia con sus productos, medicamentos y la capacidad de elaborar acá equipos de protección personal y aparatos médicos destinados a favorecer la ventilación de los enfermos.

SITUACIÓN EN LAS AMÉRICAS

Debido a esta pandemia, nuestros países y gobiernos deberán reflexionar mucho sobre cuáles fortalezas tienen que tener los sistemas de salud, instó el médico.

Mencionó específicamente la necesidad de formar recursos humanos y la capacidad de las estructuras de vigilancia epidemiológica, con epidemiólogos de campo bien entrenados, que puedan ofrecer alertas oportunas y también respuestas de esa manera.

El escenario en algunos países de la región es que la trasmisión del SARS-Cov-2 se está volviendo más intensa, está afectando a amplios sectores de la población con las mayores desigualdades sociales, y los sistemas de salud se han encontrado un tanto debilitados para responder a una demanda creciente de casos, opinó.

Hemos tenido médicos perjudicados, defunciones en ese grupo, carencia de equipos de protección personal, es decir, jamás hemos estado ante un escenario similar, por lo menos en 100 años, acotó.

A juicio de Moya, algunos países, entre ellos Cuba, han contado con una mejor respuesta a la pandemia; sin embargo, afirmó, otros no, aunque se impusieron confinamientos.

Fue muy difícil sostener esas cuarentenas en grandes sectores de una población que necesita salir a trabajar, buscar los alimentos, pero que es vulnerable, dijo.

Comentó que esos grupos poblacionales están principalmente en las zonas periurbanas, y al movilizarse han sostenido la trasmisión de la enfermedad, la hicieron más intensa y las curvas de los contagios se incrementaron en las últimas semanas.

Recordó que Estados Unidos, el país más dañado del mundo por el SARS-Cov-2, y Brasil presentan entre ambos el 75 por ciento de los casos de las Américas, cuyo número es superior a los cinco millones, según estadísticas de la OMS de este 29 de junio.

RESPALDO DE LA OPS Y LA OMS A CUBA

Por otro lado, Moya aseguró que la OPS y la OMS mantienen el respaldo a la lucha de Cuba contra la Covid-19, y permanentemente existen reuniones de carácter virtual entre los equipos técnicos de su sede y los colegas del Minsap.

Compartimos elementos técnicos, capacitaciones para los recursos humanos, servicios de salud, ideas que surgen con el fin de estar mejor preparados en el enfrentamiento a la enfermedad, esbozó.

Manifestó que la representación de dichas entidades en La Habana ha podido movilizar recursos financieros y los ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias cubanas para seguir apoyando en compras de equipos e insumos necesarios.

Tan pronto como ocurrieron los primeros casos de esta dolencia compartimos información al respecto, recordó el epidemiólogo sobre el aporte inicial de la OPS y la OMS al combate antiCovid-19.

Cuando el padecimiento se estaba confirmando como un evento muy trasmisible y que llegaría a nuestra región, la directora de la OPS, Carissa Etienne, envió una carta a los ministros de Salud invocándolos a estar preparados ante una nueva situación epidemiológica, rememoró.

Luego, una participación nuestra fue la de apoyar, preparar a los expertos de los laboratorios de cada país a poder conocer las técnicas para el diagnóstico de este nuevo coronavirus, apuntó.

Al respecto, comentó que se realizaron dos reuniones, una en Brasil y otra en México, y a la última acudió una viróloga del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), de La Habana, quien regresó a Cuba con el conocimiento sobre la realización de los PCR.

De acuerdo con Moya, esa experta cubana trajo a su país los primeros reactivos para dichos exámenes, los cuales, refirió, la OPS siguió apoyando, y hace más o menos un mes entregó 100 mil directamente al IPK, 'un centro de excelencia a nivel nacional y regional'.

PREMIO NOBEL DE LA PAZ PARA PERSONAL DE LA SALUD CUBANA

Interrogado sobre los llamados de diversas organizaciones y personalidades del mundo a conceder el Premio Nobel de la Paz a los integrantes del Contingente cubano de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, por su labor contra la Covid-19, Moya aseveró que son muy importantes esas declaraciones.

Cada vez, vemos más posiciones a favor de tal reclamo, es un reconocimiento que hacen diferentes instituciones, gobiernos y países al trabajo del personal sanitario de las brigadas, encomió.

Han llegado a muchos lugares de la región, recientemente arribaron cuatro grupos a Perú, mi país natal, son misiones a solicitud de las propias naciones que conocen las cualidades y las competencias de los profesionales de la salud de Cuba, sostuvo.

Destacó que esos doctores, enfermeros y logísticos se suman en estos momentos tan difíciles a apoyar en la atención de los casos de la Covid-19, hacen recomendaciones, y asesoran para enfrentar la situación de riesgo.

Con el fin de luchar contra este mal, Cuba ha enviado tres mil 440 profesionales a más de 30 países y territorios de América Latina y el Caribe, Europa, África y Medio Oriente, puntualizó Portal a finales de la semana pasada.

Finalmente, Moya ponderó el trabajo 'silencioso y extraordinario' de los epidemiólogos de los servicios de salud, pues, consideró, son ellos quienes sostienen la vigilancia permanente, el análisis, de los riegos que pueden tener las poblaciones, y responden a los problemas y los desafíos existentes.