Más de 3 400 universitarios, profesores jóvenes y profesionales de varios sectores se han integrado a las Brigadas Juveniles de Trabajo Social (BJTS), una iniciativa de la Unión de Jóvenes Comunistas para ayudar a transformar los barrios, tras identificar las inquietudes de los vecinos.
Según Juventud Rebelde, los jóvenes visitan los hogares e investigan los principales problemas de las comunidades, conociendo las situaciones más complejas de las familias.
El Buró Nacional de la UJC visitó este martes varias comunidades habaneras para indagar sobre la labor de las BJTS e intercambiar con sus miembros.
La primera secretaria del Comité Nacional de la organización, Aylín Álvarez García, intercambió con jóvenes en los barrios El Fanguito, en el municipio Plaza de la Reovlución, y Los Pocitos-Palmar, Marianao.
Estudiantes de las universidades de La Habana, de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona y de la Cujae contaron cómo al principio los vecinos tenían sus reservas, pero con el paso de los días comprobaron el interés de los jóvenes en contribuir al desarrollo y bienestar de las comunidades.
Entre los problemas que encontraron las brigadas sobresalen la escasez de agua y gas, ayuda social a personas que no existen, dificultades constructivas de las viviendas, falta de proyectos socioculturales, no siempre se entregan subsidios a quienes verdaderamente los necesitan, insensibilidad de autoridades y obstáculos que impiden lograr soluciones a determinados problemas.
Los estudiantes afirman que ya se trabaja para resolver estas dificultades y se piensa cómo los proyectos sociales y culturales de las facultades puedan ayudar a cambiar las comunidades, pero su labor no puede ser solo diagnosticar los problemas, resulta imperativo que las autoridades gubernamentales den respuestas, expliquen y se ordenen los mecanismos que existen para entre todos ayudar, como dijo uno de los jóvenes de la Cujae.
La primera secretaria del Comité Nacional de la UJC dijo a los estudiantes que resulta vital la caracterización que están haciendo, y también el vínculo que se establece entre los jóvenes y los barrios, que ayuda a las personas con vulnerabilidades a mejorar su calidad de vida.