La Habana, 14 de junio de 2021.
Señor Presidente,
Después de declarada la COVID-19 como pandemia por la Organización Mundial de la Salud en 2020, se produjo una disminución sin precedentes de la ocupación a escala mundial con respecto a 2019, según lo informado por el Observatorio de la OIT, En términos relativos, esa diminución fue mayor en el caso de las mujeres, los trabajadores jóvenes y otros grupos poblacionales desfavorecidos.
La cantidad de personas desocupadas a escala mundial aumentó en 33 millones en 2020 y a comienzos de 2021, el mundo sigue afrontando una crisis excepcional de empleo e ingresos y un mayor grado de incertidumbre.
La inestabilidad de nuestros sistemas sociales, la mercantilización de las economías y el orden internacional predominante han demostrado total incapacidad para responder, con eficiencia y justicia, ante el escenario de crisis sanitaria y socioeconómica global. En consecuencia, urge implementar políticas integrales y mecanismos de protección en los que el ser humano sea prioridad y no ganancias económicas; es un momento de solidaridad entre todas las naciones, sin diferenciación alguna.
En Cuba, la protección social más que una garantía de empleo, salario y seguridad económica es un derecho constitucional y una conquista que permitió hacer frente a la defensa del empleo durante la etapa pandémica.
Actualmente, mantenemos en vigor las medidas adoptadas en el orden laboral, salarial y de seguridad social, para la prevención y enfrentamiento a la COVID-19, destinadas a preservar la fuerza de trabajo y proteger a los trabajadores y sus familias. Se continúa fomentando el trabajo a distancia y el teletrabajo; se potencia la reubicación de trabajadores en otros puestos y permanecen vigentes las garantías salariales para las madres de hijos menores a los que se le suspendió la enseñanza primaria y especial, para quienes adoptaron la decisión de no llevar a sus hijos a los círculos infantiles y para los trabajadores impedidos de asistir al trabajo, que por disposición de la autoridad Sanitaria Estatal, permanecen en aislamiento preventivo por ser contactos de casos confirmados; y ante insuficientes ingresos económicos, los núcleos familiares reciben protección por la asistencia social.
Señor Presidente:
Sumado a los retos que impone a mi país el enfrentamiento a la COVID-19, hemos tenido que resistir, durante 60 años, un criminal bloqueo económico, comercial y financiero, recrudecido en el último año; y que constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todo un pueblo.
Pese a ello y bajo ingentes esfuerzos, Cuba continúa respaldando el disfrute de los derechos de todo su pueblo y avocada a su garantía plena, ha iniciado la protección masiva de toda la población con candidatos vacunales propios, auténticos logros de la ciencia y la biotecnología cubanas.
También ha dado sobradas muestras de voluntad de continuar fortaleciendo la solidaridad y la cooperación internacional con todos los países, en particular frente a los desafíos que ha impuesto a los pueblos la pandemia.
Ratificamos la voluntad de nuestro gobierno de proteger a los trabajadores y la población en general pese a los desafíos que nos impone la COVID-19 y asegurar que, en medio de la situación epidemiológica que vive el mundo, ninguna persona quede desamparada
Muchas gracias.