Respeto por el ser humano y su dignidad, por los modos elegidos por cada quien —siempre que no dañen— para existir y ser feliz. Defender y hacer por una Cuba unida, sabiendo que la unión solo es real si se asume lo diverso; sabiendo que la exclusión, la discriminación, la estigmatización que hagamos ante lo que no se nos parezca o no entendamos, son prácticas que abren abismos y al final nos debilitan y alejan de la Isla soñada, de ese espacio donde la plenitud pueda tocarse.
En el aire quedó ese estado de ánimo, esos pensamientos luego de que este viernes, desde el Palacio de la Revolución, hubiese tenido lugar un encuentro entre el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y representantes de la comunidad LGBTIQ+ en Cuba.
A los interlocutores —de los cuales más de uno valoró como de histórico al diálogo—, el dignatario les agradeció, hacia el final de las reflexiones, la sinceridad y el haber compartido temas que “conmueven y que forman parte de historias de vida”.
“Uno ha estado recibiendo una carga emocional, de insatisfacciones de ustedes que también aprietan los sentimientos; y uno se da cuenta de la magnitud de todo el trabajo que queda por delante, independientemente de todo lo que se ha tratado de avanzar en estos temas”, dijo Díaz-Canel Bermúdez durante el intercambio que también fue presidido por Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado y jefe del departamento de Educación, Deportes y Ciencia en el Comité Central del Partido; por el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda; y por Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
El Jefe de Estado habló de trabajar juntos, de lograr consensos, de “ir construyendo las propuestas del país que queremos”: un país socialista y “que sea cada vez mejor”. Contó a quienes lo escuchaban sobre otros encuentros ya sucedidos desde el Palacio de la Revolución, que han permitido estar al tanto de ideas y propuestas de diversos sectores de la sociedad. Este con las personas LGBTIQ+, afirmó, resultó también valioso en cuanto a los aportes.
“Estamos prestos para conversar de los temas que ustedes nos traigan”, expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, quien antes había dicho: “Bienvenidos y bienvenidas al Palacio de la Revolución”. Tales momentos marcaron el comienzo de una jornada inolvidable, “fundamental —como dijo Mariela Castro Espín— para poder avanzar en esta agenda de igualdad y equidad social que estamos actualizando y ampliando”.
“Activamos nuestras redes —apuntó Mariela en alusión al encuentro—, nuestros grupos de activismo, vinculados al trabajo del Centro Nacional de Educación Sexual, y del grupo Prosalud; o sea, de instituciones del Estado, del Ministerio de Salud Pública”.
Seguidamente se sumaron voces como la de Malú Cano Valladares, coordinadora de la Red de personas trans, parejas y familias, quien hizo explícita al mandatario su gratitud por el encuentro, y por la posibilidad de plantear algunas “problemáticas que tenemos y sabemos que conjuntamente nosotros, la sociedad civil, con las instituciones del Estado, y el acompañamiento de usted como Presidente, podremos ayudar a solucionar”.
Malú habló de algunas miradas de discriminación y exclusión social que ha sufrido debido a su identidad de género. Contó sobre las capacitaciones recibidas en calidad de activista, todo en pos de aprender a exigir la garantía de sus derechos. Y tocó un tema a lo profundo, luego reiterado en el intercambio, de cómo el primer ámbito donde se vulneran los derechos de quienes no encajan en los esquemas heteronormativos y patriarcales es el de la familia.
No faltaron los análisis desde el enfoque jurídico, ideas que dejaron en claro la necesidad de preparar a todas las entidades del país para que, desde un andamiaje normativo y legislativo cada vez más enriquecido y profundo, todos los derechos inherentes a la existencia humana y a sus concepciones de la realización sean respetados y protegidos.
Mercy García, perteneciente a la Red Humanidad por la Diversidad (HxD), también agradeció “la oportunidad única de ser escuchados por las máximas autoridades del país, lo que se convertirá en enseñanza y experiencia inolvidables (…) sobre el valor de luchar por lo que se cree justo, y sobre la vocación humanista de nuestro proyecto social”.
