Durante el transcurso de la pandemia de la COVID-19 se han asociado las comorbilidades a un mayor riesgo de tener una evolución desfavorable y superior probabilidad de muerte.
Así lo constató un estudio al respecto en Cuba, donde se reflejó, además, que la hipertensión arterial (HTA) constituye la comorbilidad más frecuente vinculada a la mortalidad por el virus.
Tras un análisis de la totalidad de los pacientes con 18 años o más confirmados con el nuevo coronavirus en la nación, diagnosticados entre el 11 de marzo de 2020 −cuando se detectaron los primeros casos en el territorio– y el 15 de octubre de ese año, se observó que más del 47% de los fallecidos presentaban HTA.
El doctor Jorge Luis León Álvarez, uno de los investigadores, precisó que esos datos están en sintonía con los reportados en el resto del mundo, y el 80% de los decesos en ese periodo en el país vinculados al SARS-CoV-2 fueron personas de más de 60 años, para una edad promedio de 73.
Asimismo, gran parte de ellos tenían dos o tres comorbilidades, incluidas la diabetes mellitus y complicaciones vasculares derivadas de ese padecimiento y de la HTA, seguidas de la obesidad y la enfermedad cardiovascular.
El también especialista de segundo grado en medicina interna explicó que, cuando esos factores de riesgo están descontrolados o con complicaciones, aumenta la probabilidad de lesión vascular y, en consecuencia, la de mortalidad, porque el mecanismo de acción de este coronavirus está relacionado con una lesión inflamatoria sistémica.
Por otra parte, enfatizó que no existe ningún fármaco hipertensivo contraindicado cuando se padece la COVID-19, por lo cual los infectados deben continuar con su tratamiento para la presión arterial y se les debe ajustar en las unidades donde son atendidos en función de la respuesta de cada uno.
Según la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 30.9% de los cubanos mayores de 15 años sufren HTA, lo cual significa que 2.6 millones de personas en el país son hipertensas, y la cifra podría ser superior.
En el caso de los niños, aproximadamente del 1 al 3% de los mayores de seis años la padecen, generalmente ocasionada por la obesidad debido a malos hábitos nutricionales y poca actividad física.
León Álvarez señaló que a partir de los 50 años de edad se multiplica el riesgo de ser hipertenso, y a los 60 años casi el 60% de la población presenta este problema.
En el contexto actual, con regularidad se diagnostican nuevos casos de HTA, pues a raíz de la COVID-19 los chequeos resultan más constantes y gran parte de los hipertensos son asintomáticos.
También el Sistema Nacional de Salud facilita el acceso a especialistas para el control de la HTA, más del 70% de esos casos se detectan en la atención primaria de salud y el 89% de ellos cuentan con tratamiento farmacológico.
Por tanto, se logran cifras altas de control de HTA en relación al mundo, de casi un 68% en la nación, dijo el también profesor e investigador auxiliar.
No obstante, la prevención de la HTA viene desde el hogar y conlleva modificar el estilo de vida con hábitos alimenticios sanos, que incluyen disminuir el consumo de sal, aumentar la ingestión de vegetales, cítricos y frutas, evitar las grasas animales y una mejor distribución de los alimentos en el transcurso del día.
Al igual, es preciso eliminar la práctica de fumar y el consumo de bebidas alcohólicas, minimizar la ingesta de café, evitar en lo posible tomar fármacos con incidencia en la presión arterial, normalizar el peso corporal y controlar otros factores de riesgo.
El 17 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión, esta vez bajo el lema “Mida su presión arterial, contrólela, viva más tiempo”, con el objetivo de aumentar la conciencia sobre la presión arterial alta en todas las poblaciones del mundo y centrarse en su medición precisa.
Cuba se suma a esta celebración instando a toda la población a incorporar hábitos que permitan prevenir esta enfermedad.
(Tomado de portal del Minsap)