Cuba celebra hoy el Día Mundial de la Salud compartiendo en la arena internacional los logros alcanzados, llevando un mensaje de altruismo, solidaridad y humanismo.
Los triunfos no solo quedan en la isla caribeña, sino que rebasan las fronteras nacionales, pues tenemos un importante grupo de médicos, enfermeras y otros expertos en varias naciones prestado sus servicios, precisó la viceministra de Salud Pública, Carilda Peña.
Durante la etapa más dura de la pandemia de Covid-19, Cuba envió 53 brigadas al exterior que cubrieron un total de 42 países, recordó la vicetitular.
Cuba cuenta con un sistema de salud, gratuito, accesible, universal que no discrimina por razas, ni credos, y abarca todo el territorio nacional a través de los niveles de atención que van desde el ministerial al primario.
Actualmente -explicó Peña- la mayor de las Antillas cuenta con un total de 450 policlínicas, y más de 11 mil consultorios del médico y enfermera de la familia.
Al cierre de 2022 Cuba contaban con 62 mil camas para la hospitalización, 149 hospitales y 12 entidades de investigación sumando también una red de instituciones que apoyan los servicios de salud, puntualizó Peña.
La nación antillana exhibe “un fortalecido programa de inmunización con 11 vacunas, de ellas ocho son de producción nacional, las cuales permitieron el control de 13 enfermedades, algunas contra las formas graves, otras ya erradicadas y las controladas”.
Peña señaló que la mayor de las Antillas tiene 13 facultades de Ciencias Médicas que forman más de 10 mil profesionales cada año, y unos 15 mil tecnólogos.
Están vigentes varios programas de atención, entre ellos, el control de las enfermedades no transmisibles y los factores de riesgo que la generan.
Hoy –manifestó Peña- nos encontramos inmersos en el control de factores de riesgo de la hipertensión arterial, el tabaquismo que ocasionan dolencias que constituyen las primeras causas de muerte en el país.
Teniendo en cuenta que Cuba es un país tropical se le presta gran atención a las enfermedades transmisibles, entre ellas, las provocadas por vectores, que de hecho están controladas, incluyendo el paludismo.
La mayor de las Antillas fue el primer país en eliminar la transmisión materno-infantil del la sífilis congénita y el VIH, condición alcanzada desde 2015, y se mantiene hasta la actualidad.
La viceministra lamentó los daños ocasionados por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos al sector, privándolo de instrumental médico, material gastable, insumos, fármacos y otros recursos necesarios para la prestación sanitaria, al tiempo que destacó el respaldo de la industria farmacéutica nacional al sistema de salud.
Tales logros son posibles por la voluntad política, ejemplo de ello es que en 2019 el seis por ciento del Producto Interno Bruto fue destinado al este sector.