Hizo alusión a las familias, a los centros escolares, laborales, y sociales, allí donde debe darse la gran batalla, ahora con herramientas de sumo valor como la Carta Magna que defiende los derechos de la igualdad y la dignidad, con lo cual se encamina a la nación “hacia más justicia social”; ahora con un anteproyecto del Código de las Familias, sin dudas de futuro, de amor y de afecto.
Francisco Rodríguez Cruz, también de HxD, hizo alusión a cuánto significa para las personas LGBTIQ+ haber llegado hasta el intercambio de este viernes: “Sí es histórico. Para nosotros eso significa mucho (…) es el resultado del trabajo de muchas personas, de muchas instituciones, del Cenesex que ha liderado este esfuerzo durante muchos años”. Y recordó entonces las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, las cuales han sido espacios vitales en la educación de la ciudadanía cubana, y por tanto merecen ser recuperadas.
De la educación, la cultura y el arte como premisas cardinales habló Teresa Jesús —de la Red de mujeres lesbianas y bisexuales—, porque “si no enseñamos que no hay que menospreciar a la otra persona por su orientación sexual, por su expresión de género, nunca vamos a acabar de construir esa manera (enaltecedora) de estar en la vida”.
Delia Suárez, investigadora del Cenesex, hizo referencia al valor de educar desde las emociones. E hizo hincapié en negarnos a la burla, o a permitir que las diferencias se conviertan en desigualdades sociales. Pidió, además, que las historias de vida sirvan no solo como memoria histórica sino también para transformar realidades.
El subdirector del Cenesex y coordinador de las redes sociales comunitarias, Manuel Vásquez Sejido, hizo referencia a cómo persisten prejuicios muy anquilosados, ante lo cual es inadmisible que las instituciones no reaccionen con mayor celeridad y efectividad. Habló de avanzar en el ordenamiento jurídico y en un proceso educativo robusto, al tiempo de que la comunicación sea parte de ese avance.
“En Cuba —aseguró el jurista— tenemos las condiciones para seguir avanzando en esos temas”. No olvidó que hay voluntad política para asumir, y que hay un pueblo muy comprometido con la justicia social.
De la Red de Jóvenes, la maestra de secundaria, Lianet Arias Rodríguez, destacó la importancia de que nuestros profesores se preparen, pasen cursos de rigor para asumir situaciones que son muy complejas y que deben tratarse con información y profundidad desde las aulas. Lo afirmó porque romper prejuicios lleva un combate, en primer lugar, contra toda ignorancia.
Voluntad para enfrentar un gran desafío
“Creo que lo principal que estamos abordando es que estamos defendiendo un grupo de convicciones, un grupo de principios”, expresó el presidente Díaz-Canel a sus interlocutores, a quienes recordó que se trata de desmontar un paradigma patriarcal de dominación que se ha impuesto durante años, en un proceso histórico social que hemos vivido y que por lo tanto ha provocado incomprensiones, prejuicios.
“No todas las personas han alcanzado, como en otros temas, los mismos niveles de madurez, de conocimiento, de sensibilidad, para superar determinadas incomprensiones, determinadas situaciones”.
El mandatario habló, en tal sentido, de grandes desafíos por delante, de organizar el trabajo y los modos de pensar: “Yo creo que hay condiciones que nos ayudan, (…) hay procesos que está desarrollando el país, que abren puertas, dan luces”. Y ejemplificó: “Estamos en una batalla por lograr en el menor tiempo posible, con un ejercicio legislativo, con un elemento de construcción normativa, tener todas las leyes y todas las normas jurídicas que apoyen a la Constitución”.
Lo que sí les puedo ratificar, dijo el Jefe de Estado, “es que existe toda la voluntad política para avanzar en estos temas, y que no podemos ser idealistas, todo no lo vamos a resolver de golpe pero, como yo digo, todos los días podremos arrancar un pedacito al problema”.
Nos tendremos que seguir viendo en otro momento, afirmó el presidente, y agradeció a todos por las ideas compartidas.