Cuba conmemora el Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma

La Habana, 15 sep (ACN) Con un agradecimiento a los médicos y la invitación por parte de la Biblioteca Virtual en Salud (BVS-Cuba) a revisar el capítulo Linfomas, del libro Roca Goderich. Temas de Medicina Interna. Tomo III. Quinta edición, Cuba se une hoy a conmemorar el Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma.

Cada 15 de septiembre, desde el año 2004, se celebra esta jornada en todo el mundo, dado que, según datos brindados por el portal Infomed, más de 735 mil personas son diagnosticadas anualmente con linfoma, incluida la leucemia linfocítica crónica.

Este año, la comunidad cubana y mundial del linfoma ofrecen un millón de gracias, para mostrar gratitud a quienes ayudan a las personas que viven con esta enfermedad.

En Cuba, al año se diagnostican aproximadamente más de mil 100 enfermos de Linfoma, y el tratamiento del mismo ha tenido avances considerables, que han permitido una mejor supervivencia global y sobrevida libre de enfermedad.

Un linfoma es una proliferación maligna de linfocitos (células defensivas del sistema inmunitario), generalmente dentro de los nódulos o ganglios linfáticos, pero que veces afecta a otros tejidos como el hígado o el bazo, detalló Infomed.

Afecta a entre tres y seis personas por cada 100 mil habitantes y la edad media en la que suele aparecer se sitúa en torno a los 60 años.

Sus síntomas son fáciles de confundir, ya que es imperioso que se realice el diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno, es muy importante difundir sus señales, estimular la consulta al médico y brindar información y ayuda a los enfermos y sus familias.

Se han descrito más de 60 tipos de linfoma, dependiendo del tipo de células inmunes afectadas, pero suelen clasificarse en dos grandes grupos: el linfoma de Hodgkin o enfermedad de Hodgkin, y el linfoma no Hodgkin.

A modo general, el 60 por ciento de los linfomas se cura, si bien el pronóstico depende de una serie de factores como la edad y el estado general del paciente, el estadío en que se encuentre la enfermedad en el momento del diagnóstico y, especialmente, el tipo de linfoma del que se trate.