Mesa Redonda de este martes, en vísperas del Día de la Ciencia Cubana, el nuevo ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Dr. Armando Rodríguez Batista.

Sobre logros y desafíos de la ciencia cubana hoy, sus estrategias de desarrollo, el próximo fórum de innovación y otros temas de interés dialogó en la Mesa Redonda de este martes, en vísperas del Día de la Ciencia Cubana, el nuevo ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Dr. Armando Rodríguez Batista.

Al intervenir en el espacio televisivo, el ministro dijo que la convicción de Fidel sobre que el pensamiento, el talento y la capacidad del pueblo cubano son sus principales recursos, y Cuba debía ser necesariamente un país de hombres y mujeres de ciencia, está en la esencia misma de la celebración de este día.

No solo es relevante para nosotros, sino también para todos los centros de investigación del país y para nuestras universidades. Defendemos un sistema amplio de innovación, inclusivo y representativo. Esta es la celebración de las cubanas y los cubanos que hacen ciencia, dijo Rodríguez Batista.

Informó que en números redondos, hoy Cuba cuenta con más de 91 000 trabajadores de la ciencia. “A partir de las metodologías de la Unesco y otras metodologías internacionales, cerca de 8 000 son investigadores categorizados formalmente: investigadores titulares, investigadores auxiliares, y más de 2 500 se desempeñan con la categoría de biotecnólogos o tecnólogos. Evidentemente, no hay que ocultar que la mayoría de ellos está en el sector de la biotecnología, pero también hay una representación significativa en el sector de la salud”, refirió el ministro.

Esto, apuntó, puede interpretarse como el núcleo duro de los trabajadores de la ciencia, de acuerdo con estos estándares internacionales.

Destacó que en cada universidad cubana, tanto en la de Salud Pública como en la del Ministerio de Educación Superior y en otros organismos del país, hay un potencial importante que se manifiesta en la forma en que hacemos ciencia.

“Es crucial entender que la ciencia es importante y que representa una conquista de la Revolución. Para nosotros, este es un concepto primordial. Siempre pensamos en las personas que hacen ciencia, en las instituciones donde se realiza, y en el país al que estas iniciativas responden. Por ello, cualquier previsión de política científica o de innovación debe trabajar de manera conjunta en estos tres sectores para ser coherente con el desarrollo. De esta manera, el desarrollo personal, colectivo e institucional podrá ir en armonía con el país que queremos construir”, sostuvo el ministro.

Evidentemente, agregó Rodríguez Batista, la ética científica es una parte imprescindible del trabajo cotidiano de los cubanos y cubanas en ciencia. Cada día, de manera rutinaria, realizan un esfuerzo tan heroico como el de aquellos que actúan en momentos extremos, afirmó.

Sobre cuáles son los programas y proyectos más importantes que desarrolla el país, cómo se impulsan desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y cómo lo hacen también las instituciones que acompañan al propio ministerio en esta labor, el titular mencionó elementos clave.

“En este 2024, realmente se ha constatado, incluso en los balances de los centros de investigación en los que hemos participado, que hay un salto cualitativo importante: la implementación del sistema de programas y proyectos de ciencia, tecnología e innovación. En resumen, toda la ciencia en Cuba se realiza a partir de un trabajo que permite tener una visión utilizando el método científico, lo cual organiza el trabajo y reconoce las competencias de quienes participan en este sistema”, explicó.

Cuando hablamos de un proyecto, no nos referimos únicamente a algo que hacen los investigadores, señaló.

“Un proyecto típico en la Cuba científica de hoy incluye investigadores, profesores universitarios e, incluso, técnicos medios que participan en algunos experimentos. También se vinculan jóvenes estudiantes y científicos categorizados como investigadores. Es decir, hay una construcción del proyecto a partir de las necesidades propias del campo y de la disciplina particular, lo cual ha flexibilizado mucho la participación en proyectos de investigación”, dijo.

