En Cuba se vive total tranquilidad, aunque los titulares de los grandes medios occidentales dicen lo contrario. La única batalla que se libra en la isla es contra la Covid19, salvando vidas en los hospitales e inmunizando a la población con vacunas propias. Pero a la derecha le preocupa y ocupa la soberanía científica que ha demostrado Cuba -en plena pandemia- y que el virus de la solidaridad que padecemos los cubanos contagie al mundo.
Desde otros lugares del mundo la verdad saca la cabeza a pesar de la brutal campaña comunicacional orquestada contra la revolución cubana, causante de los disturbios del pasado 11 de julio, incitados y pagados -en su mayoria- desde Estados Unidos.
Nos referimos a las declaraciones del español Alberto Cubero, concejal de Zaragoza, que durante un debate en el pleno municipal se negó a votar a favor de una moción contra Cuba, presentada por la derecha española, la cual muestra una profunda preocupación por la situación de los derechos humanos en Cuba.
La decencia política y sinceridad que mostró el concejal Alberto Cubero, molestó a la derecha española al punto que el Alcalde de Zaragoza lo mandó a vivir a Cuba.
Cubero no solo se encargó de desmontar la matriz de opinión que intenta imponer la mafia anticubana de la Florida sobre la supuesta dictadura existente en la isla, sino que también le cantó las cuarenta a la derecha de su país por su cinismo y conveniente silencio ante las injusticias que sufren los propios españoles.
En su brillante intervención, expresó: "Veo aquí una derecha que dice estar muy preocupada por los derechos humanos en Cuba, pero es la misma derecha que hace tres meses se negó a condenar los cientos de asesinatos de líderes indígenas y defensores de derechos humanos en Colombia. Tampoco han condenado los 72 muertos y más de mil desaparecidos en Sudáfrica porque el presidente de Haití ha sido asesinado por militares colombianos entrenados en Estados Unidos. Tampoco han hecho ni una sola mención del bloqueo del gobierno estadounidense que hace 62 años imponen a Cuba y que es rotundamente condenado por las Naciones Unidas y que impide, por ejemplo, comprar jeringuillas al único país de América Latina que ha producido e investigado no solo una sino dos vacunas contra la Covid19.
Pero, ademas, qué autoridad moral tienen ustedes para hablar a Cuba de derechos humanos cuando aquí en España todos los días se desahucian familias, incluso con menores. Y el derecho a la vivienda no es solo el articulo 47 de nuestra constitución sino el 25 de la declaración universal de los derechos humanos.¿Saben dónde no se desahucian familias? En Cuba. ¿Saben por qué?. Porque sencillamente los bancos no tienen más poder que el gobierno cubano como ocurre en España, que aunque firmes un acuerdo de gobierno diciendo que vas a parar los desahucios y vas a regular los precios del alquiler no puedes porque los bancos y los grandes tenedores presionan a los gobiernos y doblega la voluntad popular expresada en las urnas. De qué democracia hablan ustedes a Cuba si viven y practican la dictadura del capital en España. Desde qué pedestal le hablan a Cuba de democracia si nuestro rey emérito Juan Carlos nos ha robado a todos los españoles, se ha enriquecido con la venta ilegal de armas y se ha fugado a una dictadura como los Emiratos Arabes".
Y para concluir le dijo lo peor que se le puede decir a los derechistas "defensores" de los derechos humanos: "Ustedes determinan que los paises viven bajo bajo una democracia o una dictadura en base a su concepto de libertad, que es la libertad del dinero, que es el derecho a enriquecerse a cualquier costo, pero lo que verdaderamente les preocupa es que en Cuba después de la caída de Batista (en 1959) llegó el Comandante y mandó a parar (refiriéndose a Fdel Castro). Lo que verdaderamente les preocupa es que Cuba es un ejemplo de que otro mundo es posible. Porque mientras ustedes van a expoliar recursos materiales a otras naciones, Cuba manda maestros. Porque donde ustedes mandan bombas, Cuba manda médicos. En lo peor de esta pandemia en el epicentro de mayor gravedad, en el norte de Italia, sus dictaduras del capital abandonaron a la población y solo mandaron militares a recoger cadáveres mientras Cuba mandó su solidaridad y sus médicos".
Como bien dice la frase "la mentira tiene patas cortas" y la solidaridad y el humanismo- que los cubanos han regado por el mundo- no se pueden borrar con campañas mediáticas (diseñadas en los laboratorios del odio) ni con mociones cínicas y oportunistas .
Ojalá la minoría de cubanos -confundidos o no- que salieron a las calles el 11 de julio escuchen a Cubero (que vive y sufre el Capitalismo). Porque la libertad que nos espera -si la revolución algún día cae- es la libertad de que los bancos puedan desahuciar familias y que las farmaceúticas puedan hacer negocio con la salud. Y esa libertad, Cuba no la quiere ni regalada.