Jardines del Rey, Cuba, 2 may. - La 42 edición de la Feria Internacional de Turismo (FITCuba 2024) tiene por escenario un lugar muy especial en la porción centro-norte de este país, Jardines del Rey.
Se trata de una serie de cayos e islotes que incluso el novelista estadounidense Ernest Hemingway inmortalizara en su novela póstuma Islas en el Golfo. Pues aquí ahora se encuentran más de 500 extranjeros junto a sus colegas del turismo cubano y 80 periodistas de varios países interesados en reflejar no solo la Feria, sino su entorno.
Jardines del Rey constituye hoy uno de los polos de recreo más atractivos de Cuba sobre todo para canadienses, británicos y argentinos, debido a sus características naturales, y el desarrollo de una infraestructura y servicios adecuados a los reclamos del mercado recreativo mundial.
Ese nombre, Jardines del Rey, devenido marca, agrupa a varios cayos con potencial turístico en el archipiélago Sabana-Camagüey, y tal bautizo se debe al explorador español Diego Velázquez quien entre 1513 y 1514 quiso rendir honores al Rey Fernando el Católico.
Por tanto, ese apelativo resultó la denominación oficial de esos lares hasta principios del siglo XX. Lugar abandonado, solo frecuentado en su momento por carboneros y pescadores con asentamiento temporal se conformó en ideal para unas vacaciones perfectas.
Cayo Coco es el principal eje de la zona, cuyo nombre se debe al pájaro Coco o Ibis del bosque, blanco y de pico curvado. Pero por el lugar también aparecen los cayos Guillermo y Paredón Grande, incluidos en los planes de desarrollo turístico con una potencialidad de hasta 22 mil habitaciones.
Este Cayo Coco es la cuarta isla en extensión del archipiélago cubano, con 370 kilómetros cuadrados y 22 kilómetros de playa. Cayo Guillermo cuenta con 13 kilómetros cuadrados y casi seis de playas entre estas Pilar con la mayor duna arenosa del Caribe (15 metros de altura), dicen los partes oficiales.
Paredón Grande, el otro cayo del lugar, dispone de ocho kilómetros de playas en sus seis kilómetros cuadrados y el cuarto en relevancia es Antón Chico.
Por estos lugares se distinguen más de 200 especies de aves, simbólica el Flamenco Rosado, y una flora con alrededor de 385 especies, dentro de ellas 28 endémicas.
Las playas son el principal atractivo del lugar con una suma de 38 kilómetros en extensión, y pese a ser estrechas, sus aguas son cristalinas y los fondos bajos.
Este polo se opera de conjunto con la provincia cabecera nombrada Ciego de Ávila, en tierra firme.
Completan la oferta ranchones de playas con propuestas gastronómicas para todos los gustos, teniendo en cuenta la procedencia de sus turistas, comenzó operaciones desde noviembre de 1993.
Favorecen los encantos de la cayería, la posibilidad de llegar al lugar sobre todo por un moderno aeropuerto inaugurado en septiembre de 2002 con tres mil metros de pista, capaz de recibir a todo tipo de aviones y una terminal para 600 pasajeros por hora, con salón VIP, tiendas de suvenires y diversos salones, además de información turística adecuada.
Otra vía de acceso, es mediante una unión terrestre nombrada en Cuba pedraplén, con 17 kilómetros de largo.
Los cayos cuentan con lugares de recreo como el Sitio La Güira, Cueva del Jabalí, Cayo Mortero, La Silla, Club del aire, Tren turístico en Cayo Coco y Guillermo y motos, entre muchos otros encantos, buceo y excursiones, muchas de ellas en barcos, catamaranes y otras embarcaciones, o terrestres en ómnibus y mini trenes o coches de caballos.