Desde hace 29 años, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia celebran la Semana Mundial de la Lactancia Materna del 1 al 7 de agosto, lo cual, más que una iniciativa, significa toda una amplia estrategia para su divulgación, conocimiento y defensa.
Sus organizadores pactaron para la edición de este 2021 el tema: Proteger la lactancia materna: una responsabilidad compartida. Si bien la leche materna protege al recién nacido de la gastroenteritis, infecciones respiratorias, urinarias, inmunitarias, entre otras, también tiene efectos beneficiosos para la madre en su recuperación tras el parto.
Este evento, además cursará dentro de puntos de la campaña Semana Mundial de la Lactancia Materna-Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, la cual subraya los vínculos entre la lactancia materna, la salud y el bienestar de las mujeres, los infantes y en general las naciones. Estudios afirman que la leche materna protege además del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.
Dicho acto de la lactancia materna, uno de los primeros momentos más disfrutados y de mayor contacto, piel a piel entre madre e hijo, de acuerdo con el criterio de especialistas, aún más si la madre y el recién nacido se encuentran sanos, es sumamente importante en las dos primeras horas puesto que el bebé posee un reflejo de succión muy fuerte.
Asimismo, los médicos consideran que el pecho se debe ofrecer a demanda. Aunque en la mayoría de los casos se pueden hacer entre ocho y 12 tomas al día, la madre debe saber y aplicar que estas pueden ser un poco más. Esta deberá comprobar que el agarre y la succión sean correctos con el objetivo de evitar grietas en los pezones.
La paciencia y la calma durante las tomas debe primar. El bebé se podrá alimentar correctamente incluso sin la concurrencia del malestar de gases, siempre que la madre permita que este vacíe un pecho por completo antes de pasar al otro, ya que la composición de la leche cambia y pasa de ser más clara a más grasosa al final, por lo cual, más nutritiva.
Por otro lado, los especialistas recomiendan evitar los chupetes hasta que la lactancia se haya establecido correctamente. Aconsejan esperar hasta pasadas las primeras cuatro o seis semanas para el uso de chupetes y tetinas, y no utilizar las pezoneras de forma continua.
No habrá de qué preocuparse por esta alimentación natural siempre que el bebé aumente de peso, moje por lo menos cinco pañales en un periodo de 24 horas y haga deposiciones, las cuales pueden ser variables, una cada 48 horas, también 6 o 7 al día.
Según una publicación de la Organización Panamericana de la Salud, la Alianza Mundial para la Acción sobre Lactancia Materna definió en este año: “informar a las personas sobre la importancia de proteger la lactancia materna, anclar el apoyo a la lactancia materna como una responsabilidad vital de salud pública, interactuar con individuos y organizaciones para un mayor impacto, e impulsar la acción en la protección de la lactancia materna para mejorar la salud pública”.