Pese a las sanciones unilaterales de EE.UU., Cuba se convierte en el país más pequeño del mundo en tener vacuna de producción nacional contra coronavirus.
En un informe emitido el martes, el diario británico The Guardian destacó que a pesar de estar golpeada por el doble golpe de las sanciones estadounidenses y la pandemia del coronavirus, causante de la COVID-19, Cuba sigue severamente sus esfuerzos para desarrollar vacunas contra el virus letal.
“Esta isla sitiada [por EE.UU. durante 60 años] puede convertirse en el país más pequeño del mundo en desarrollar sus propias vacunas contra el coronavirus”, agregó la nota detallando que de las 27 vacunas en fase final de prueba contra la COVID-19 que se han producido en todo el mundo, dos son cubanas.
Según el texto, los ciudadanos del país caribeño no tendrán problemas para recibir la vacuna si las investigaciones clínicos tendrán éxito, dado que, la isla tiene un número muy alto de infraestructura bien desarrollada de policlínicas comunitarias locales y establecimientos de salud, “con la proporción más alta de médico por paciente del mundo”.
Cuba cuenta actualmente con cuatro vacunas en su programa de producción. Conforme a los científicos cubanos, antes de terminar el verano, la isla podría disponer de una vacuna propia con la que podrá inmunizar a toda su población.
Desde 1960, EE.UU. mantiene un férreo bloqueo contra Cuba. En 2015, el expresidente estadounidense Barack Obama inició un proceso de distensión, que se vio frenado cuando Doanld Trump llegó a la Casa Blanca en 2017 y aplicó centenares de sanciones a la isla. Se esperaba que con la asunción de Joe Biden la postura estadounidense cambie, pero hasta el momento todo sigue igual.
Según varios expertos, Washington aumentó las sanciones contra Cuba con la esperanza de que eso, combinado con la pandemia y la crisis económica, realmente llevaría a la isla al límite; no obstante, EE.UU. ha fracasado en materializar sus objetivos.