Además, esta perspectiva implica que un proyecto no se limita a una sola institución; puede ser un proyecto de participación múltiple.

“De hecho, para aprobar determinados proyectos, especialmente aquellos que son nacionales,  se requiere la participación de varias instituciones. Para algunos programas sectoriales y territoriales, hay criterios de medidas limitantes. Por ejemplo, se solicita que haya una presencia de la dimensión social del asunto, ya que fomentar las ciencias sociales y las humanidades no significa desarrollarlas en sí mismas, sino que deben ser capaces de abordar todos los enfoques del método científico para acercarnos a resultados que tengan una mayor capacidad de aprehensión y difusión en el marco de la sociedad”, sostuvo.

Sin embargo, añadió, existen otras condicionantes. Una de ellas es la participación de varias instituciones con el objetivo de fomentar que no se trabaje de manera aislada. Esto permite que el conocimiento generado se difunda adecuadamente, señaló.

Avances y retos del sector científico

El país tiene actualmente más de 5 000 proyectos activos, lo cual ha dinamizado el accionar de muchos centros de investigación. Foto: Archivo

 

Rodríguez Batista expuso los avances y retos del sector científico en Cuba. “Actualmente tenemos 17 programas nacionales, más de 60 sectoriales, y otros que responden a la demanda específica de cada región”, afirmó.

El ministro destacó que la ciencia no se hace únicamente desde la visión de los científicos, sino que estas prioridades se construyen conjuntamente con los gobiernos territoriales y locales. Resaltó la importancia de los Consejos Técnicos, especialmente tras la implementación del sistema de gestión de gobierno basado en ciencia y negociación. “Hoy en el país tenemos más de 5 000 proyectos activos, lo cual ha dinamizado el accionar de muchos centros de investigación”, mencionó.

Informó también que el financiamiento para la ciencia ha alcanzado casi 7 000 millones de pesos, con 2 000 millones específicamente destinados a programas y proyectos. Un 20% de ese financiamiento se destina a la remuneración de trabajadores, investigadores y estudiantes, lo cual incentiva la producción científica y la innovación.

El ministro subrayó la creación del Consejo Nacional de Innovación, liderado por el presidente y con la participación del primer ministro. Este espacio ha facilitado el debate sobre buenas prácticas de innovación, tanto nacionales como internacionales. 

En cuanto a las prioridades nacionales, Rodríguez Batista indicó que se han aprobado nuevas prioridades en el Consejo de Ministros, enfocadas en 12 proyectos estratégicos de gestión de gobierno. Estos proyectos serán presentados en el Consejo Nacional de Innovación y en el Consejo Técnico correspondiente.

“Pronto se publicará en la Gaceta la actualización de dos normas jurídicas que permitirán al fondo de ciencia y negocios financiar becas doctorales. Ahora los investigadores podrán utilizar la remuneración obtenida en los proyectos como incentivo para su jubilación”, comentó.

Además, resaltó el crecimiento en las universidades y su capacidad para conectarse con el sistema de negociación, así como el desarrollo de empresas de alta tecnología, como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. “Desde el Ministerio de Ciencias, promovemos variantes y damos opciones para que las instituciones elijan el modelo de desarrollo que más les convenga”.

Algunos centros se organizan como empresas, como es el caso de BioCubaFarma. Foto: Archivo

 

El ministro continuó su intervención destacando los avances en la organización de los centros de investigación en Cuba. “Hoy tenemos centros que se organizan como empresas, como es el caso de BioCubaFarma y algunos centros de agricultura, pero aún tenemos un 40% de los centros de investigación que son unidades presupuestadas puras”.

También anunció que en 2025 se crearán nueve empresas de interfaces en universidades cubanas, para que el desarrollo de los centros de investigación sea coherente con las demandas científicas y los problemas complejos del desarrollo mundial. Informó además que en 2025 se creará el Instituto Cubano de Biodiversidad, para responder mejor a las demandas de la ciencia ambiental en nuestro país.

