De la autoría de Israel Rojas, voz líder del dúo Buena Fe, ambos títulos enaltecen la labor de los profesionales de la salud, que dentro y fuera de la Isla combaten la pandemia, y de los científicos, inmersos en la consecución de vacunas nacionales contra el virus SARS-CoV-2.
El compositor nunca pensó que el primer tema alcanzaría tanta notoriedad, mas hoy el público la asocia con las brigadas del Contingente Henry Reeve, cuyo encomiable desempeño contribuye –aún- al manejo favorable de la enfermedad en varias naciones, muchas de ellas desarrolladas.
Concebida en 2018 para el documental “Gracias por el miedo” del realizador Rigoberto Senarega y estrenada en noviembre del año siguiente en la presentación del disco Carnal, Valientes devino himno para distinguir a los hombres y mujeres que en la zona roja de los hospitales y centros de aislamiento plantan cara a la muerte.
Rojas expresó su alegría y orgullo al saber que esa melodía identifica el altruismo, solidaridad y humanismo de los cubanos en cualquier parte donde se encuentren.
Justo cuando la mayor de Las Antillas ensaya cinco candidatos vacunales anti COVID-19, las agrupaciones Buena Fe, Ronald González y Explotación Rumbera, Changüí Guantánamo y la Banda de Boyeros se unieron para darle voz y música a La fuerza de un país, lanzada el pasado 24 de marzo en el espacio de la Mesa Redonda.
En exclusiva a la ACN, su autor, Israel Rojas la catalogó como un verdadero reto, en particular, porque la letra debía ubicarse, artísticamente, a la altura de la proeza de los científicos caribeños, quienes no escatiman esfuerzos para lograr la inmunización ante la feroz patología.
La idea primigenia de la canción se sitúa en un post de Omar Valiño, director de la Biblioteca Nacional, en la red social Facebook donde expuso lo que para él significaban esas vacunas, esos frascos de diminuto tamaño, comentó.
Por esas cortas líneas comprendió la ruta para desarrollar el primer texto, el de Buena Fe, y luego el de los grupos rumbero y changüicero, y tocaba respetar sus códigos sin romper con el contenido composición, ahí el otro reto: musicalmente tenía que resultar orgánico.
Destacó la ayuda de Ernesto Cisneros en el arreglo y orquestación del Changüí y Explotación Rumbera, y de Ernesto Oliva para incluir, de manera armónica, la Banda de Boyeros.
Aunque encargada por el equipo de comunicación de BioCubaFarma, ninguno de los músicos participantes cobró un peso, prevaleció el deber y la intención de homenajear a la ciencia y a quienes la afianzan.
Aludió a las emociones de la comunidad científica en la ocasión que presentaron la pieza, en contraste con el rechazo de quienes, desesperados por los fehacientes progresos del país, justifican su animadversión al gobierno cubano y buscan lacerar la confianza del pueblo.
Con La fuerza de un país, Israel reconoce el mérito de esas personas comprometidas con la salud de sus connacionales y buena parte de la humanidad que albergan en las vacunas cubanas la esperanza para proteger a sus ciudadanos.
Por su contenido, al cantautor le gustaría que lo recuerden con esta obra cuando, desde otra dimensión, inspire canciones y regale abrazos de vida.