Este pequeño archipiélago del Caribe rodeado por tanta agua y enjaulado por un fuerte bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos., a pesar de su condición económica pobre, no tiene límites, titubeos, ni miedos, y sí fuerzas, resistencia, coraje, corazón caliente, y muchas ideas y compromisos por cumplir y solidarizar.
Cuba nunca le ha temido a nadie, por eso entre jóvenes, intelectuales, campesinos y hombres valientes luchó por su independencia, y la alcanzó y hoy día sigue disfrutándola y velando por ella, pues la hostilidad le llega continuamente de bien cerca, aunque, quién creería que se mantuviera en firme durante tantas décadas a pesar de esa desdichada ubicación geográfica.
Aunque no tan desafortunadas son esas pocas millas que separan a ambas naciones. Cuba es el sólido ejemplo a demostrar al mundo entero, que, incluso siendo subdesarrollada, por sus propios esfuerzos, y sin tantos recursos, se le puede hacer frente a una pandemia, proteger y garantizar la salud de todo un pueblo y hasta formular, uno no, cinco candidatos vacunales.
La más esperada y alentadora noticia que se pudiera recibir en estos tiempos de Covid-19 ya llegó. Soberana 02, en sus dos dosis alcanzó una eficacia del 62 por ciento, lo que pudiera ser el salto a que la Organización Mundial de la Salud la apruebe como una vacuna contra el virus del SARS-CoV-2. Los médicos y científicos cubanos son la vanguardia de estos tiempos.
Un aliento para todos los cubanos y la esperanza para otros pueblos. Como expresara el pasado sábado 19 de junio el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, “el nuevo resultado de la ciencia cubana en el enfrentamiento de la Covid-19, de alcance mundial, es el mejor regalo por el Día de los Padres”.
El también mandatario cubano publicó en un tuit, “Felicidades #Cuba. En vísperas del #DíaDeLosPadres y a 13 meses de búsqueda de una vacuna cubana, se confirma que, con dos dosis, #Soberana02 alcanzó un buen por ciento de eficacia. Pronto sabremos el dato con la tercera dosis, #SoberanaPlus, que debe ser superior. #CubaViva #CubaPorLaVida”.
Díaz Canel enfatizó que “este es un resultado rotundo de los científicos cubanos que expresa muchas cosas. Expresa la confirmación una vez más del pensamiento visionario de Fidel y de la capacidad científica que ha creado la Revolución. (…) Esta vacuna se ha logrado en medio de una situación financiera sumamente compleja para el país”.
Miguel Díaz-Canel reafirmó la solidaridad de Cuba, puesto que esta vacuna será no solo para proteger a los cubanos, sino a los pobres del mundo que la necesiten. “Estoy seguro que los pobres del mundo a la vacuna a la que podrán acceder, será a la nuestra. (…) Resultados como este son totalmente enaltecedoras de nuestra nación, de la cubanía”, aseveró.
Testimonio de un habanero: “El pinchazo es breve, pero la dicha es grande”
Foto: El papá de Max Barbosa expone orgullosamente su tarjeta de vacunación tras haber recibido la primera dosis del candidato vacunal cubano Abdala. Tomada de la cuenta personal de Facebook de Max.
Los candidatos vacunales anticovid-19 Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, han estado en estudios rigurosos durante las últimas semanas por distintas provincias del territorio nacional para confirmar su eficacia. Su aplicación primero apuntó hacia la población adulta, y más recientemente se está haciendo ya el estudio en los menores de 18 años.
La evidencia de la efectividad de Abdala ya se hace ver y contabilizar en números. La capital, epicentro de la pandemia, evidencia un comportamiento hacia la disminución de casos positivos a la Covid-19. Los primeros municipios que empezaron con la intervención sanitaria son los que menos casos están aportando a la estadística nacional de enfermos con el virus.
Centro Habana, desde el inicio de la pandemia, ha sido de los puntos habaneros donde más complicada se ha comportado la transmisión. Fuertes focos y eventos epidemiológicos han obligado a tomar estrategias concisas y extremas con el propósito de aguantar las transmisiones y reducir en los grupos más vulnerables el peligro de desarrollar la enfermedad de forma grave.
Max Barbosa, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y Subdirector Multimedia de la Revista Alma Mater, en una publicación en Facebook, relató desde su experiencia en la barriada habanera Los Sitios, cómo el sentir del cubano y la originalidad que lo define, emerge en estos tiempos de pandemia.
El joven periodista define su criterio y explica que “sería mucho egoísmo hablar de segundas dosis, poner un selfie y hacer alarde de: «casi inmune a la Covid», cuando allí, en ese barrio de toda mi vida (pobre, marginalizado, centrohabanero hasta la médula, hermoso, pero diverso), ocurren cosas como estas”. La intervención sanitaria por día acumula más inmunizados.
“¡A vacunarse!, gritó la enfermera desde la reja del edificio donde, hace más de 25 años, viven mis padres. Entonces se armó el corretaje porque supuestamente, hoy solo les tocaba Abdala a los mayores de sesenta de la calle Campanario. Pero en el 107 de Figuras la gente ha envejecido y, en casi todos los apartamentos hay al menos una persona mayor”.
Relata Max, que “uno o una que, tras el griterío del aviso, llegó hasta el consultorio donde las doctoras – jóvenes ambas – hacían el proceso de entrevistar, tomar la presión, apuntar todos los datos …, los más llevadero posible”. El gobierno cubano ha provisto de equipos y las condiciones necesarias a estos centros para que bajo las normas funcionen como vacunatorios.
Desde lo jocoso, viene este recuento, y que a diario solemos escuchar, más ahora en pandemia. Dice Barbosa, que le sorprende ver a los pacientes, “que a diario vienen con una dolencia distinta, el día de la vacunación te dicen: «¿cómo me siento?, bien», comentaba entre risas uno de ellos. Y es que no es para menos después de un año y tanto sin ver luz al final del túnel”.
Confiesa este comunicador, “el pinchazo es breve, pero la dicha es grande. La sonrisa por parte del personal de salud, aun nasobuco mediante, aun si el cansancio los vence a ratos. La felicidad: enorme, porque ya uno de mis viejitos comenzó a ser más fuerte. El agradecimiento: tan grande como el orgullo que me hace sentir que los saberes de esta islita sean capaces de salvarnos”.
“Mientras, tontos y tontas pelean por sumarse a un bando, se diluyen en discusiones virtuales y estériles, gastan fuerzas en lugar de pujar por el mejoramiento. Más de dos millones de personas en Cuba hemos recibido al menos un pedacito de ciencia en el hombro y yo lo celebro como si fuera el día más feliz de nuestras vidas, porque lo es”.