“La ciencia debe ofrecer propuestas transformadoras, señalando la implementación de la Ley de Recursos Naturales y Medio Ambiente, recientemente aprobada por la Asamblea Nacional. Cuba tiene el único Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente del mundo, y la implementación de esta ley involucra a todo el sistema de innovación y a todos los actores económicos y sociales del país”, resaltó.

Rodríguez Batista explicó qué importancia tiene la ciencia y la innovación en la protección del medio ambiente. "Tenemos prácticamente el 20% del territorio nacional protegido, manejado basado en la ciencia y la innovación". Mencionó también que los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo son cada vez más cruciales, especialmente tras los recientes huracanes y sismos. "Los científicos del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, el Instituto de Meteorología y otros institutos han proporcionado predicciones certeras sobre estos eventos".

A su vez, destacó las investigaciones sobre el cambio climático y la protección de los corales. “En 2024, hemos obtenido importantes resultados en la protección y evaluación de corales”, mencionó, señalando la labor de los investigadores en granjas de corales y en el mar frente a la ciudad de La Habana.

El Dr. Rodríguez Batista hizo alusión también al papel de Cuba en el mundo, con expertos reconocidos a nivel internacional en materia científica.

Sobre el desarrollo de programas de ciencias sociales, destacó el papel del programa de teoría marxista, el programa para el desarrollo local, el de trabajo con los cuadros, así como programas sectoriales para cubrir demandas de investigación con los organismos.

En Cuba hay 52 instituciones que abordan los campos científicos, las ciencias sociales y las humanidades. Este es un potencial importante y una oportunidad para establecer una comunicación directa con los decisores”, afirmó.

También se refirió al papel de la Agencia de Ciencias Sociales y Humanidades, que aprovecha la experiencia del Citma para organizar centros de investigación en aras de transformar la realidad, e incluye siete centros: uno de Filosofía, el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, el Centro de Desarrollo Local, el Instituto de Lingüística Aplicada, el Instituto de Literatura y Lingüística y el Centro de Economía Mundial.

“Las provincias tienen polos territoriales de centros sociales, donde se debe seguir fomentando el vínculo con las universidades, los nuevos acontecimientos y la tecnología”, dijo.

Sobre la inteligencia artificial, Rodríguez Batista comentó que en los últimos tres años se ha desarrollado en el país el Programa Nacional de Automática, Robótica e Inteligencia Artificial, por lo cual ya existe un camino recorrido.

“El Ministerio de Comunicaciones es el responsable de la implementación de la estrategia de inteligencia artificial, trabajando con otras instituciones y proyectos impulsores. Estamos identificando buenas prácticas y apostamos por concebir la inteligencia artifical como parte del sistema de gobierno basado en ciencia e innovación”, afirmó.

En los minutos finales de la Mesa Redonda, el ministro se refirió a la Feria de Innovación, que se realizará los días 15, 16 y 17 de enero en el Palacio de Convenciones de La Habana.

“Esta Feria, que se conecta con el Día de la Ciencia Cubana, será un espacio para que los organismos expongan su experiencia. Contará con mil participantes de todo el país, que expondrán casi 800 innovaciones. En ella se potenciará el desarrollo local y sesionará el Consejo Nacional Juvenil de Innovación. Además, entregaremos los premios especiales del Citma, premios de innovación, entre otros”.

De acuerdo con Rodríguez Batista, se trata de entender que la innovación es un concepto superior, que no incumbe solo a los actores científicos, sino a los innovadores en el amplio sentido de la palabra y el modo en que estos pueden integrarse para mejorar la sociedad.

“Impulsar la ciencia y la innovación en todo el país es el reto más importante que tenemos en la Cuba de hoy. Debemos generar mucho pensamiento para enfrentar los desafíos de la nación e internacionalizar la ciencia cubana”, concluyó.

En video, la Mesa Redonda